CAPITULO 3

203 36 9
                                    

Regla #15: Sigue tus instintos.

VIELKA

Después de pasar el resto mí fin de semana confinada mi habitación, debido a mí casi accidente con un posible atropellamiento, regreso a la universidad, esta vez llego temprano ya que mi padre me ha traído a la universidad, además de que así va a ser de ahora en adelante para así poder evitar un nuevo incidente.

Nico al igual que mi padre me da todo un sermón sobre mi seguridad y sobre que debo ser más precavida, y no es que no lo intente pero de verdad los accidentes me persiguen, ahora no se me hace una mala idea el seguro de vida, con el que bromeo mi tío.

Después de que finalizan las clases Nico y yo nos dirigimos hacia la biblioteca de la universidad y para mi muy mala suerte ahí está el sexy patán, tengo que admitir que soy una más de las que babea por él pero yo si soy realista, ya que sé que el sujeto jamás se fijaría en mí, además de que al parecer me detesta. Nico y yo nos sentamos frente a su mesa por lo que no puedo evitar mirarlo de vez en cuando, motivo por lo cual recibo una que otra reprimenda de parte de Nico.

Cuando finalizamos de estudiar ambos salimos de la biblioteca pero me doy cuenta que deje mi lapicero dentro de la biblioteca por lo que me despido de Nico y quedamos de vernos el día de mañana en clases, entro en la biblioteca y cuando recojo mi lapicero no puedo evitar darle un último vistazo al sexy patán, solo que esta vez soy atrapada por su mirada, el me frunce el ceño y vuelve su mirada hacia su libro, me golpeo mentalmente por ser tan tonta y ser descubierta por él.

Salgo de la biblioteca y antes de irme paso al baño hacer mis necesidades, una vez lista salgo del baño y me dirijo a la salida de la universidad y yo de plano debí haber roto muchos espejos en mi otra vida por que mi maña suerte aún no termina, y es que frente a mi esta Emmanuel, camino hacia él a paso lento y para ser sincera algo indiferente.

—¿Por qué no respondes mis llamadas?

—Porque lo tuyo y lo mío ya terminó.

Emmanuel pasa una mano por su cabello —Vielka, de verdad lo lamento, entiende que me espante —trata tocarme pero yo me alejo— ¿Cómo querías que reaccionará?

Niego con la cabeza —sabes que es lo peor, que fue solo una broma pero tú demostraste lo cobarde que eres.

—¡Ya te dije que me asuste! , no conozco a nadie que no se asuste con la idea de ser padre a esta edad.

—Pero tú simplemente actuaste como un cobarde y cuando supiste que era una broma fue cuando quisiste arreglar las cosas.

—También tienes que aceptar que tu broma no fue nada graciosa.

Resoplo con frustración porque tal vez tiene razón en eso, de pronto algo
capta mi atención y es que veo al sexy  patán pasar frente a mi y se me ocurre una idea —ya tengo novio.

Emmanuel me mira incrédulo —¿De verdad?

—Así es y te lo voy a presentar.

Corro para alcanzar al patán y me abrazo a su brazo, me sorprendo de lo alto que es ya que le llego a la altura de su pecho, aunque todo mundo es más alto que yo, sobre todo porque mido muy apenas el metro cincuenta, me doy cuenta que él me mira extrañado —¿Qué quieres pequeña babosa?

Abro los ojos como plato —¿Cómo te atreves a decirme así?

—Pues eso es lo que pareces al aferrarte a mi brazo de esa manera —señala lo obvio con la mirada.

Le sonrío y lo suelto —¿podrías fingir ser mi novio? Por favor.

El comienza a reír y su risa me hace estremecer y no de la manera incorrecta —ni lo pienses niña.

Corazón Vertiginoso (Saga #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora