CAPÍTULO 14

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Dorek

Después de haber tenido cuatro citas con Mia le pedí que fuéramos novios, ella me fascinaba, solo quería estar junto a ella, no importaba que la mayor parte la pasábamos estudiando, mientras pudiera estar a su lado.

Con el paso de los meses yo ya me encontraba perdidamente enamorado de ella, me volvía totalmente loco, ella con una simple caricia hacia que mi cuerpo se estremeciera de deseo, sus besos se habían vuelto una adición para mí, ella era pasión en toda la extensión de la palabra. En cada encuentro ella encontraba la manera de enardecer mi cuerpo, ella era tan apasionada que ninguno de nuestros encuentros era igual, en varias ocasiones era tal la pasión que nos olvidamos siquiera de proteger el encuentro, algo irresponsable por nuestra parte pero en esas ocasiones lo único que importaba era fundirnos en uno solo, e incluso la última vez que nos dejamos llevar llegamos a pensar que Mia había quedado embarazada gracias al cielo solo había sido un retraso y juramos que sería la última vez que actuabamos tan irresponsablemente.

Estaba tan perdidamente enamorado de ella que ya había pedido mi cambio de universidad a la ciudad de Monterrey, la ciudad de mi amada perdición, esto se lo había comentado cuando creímos que ella estaba embarazada, la noticia la sorprendió pero no tanto como cuando ella me pidió participar en el show junto a mi familia, por lo que en cuanto salimos de vacaciones nos unimos junto a mi familia para viajar con el circo como lo hacíamos cada año.
Mi familia se había asombrado con lo fácil que se adaptó Mia y como era igual de experimentada que nosotros al momento de controlar la motocicleta.
Mia participó junto con nosotros el tiempo que duró las vacaciones a excepción de hace dos semanas que nos dijo que tenía que ir a Monterrey por asuntos familiares por lo que nos prometió que regresaría la última semana para cerrar el espectáculo junto a nosotros.

Nos encontrábamos en San Luis y hace tres días que Mia había llegado, algo en ella había cambiado no solo físicamente pues desde que la vi noté como estaba más delgada pero además su piel estaba de un tono enfermizo, pero también la sentía más alejada, de alguna manera siempre me evitaba o no se sentía cómoda que la tocara, en varias ocasiones le pregunté que es lo que le sucedía pero solo respondía que nada. Mi familia también había notado el cambio en ella e incluso mi padre se encontraba preocupado.

Lo que más me sorprendió fue la llegada de su prima que ahora no se le despegaba ni un momento, solo nos dejó solos la noche de ayer cuando tuvimos una gran discusión. Estaba cansado de su lejanía y de sus escuetas respuestas a mi preocupación por lo que la acorrale el día de ayer intentando que me dijera que era lo que realmente estaba sucediendo, como siempre recibí como respuesta "nada" .

Hoy me encontraba de tan mal humor que ni siquiera Edric se atrevió a molestarme como es su costumbre, Sarahí simplemente me evito durante el desayuno, ellos mejor que nadie me conocían, sabía que cuando no estaba de buen humor yo realmente podría resultar insoportable.

Estábamos por comenzar con la práctica con las motocicletas así que fuí a buscar a Mia, salí de la carpa para buscarla y ahí estaba ella dándome la espalda mientras discutía con su prima.

—Estoy cansada de todo esto —los ojos de su prima me observan un segundo y después regresa su mirada hacia Mia— tú sabías que él me gustaba y tú te lo quedaste a pesar de que no te gustaba.

—Tú fuiste la que apostó a ver quién lo conquistaba —dice Mia y siento como un sudor frío recorre toda mi piel.

—Yo no aposté para que te embarazaras y fueras abortar a la ciudad de México —su prima me observa una vez más y se marcha.

En mi cabeza solo se repiten sus últimas palabras y siento que todo mi mundo se cae a pedazos y no hay manera de sostener mi corazón, Mia se gira y sus facciones se transforman en preocupación.

—¿Dorek?

Siento como si alguien me hubiera clavado al piso y hubiera sellado mis labios con cemento.

—¿Cuánto tiempo llevas aquí? —pregunta angustiada.

Cierro mis ojos por unos segundos por el dolor que siento en el pecho —nunca tuviste un retraso.

Ella niega con la cabeza —no.

Corazón Vertiginoso (Saga #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora