CAPÍTULO 33

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DOREK

En cuanto dieron de alta a Vielka no perdimos tiempo y tomamos un avión para poder ir a mi ciudad natal.

Desde entonces llevamos una semana aquí y Vielka todo el momento parece ausente, Edric y Sarahí se la han pasado diciendo y haciendo mil tonterías con el único objetivo de verla sonreír pero nada e incluso Edric a presionado a Nadia a que venga a verla a pesar de que por su puesto no puede viajar mucho, aún así ella llega el día de hoy por la tarde, ojalá ella pueda ser de ayuda.
Estamos sentados en la mesa de la cocina con mi hermana y mi madre mientras que Vielka no lleva ni la mitad de su desayuno aún así parece atenta a la discusión entre mi madre y mi hermana.

—Ya no te quiero escuchar decir que tú hermano es un promiscuo.

—Yo nunca digo eso —mi hermana sonríe maliciosamente— yo solo digo que tiene el gusanin muy inquieto —mi madre se cubre el rostro avergonzada— mamá no finjas inocencia —su sonrisa crece aún más— me vas a decir que nos tuviste a todos por obra del espíritu Santo —mi hermana se ríe a carcajadas y finalmente veo una reacción en Vielka.

—Parece que tú novio no conocía esta parte de ti —Vielka le hace un gesto con la cabeza a mi hermana y ella se gira para encontrar a su novio apoyado en el marco de la entreda de la cocina.

—Vaya, esto si que es interesante —dice el novio de mi hermana con un tono burlón en cambio mi hermana palidece y se para abruptamente y pasa a su lado sin dirigirle la palabra— creo que se molestó —se encoje de hombros y se retira.

Mi mamá estalla en carcajadas —por fin llegó alguien que la mantenga calladita.

Vielka asiente con su cabeza con una pequeña sonrisa en su rostro, beso su cabeza y ella se pone tensa ante mi gesto, se pone de pie y se pone a lavar los platos, mi madre me sonríe.

—Necesita tiempo —dice en un susurro mientras se pone de pie y comienza ayudarle a mi niña.

Son las tres de la tarde y Vielka está frente al televisor, hasta el momento no lo había ni querido mirar y me preocupa su reacción ante lo que está viendo.
En el noticiero están hablando de lo que sucedió hace una semana y como no se ha sabido nada de Vielka, una de las periodistas  comenta que tal vez todo es mentira y que Vielka solo quiere difamar a Kennan, la televisión se apaga repentinamente.

—Es pura basura —Edric avienta el control a uno de los sillones vacíos —mejor mira lo que te he traído cuñadita.

Vielka está temblando y la noto aún más pálida y me dirijo a ella con la intención de abrazarla pero Nadia se me adelanta.

—¿Cómo estás quimera?

Ambas se separan —estoy bien, no tenías que venir hasta aquí —Nadia frunce el ceño extrañada por la actitud de Vielka— se lo importante que es para ti tu trabajo, aunque yo creo que fuí el pretexto perfecto para ver a Edric —esto último lo dice con una sonrisa fingida.

—¡Vielka Quivera! —dice Nadia enérgicamente mientras se cruza de brazos —prometiste no volver hacerlo.

Vielka se pone de pie —estoy bien de verdad, ahora sí me disculpan necesito dormir un poco.

Todos vemos a Vielka subir las escaleras y Nadia se deja caer en sillón —esta peor de lo que pensé —cubre su rostro con ambas manos y Edric se sienta al lado de ella y la abraza.

—Es por eso que necesitábamos que vinieras, Dorek ya no sabe que hacer y todos nosotros mucho menos.

Nadia retira sus manos de su rostro y me busca con la mirada —ella es una bomba de tiempo, necesitas hacerla hablar sobre todo que exprese lo que siente —ella niega con su cabeza— la he visto hacer esto en dos ocasiones —Edric entrelaza su mano con la de ella— Vielka está haciéndose la fuerte tratando de no expresar sus sentimientos y eso solo la va llevar a tener una crisis.

Sarahí llega y se emociona al ver a Nadia, Edric y yo las dejamos solas, mi hermano aprovecha para irse nuevamente al trabajo mientras que yo voy a la habitación de mi hermana, Vielka está profundamente dormida así que me acuesto a su lado y la observo dormir, su cara sigue amoratada pero por lo menos el hinchazón a comenzado a bajar, Sarahí me ha dicho que en la noche la escucha llorar por las pesadillas, me siento un inútil por no saber como ayudar por no poder saber como hacerla sentir mejor, se que los medicamentos le ayudan para el dolor pero sé que ella también está sufriendo por dentro y quiero ayudarla pero no sé cómo porque ella no habla, no dice nada y he comenzado a desesperarme.

No sé en que momento me quedo dormido pero noto que estoy solo en la cama, está atardeciendo así que se exactamente dónde está Vielka en estos momentos, me levanto de la cama y voy directo al baño para echarme un poco de agua en la cara, cuando salgo del baño choco con Nadia.

—Lo siento, estaba buscando a Vielka.

—No te preocupes, de todas formas no la vas a encontrar aquí —Nadia me preocupada— ella siempre va a la playa a estas horas, voy a buscarla de hecho, ¿Quieres venir?

Nadia niega con su cabeza —no, ve tú.

Asiento con la cabeza y comienzo a caminar afuera de la habitación cuando estoy por bajar la escaleras la escucho hablarme nuevamente —trae de vuelta a mi amiga por favor.

Al principio no entiendo de que habla hasta que recuerdo sus palabras de hace rato —lo haré.

Salgo de casa por el jardín trasero y comienzo a caminar hacia la playa, en cuanto llego comienzo a buscarla con la mirada, Vielka está a unos metros de la casa sentada como siempre en la arena, me acerco lentamente y en lugar de sentarme a su lado como lo hecho en estos dias, me siento frente a ella para tener su atención.

—No me dejas ver el atardecer —dice un poco molesta.

—¿Porqué miras el atardecer cada día? —Vielka se encoge de hombros— se que hay un motivo.

Vielka suspira —me da paz.

Comienzo acariciar sus dedos descalzos —Se que estás pasando por un mal momento, pero no dices nada y me siento impotente no poder ayudarte.

Vielka agacha la mirada —No quiero agobiarte con lo que siento —es el diálogo más largo que hemos tenido hasta el momento.

—Me agobia no saber lo que piensas.

Vielka suspira nuevamente —duele —ella levanta su cabeza y me observa— duele mucho.

—No soy idiota Vielka, se que lo quieres de forma contraria no hubieras durado tanto tiempo con él.

Vielka cierra sus ojos —nunca creí que viviría algo como eso y mucho menos creí que Kennan fuera capaz de lastimarme así —abre los ojos y por fin veo una reacción real— tengo miedo o más bien tenía miedo, ahora tengo mucho coraje por lo que están diciendo en los medios y estoy confundida —de pronto detiene mi caricia y sujeta mi mano con fuerza— estoy confundida por todo lo que está sucediendo, siento mucho dolor por que una persona que quiero me lastimó y por otra parte mi corazón parece querer salirse de mi pecho desde que te volví a ver —una lagrima comienza a correr por su rostro— te amo, de eso no tengo duda puesto que nunca pude dejar de amarte y eso lo comprobé cuando me besaste.

En cuanto escucho sus palabras no lo pienso más y la tomo del cuello y la acerco a mí hasta que nuestros labios finalmente se tocan, la beso lentamente con temor a lastimarla pero aún así intento hacerle saber lo que me hace sentir con cada caricia de nuestros labios, la siento temblar y decido separarme por miedo a estarla lastimando.

—Lo siento.

Vielka comienza a llorar y yo la atraigo a mi pecho con cuidado de  no lastimar su brazo, Vielka grita y me desgarra el alma escucharla asi, no se que tan fuerte habrá sido su grito para que Sarahí y Nadia hayan salido a ver que sucedía, está última parece comprender algo que mi hermana y yo no porque solo me sonríe y se lleva a mi hermana.

El sol ya se ha metido y lo único que alumbra la playa es la luna, la verdad no sé cuanto tiempo pasa hasta que finalmente Vielka se calma, ella sigue aferrada a mi pecho mientras que yo acarició su espalda —lo siento.

—No te preocupes niña.

—Estuve conteniendome tanto que no había ni siquiera podido llorar.

—¿Ya estás más tranquila?

Vielka suspira y asiente con la cabeza —si, y ya se lo que quiero y tengo que hacer.

Corazón Vertiginoso (Saga #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora