Corazón Vertiginoso (Saga #1)

CAPÍTULO 6

DOREK

Teníamos apenas unas horas que habíamos regresado de la gira y mi hermano ya se había empeñado en ir algún bar, él había cambiado mucho después de haber perdido a su primer amor, creo que era el único de nosotros que no respetaba la regla más importante de mamá: "Nunca seas un puto, que vaya por la vida lastimando a una dama". Aunque para ser sincero creo que en sí no rompe esa regla, ya que con las mujeres que se involucra pueden ser de todo menos una dama.
Entramos en Bizarro bar, el bar favorito de mi hermano para elegir su próxima conquista, tomamos asiento en la barra y Saúl, el barman, sonríe negando la cabeza.

—Pero miren que tenemos aquí —nos entrega una cerveza a cada uno— si es el puto favorito de este finísimo establecimiento.

Mi hermano ríe a carcajadas —esta vez no vengo en plan de conquista sólo vine porque ya te extrañaba Saúl.

Saúl se ríe mientras niega con la cabeza —pues eso es bueno, porque Laura esta que echa fuego por los ojos.

Mi hermano se encoge de hombros —ella mejor que nadie sabe que no soy hombre de relaciones.

Y Saúl realmente no se equivoca, Laura una de las camareras lo mira como si quisiera perforarle la nuca con tan sólo con la mirada, regreso mi atención a Saúl quien me cuenta que pronto estará terminando su carrera lo cual me alegra mucho, de pronto veo que mi hermano está muy entretenido con dos chicas que se sentaron a su lado.

—Dijiste que hoy no venías de puto —lo digo lo suficientemente alto para que las chicas lo escuchen, lo hago más que nada para salvar las pelotas de mi hermano de una camarera muy furiosa.

—¿Y tú no vienes en plan de puto?

La voz rasposa pero algo sexi de la chica me hace prestar más atención en ellas, así que me inclino un poco sobre la barra y noto que ella está haciendo lo mismo, tiene un hermoso cabello peli rojo que lleva agarrado en una coleta, pero lo que más llama mi atención son sus labios carnosos que me regalan una gran sonrisa.

—Yo no soy ningún tipo de puto como mi hermano —le regalo una sonrisa.

Ella asiente con la cabeza —lástima, porque que yo si venía buscando un puto así como tú.

La pelirroja se levanta de su asiento y su compañera la sigue, me doy cuenta que ambas podrian ser hermanas  ya que comparten el mismo color de cabello, aunque la otra es bonita es aún más hermosa y despampanante la que me acaba de llamar puto.
Es una lástima que no la vaya a volver a ver, porque era obvio que ellas no son de aquí, su acento marcado delataba que posiblemente vienen del norte del país.

Una semana ha pasado desde que regresamos de la gira del circo y hoy que es mi primer día de clases de mi tercer año de medicina, sólo a mí se me ocurre quedarme dormido, por lo que ahora voy más rápido de lo normal en mi moto e incluso estoy siendo un poco imprudente, pero no puedo darme el lujo de llegar tarde, rebaso un par de autos y finalmente puedo respirar porque llego al estacionamiento de la universidad estoy buscando lugar cuando a mi lado pasa una moto roja que por lo visto lleva más prisa que yo, estaciono mi moto y corro a la universidad y ahí está nuevamente la moto de donde bajan dos chicas que reconozco enseguida sobre todo la pelirroja que trae uniforme de medicina, no puedo evitar sonreír mientras me acerco.

—Pero si es la buscadora de putos.

Ella se sobresalta y después de acomodar su cabello en un moño alto, ella me sonríe —pero si eres tú.

Sin pensarlo tomo su mano y la hago caminar rápidamente –
—algo me dice que vas en la misma dirección que yo, y si no me equivoco estamos a una nada de quedarnos fuera de la clase del doctor Nery.

—Yo soy de tercer año, tú te ves más viejo —dice tratando de detenerme.

Me detengo y ella se ríe – soy de tercer año señorita buscadora de putos.

Entramos al salón justo antes que el del doctor así que aprovecho para presentarme —mi nombre es Dorek.

Ella me sonríe y sin querer mi vista se desvía a sus labios carnosos —Mia.

Es en este momento que soy consciente que esta mujer va ser cosas locas de mi vida y lejos de asustarme, me agrada la idea.