Capítulo 50

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-Tiene una tienda de discos, no tiene padres, se hace cargo de dos niños como si fueran sus hijos...- iba a la mitad de la escalera cuando comenzó a enumerar sus 'defectos' -Conduce una motocicleta y que forma de vestirse- cerré los ojos tratando de mantener toda la tolerancia y paciencia del mundo. -No te quiero volver a ver cerca de ella ni fuera ni dentro de aqui- no pude más.

-No recuerdo haberte pedido permiso para salir con ella- me gire sobre mis talones para mirarla de frente.

-Pues deberías a verlo echo, de todas formas hubiera sido un rotundo no.

-Creo que no me explique bien mamá- cerré los ojos nuevamente paciencia ven a mi -Te lo dejaré más claro que el agua- suspire -Me gusta Barbara, quiero a Barbara y no me alejare de ella solo porque no te agrada.

-Ahora me toca aclarartelo a ti...No te quiero cerca de ella, no es buena para ti.

-Por favor- alargue irónica -¡Tu que sabes que es bueno para mi!- reí amargamente -A duras penas recuerdas que existo- se le saltaron los ojos con indignación

-No digas tonterías y ya te lo he dicho, vives bajo mi techo, sigues mis reglas- se dio la media vuelta esquivando el tema que yo había sacado a recluir.

-¡Ah! ¿Entonces es eso?- grite con rabia -Ese es el problema se acaba ¡ahora mismo!- subí corriendo las escaleras ignorando los gritos de mi mamá diciendo 'No me hables asi' 'Ven ahora mismo' 'No me dejes hablando sola'. Como se atrevía a pedirme que no la deje hablando sola cuando ella lo hizo conmigo durante más de 6 años. Decía que era un defecto de Barbara por haber perdido  sus padres... yo estaba en la misma situación. Por más que lo intentará yo también era totalmente huérfana.

Lance una enorme maleta en la cama mientras con rabia limpiaba mis lágrimas, no era sólo por lo que decía sobre Barbara, yo ya  traía cargado muchas cosas desde hace muchísimo tiempo esta había sido simplemente la gota que derramó el vaso. Sin siquiera mirar tomaba la mayor cantidad de ropa y zapatos que podía. Tomé todo lo que sería indispensable y las llaves del auto. Ni a golpes haría cerrar la maleta. Entre denuevo al closet y tome una dónde lance lo que impedía que la otra cerrará e incluso otras cosas mas. Guarde las llaves en mi empapado pantalón tome la bolsa que llevaba esta mañana al colegio y cargue como pude las dos pesadas maletas.

-Por favor- soltó una carcajada -Deja de decir y hacer estupideces- dijo burlonamente al verme bajar el ultimo escalón.

-No son estupideces, tal vez para ti todo lo que diga sean estupideces pero al menos trato de convivir contigo- lágrimas de porquería no se detenían -Pero me da lo mismo después de todo- acomode la bolsa sobre mi hombro -Así estamos acostumbradas, tu no tienes hija...y yo no tengo mamá.

Conduje lo más rápido que pude, cosa que no era lo más inteligente. No paraba de llover y no paraba de llorar. Me frene de golpe, casi derrapa el auto pero no me importó. Solo salí de la carretera, con demasiadas posibilidades de quedarme atrapada en el lodo.

Puse mis brazos sobre el volante y recargue mi rostro en este tratando de controlar mi inestable llanto.

No eran lágrimas de tristeza, eran lágrimas de enojo, de coraje. Pero estas se volvieron de tristeza al darme cuenta de que estaba completamente sola. No en el auto. No en la carretera. Si no que siempre quedaba sola.

No podía llamar a Karen o me llevaría arrastrando de regreso a casa y Barbara seguramente me regañaria.

*

Me quite la chaqueta y la sacudi tratando de que la mayor cantidad de agua escurrirse fuera de la casa y no dejar el charco dentro. -Lo siento- le dije a Pablo cuando lo vi entrar.

-Si cómo sea- dijo con fastidio, se puso la chaqueta y camino hacia la puerta -Sabes que...- dijo volteando hacia mi -Te voy a cobrar más caro yegua hija de puta- me señalo -Soy niñero, muy bueno y trabajo horas extras.

-Hablaremos de eso- le dije riendo y este salió cerrando la puerta con cuidado. Seguramente los niños estarían durmiendo

Subí a lo habitación tratando de hacer el menor ruido posible. Cambie mis empepados pantalones por un short rojo y una camiseta blanca.

Tomé mi ropa, no dejaba de escurrir agua y nuevamente baje las escaleras para dejarla en la lavandería.

Iba de regreso por las escaleras cuando sonó el timbre. Mierda 'no me vendría nada mal un elevador pensé ya que una vez mas tendría que bajarlas. Tal vez Pablo había olvidado algo.

Abrí la puerta y no fue precisamente Pablo quien se encontraba ahí.

Sus ojos estaban rojos, el delineador corrido por el agua o con más exactitud sus lágrimas. A pesar de estar completamente mojada podía distinguir sus lágrimas cayendo por sus mejillas.

-¡Mica! ¿Que paso?- pregunte aterrada hace menos de treinta minutos la había dejado en su casa perfectamente.

-Perdón Bar perdón- se disculpaba encortadamente mientras se ataba a mi cuerpo, sin importar mojarme de nuevo y volver a subir, bajar y denuevo subir las escaleras la envolví en mis brazos.

-¿Porque te disculpas? ¿Que sucedió? ¿Que pasa?- hablaba con desespero ante su alarmante llanto.

-Perdón no tenía donde ir y no quería estar sola y y y...- tartamudeaba sin cesar un poco su llanto -...no quería estar sola.

-Tranquila- le dije sobando su espalda -Queres contarme que paso?- pregunte lo más suave que pude.

-Me pelee con mi madre denuevo- su voz se amortiguo al estar pegada en mi pecho.

-No llores, ya se arreglaran- dije tratando de consolarla

-N-no- tomó todo el oxígeno posible -Yo no volveré.

-Preciosa todos tienen problemas con sus padres- deshizo el abrazo.

-Sólo he venido a pedirte si me dejas quedarme solamente hoy conmigo- limpio sus lágrimas con brusquedad, tanto que un color rojizo se apodero de la zona de debajo de sus ojos -Yo mañana buscare un hotel y después un departamento o que se yo.

Me, Myself & I  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora