Capítulo 38

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-¡Mica!- se escucharon al unísono las voces de los pequeños -¿A donde iremos?- pregunto Flor mientras me rodeaba con sus brazos.

-A donde ustedes quieran- le dije devolviéndole el abrazo.

-Por un helado ¿si?- pregunto y su hermano la segunda do con un 'si'

-Claro- levante la mirada y me dirigí a Barbara -¿Un helado?- pregunte y sus hermanos voltearon a verla.

-No- negó firme

-Anda, yo invito- le dije sonriente acercándome a ella- De despedida...- susurre en su oído

-¿Segura?- susurro entre dientes -¿Después de esto me dejarás en paz?

-Tenlo por seguro.

Finalmente acepto, pero se negó a ir en mi auto así que tuvimos que ir en el suyo. Llegamos a una heladería que los niños eligieron ya que tenia un enorme área de juegos.

Tenia acerca de veinte sabores, los cuales Barbara tuyo que mencionar al menos tres veces para que Flor y Mati pudieran decidir, en especial Flor ya que todavía no sabia leer del todo bien.

-¡Fresa!- dijo Flor que estaba en los brazos de su hermana

-¡Vainilla!- se unió Mati

-Me hicieron repetir todos lo sabores !tres veces! Para elegir los mismo de siempre- le reclamo en juego y ambos rieron al igual  que la cajera quien con una enorme sonrisa y por supuesto sonrisa no dejaba de mirar a Barbara.

Como era de esperarse no me dejo pagar y no precisamente por amabilidad, si no por su actitud de 'No necesito nada de ti'

-Yo los había invitado- le dije molesta sentándome en unos de los cómodos y llamativos sillones del colorido lugar. No me contesto nada, solo recargo sus codos en sus rodillas y cubrió su rostro. -¿Porque habías dicho que te 'comenzaba' a agradar si no era cierto?- tome la cuchara para tomar un poco de helado y llevarlo a mi boca.

-Yo no menti- dijo volteando hacia mi -Me agradaba la Micaela de ese dia.

-¿La Micaela de ese dia?- pregunte entre risas.

-Si- se recargo en el sillón y recargo su brazo en el respaldo de este quedando su brazo casi a la misma distancia que mi hombro -Despreocupada, sin maquillaje, sin todos esos accesorios que sobran.- rio

-Es lo mismo Barbara- le dije riendo -Con vestido,  un pantalón, un short, con maquillaje o no soy la misma.

-Claro que no- dijo sería -Nunca eres la misma- aseguró -Eres una en el campus, eres otra en tu casa, eres otra conmigo, eres otra con Karen, eres otra con Daiana, eres otra con mis hermanos- tenia razón -¿Y sabes que es lo malo?

-¿Que?- conteste intimidada

-Que nadie sabe cual es la verdadera- un silencio nos inundó,  solamente entre nosotras ya que todo alrededor nuestro seguía en su común ritmo, personas hablaban, niños corrían de un lado a otro.

-Entonces ya tenemos algo en común...- dirigí mi mirada hacia ella, que solo volteo y me miró esperando una explicación. -También en el campus eres otra, en tu casa otra, conmigo otra... incluso ayer eras otra- regrese mi mirada al helado que comenzaba a derretirse.

-No es...

-No digas nada- la interrumpi, no estaba pidiendo explicaciones. -¿Quieres?- le dije rompiendo el silencio nuevamente sólo entre nosotras.

-Odio el chocolate- dijo negando con la cabeza

-¡Eres una mentirosa!- le dije riendo -Casi acababas tu sola un pastel de chocolate y ahora lo odias- se unió a mís risas, no se podía negar.

-Sólo comí un poco- dijo frunciendo el ceño

-¿un poco? Si claro- dije sarcásticamente, tomé un poco de helado con la cuchara una vez mas y la acerque a ella -Vamos sólo un poco- me puse de rodillas en el sillón para acercarme un poco mas.

-No- se negó nuevamente

-Se derretirá y caerá en tu ropa- canturreé

-Que no- dijo riendo al mismo tiempo que me abrazaba por la cintura haciéndome quedar nuevamente sentada sólo que nuestra distancia se había convertido prácticamente en nada. Levante nuevamente la blanca cuchara y la acerque a ella quien finalmente abrió la boca. Sonreí victoriosa y esta vez yo tomé su mejilla con mi mano libre, no necesite guiarla y mucho menos acercarme, ella solo se dirigió a mís labios.

Subió su mano hacia mi cuello, evitando que me separaba pero era algo que ni de broma haría.

-Tu mano esta fría- dijo entre besos, era lógico después de haber sostenido el vaso con helado por más de quince minutos. Le sonreí y volví a unir nuestros labios, solo que tome su mano que estaba en mi cuello y la baje para entrelazar nuestros dedos y que la temperatura de mis manos se regularice. Una vez mas se alejó de mis labios y su mirada se enfocó en nuestras manos entrelazadas, levanto una de sus naturalmente bien definidas cejas.

-Ya no está fria- fue lo único que logre decir y negó con la cabeza riendo. Por un desconocido motivo gire mi rostro y me encontré con nada mas y nada menos que con Karen y lujan que nos miraban más que sorprendidas. Lujan reaccionó y sacudió un poco su cabeza y volteo a ver a Karen quien seguía con los ojos como platos.
Había ganado la apuesta.



Me, Myself & I  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora