Alas cortadas, yo era una cosa rota, tenía una voz, tenía una voz pero no podía cantar.
Tú me dejaste sin energía, yo peleo en el suelo.
Tan perdida, la línea ha sido cruzada, tenía una voz, tenía una voz, pero no podía hablar.
Tú me retenías, ahor...
Acomode con rapidez todas mis cosas en una maleta, no podía esperar más tiempo para atrapar a esa rubia oxigenada.
Al salir de la torre me encontré a Wanda sentada en el asiento del copiloto.
-Hasta que apareces-. Dijo girando un poco su rostro y viéndome.
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-Muy graciosa, te toca manejar-. Dije aventándole las llaves.
-¿Nadie más ira?-. Preguntó pasando a mi lado.
-No... Steve no quiere estar presente y bueno... Los demás dicen que con solo nosotras es suficiente-. Dije y subí al coche.
-¿Sabes que yo manejo mucho mejor que tu?-. Dijo alzando una ceja y comenzando a manejar.
-No se que tienen con mi manera de manejar, enserio-. Dije rodando los ojos.
-¿Sera que manejas como loca Nataska?-. Dijo y le saque la lengua haciéndola reír.
-Hay que ver que tiene Tony de música-. Dije sacando los discos guardados.
-¡Oh pon ese disco!-. Dijo señalando con entusiasmo al disco en mis manos.
-¿Que? Nunca imagine que te gustara Halestorm-. Dije y ella sonrió lanzándome un beso.
-Tenemos gustos similares-. Dijo subiendo y bajando las cejas con una sonrisa picarona.
Puse el disco y gire para verla y sonreirle, ella tomo mi mano y las entrelazo.
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Ambas cantamos en todo el recorrido hasta llegar el aeropuerto, subimos al avión privado de Tony y descansamos un poco para que las horas se fueran más rápido.
Y vaya que se hizo rápido el vuelo ya que solo bromeaba con Wanda, me contaba acerca de su hermano y sus travesuras de niños.
También hubo besos involucrados y un poco subiditos de tono pero nos controlamos porque no veníamos solas, al bajar del avión y llegar a National City, Wanda no quiso manejar.
-¿Segura que conoces a alguien en este lugar?-. Dijo cruzándose de brazos.
-Claro que si, conozco a mucha gente, confía en mi cariño-. Dije tomando su mano con la mía.
