Capítulo 30

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Rodó los ojos con fastidio y no pude evitar reír, rodó nuevamente recortandose en el paso.
-'Qué no entiendes que no quiero nada relacionado contigo'- imite su voz y río por lo bajo. Me entérese sólo para esta vez yo subirme sobre su cadera. -Dale Barbara tiene que haber algo que me quieras preguntar- dije poniéndo mis manos en su abdomen. Pero ella parecía no escucharme sólo se limitaba a ver el cielo -Detesto que me ignoren- me recosté sobre su pecho para decírselo al oído. Negó con a cabeza.
-Déjame levantarme- me dijo volteando a verme, no necesitaba que me moviera para poder pararse, si ella realmente quería levantase, nisiquiera me pediría que me moviera, solo se levantaría.
-No- canturreé -Aqui nos quedaremos hasta que quieras hablar - sonreí -Tu dijiste que si yo me sacaba la máscara, tu lo hacías y yo quiero conocer a la verdadera Barbara.- le dije mi objetivo y río irónica
-¡Carajo Micaela!- dijo molesta -No hay otra Barbara
-¿Porque no me dejas conocerte?- pregunte ahora yo molesta golpeando su brazo
-Ya,ya- repitió tomándome de las muñecas para que dejará de golpearla -Me llamo Barbara, tengo veinte años...-¿Veinte?- la interrumpi -Ves...- logre que me soltará y volví a golpearla -Eso no lo sabía- volvió a sujetar mis manos -¿Que haces un año atrás?- pregunte extrañada
-No te importa- respondió de mala gana
-Si me importa si no, no te estaría preguntando- le conteste obvia -¿Reprobaste?- le pregunte divertida
-¡No!- reí por su esto
-¿Entonces?
-Ya, esta bien yo te pregunto a ti- finalmente accedió -¿Responder as cualquier cosa?- pregunto y asentí con la cabeza
-Con la única condición que después tu respondas todas mis preguntas- enfátice todas
-Entonces no- sonrió hipócritamente
-¡Martinez Que escondes!- le grite desesperada porque demonios no quería responderme un par de preguntas.
-Nada- dijo tranquila
-Sabes... olvídalo- bufé molesta haciéndome a un lado -Sólo pierdo el tiempo intentado acercame a ti- me puse de rodillas en el césped verde práctica luego ponerme de pie -Creo que tu me haz rechazado lo suficiente para toda la vida- tome mi tacón que aún estaba enterrado e la tierra y rengueando comencé a caminar por el enorme campo de deportes. Sinceramente cruzaba los dedos para que Barbara me alcanzará y dijera que lo sentía y que respondería mis preguntas, pero a eso se le llamará un completo milagro.

*

-¿Que te paso?- pregunto Karen riendo mirando mi irregularidad con los zapatos.
-Nada, le enterré un tacón en la cara a Daiana- dije como si nada abriendo mi casillero
-¿E - Enserio?- pregunto sorprendida
-No- conteste -Pero quisiera hacerlo- cerré la puerta de un golpe
-¿No te cambiaras?
-No, hace unos días saque todas mis cosas del casillero- había sacado, ropa, zapatos y accesorios, ahora solo habían libros, papeles y útiles escolares. -¿Tu que haces afuera?- le pregunte mientras empezaba a caminar junto a ella.
-Al parecer Hoffman no se levantó de buen humor- río -Creo que se quedara sólo en el salón- me úni a su risa, también la había sacado
-Lindos zapatos- Escuche detrás de nosotras la loza burlona de Daiana, me di vuelta para verla de frente. Prima la abrazaba por detrás.
-¿Que? ¿Te gustan?- pregunte con hipocresía -Estaba por tirarlos pero si los quieres te los regalo- sonreí -Creo que cualquiera será mejor que esos- dije y hice una mueca de asco al ver sus zapatos

Nisiquiera puse atención en ver su contestación  porque toda mi atención se enfocó en Barbara quien caminaba hacia nosotras con una caja blanca en las manos.
-Ten- me entrego sin interésarle lo demás -Esperame en la salida- susurro en mi oído antes de seguir caminado por el pasillo. Todos miraban sorprendidos excepto Prima que lejos de 'sorprenderse' estaba enfurecida. ¡Muerete de celos!
-¿Entonces? ¿Si los quieres?- solté un carcajada antes de dar vuelta y seguir caminado con Karen  por el pasillo.

Me, Myself & I  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora