CAPÍTULO 31

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Dorek

Haber podido besar sus dulces labios una vez más me había devuelto algo que había perdido hace años, mi corazón. Supe que ella podría ser mi perdición desde aquella vez que la vi por primera vez, ella observaba de una manera encantadora uno de los árboles de la universidad pero la magia se rompió en cuanto sentí la mirada de la prima de Mia, quise regresar a disculparme con Vielka por haber chocado con ella pero aquella mujer me hizo seguirla con la promesa de saber algo de Mia, al final fue mi niña quien me ayudó a encontrar a Mia y en el transcurso de su búsqueda yo caí totalmente enamorado de ella.
El único que sabía la historia completa era Edric, él podría ser un maldito puto pero también era el mejor para dar consejos en el amor, contradictorio lo sé pero así era él.
Edric nunca se cansó de decirme que debía luchar por el amor de Vielka y le agradezco su enorme ayuda, ya que sin él ni siquiera me habría enterado de que Vielka estaba aquí y mucho menos me hubiera enterado de que se hospedaba en el mismo hotel que nosotros.

A pasado media hora desde que la deje en su habitación y ya me estoy volviendo loco, no pienso volverla a perder, no importa lo que tenga que hacer, de lo que estoy seguro es que ella pertenece a la regla número 1.

Estoy recostado en mi cama esperando a que llegue Edric aunque no creo que vuelva en toda la noche, mi celular suena y me sorprendo al ver que es el susodicho.

—¿Ya terminaste con tu nueva conquista?

—Hermano —la voz de Edric se escucha alterada —quiero que estés tranquilo.

—¿Qué sucede?

—Estoy con Vielka, vamos rumbo al elevador —lo escucho sorber la nariz y apenas me pongo una playera y mi pantalón corto y salgo de la habitación corriendo, y me dirijo a los elevadores y veo que efectivamente el elevador está detenido en el piso de de Vielka —¿Dorek?

—¿Qué le sucede a Vielka?

—El cabrón de su novio la ha golpeado —escucho a mi hermano que vuelve a sorber su naríz, mientras que yo voy bajando las escaleras de dos en dos, lo bueno es que solo estoy en el segundo piso así que me es más fácil llegar al primer piso, me planto frente al elevador esperando a que las puertas se abran —no vayas a salir con tus estupideces.

—Ya estoy aquí abajo esperándolos.

Terminó la llamada cuando veo que las puertas del elevador se abren, los paramédicos sacan la camilla y veo a mi hermano limpiarse las lágrimas, me armo de valor y me acerco a los paramédicos diciendo que soy médico por lo que pronto uno de ellos comienza a decirme que la paciente tiene el brazo fracturado, una contusión y varios golpes en el cuerpo.
Siento la palma de la mano de mi hermano en mi espalda y se lo agradezco porque la imagen que tengo frente a mi no es nada fácil, Vielka tiene el rostro todo ensangrentado y lleno de golpes, siento formarse un nudo en mi garganta al ver su brazo quebrado, me doy cuenta que es el mismo que se quebró hace años.

Nos subimos a la ambulancia y mi hermano se queda en el hotel para avisarles a los demás, el tiempo en que tardamos en llegar al hospital se me hace eterno, cuando llegamos me niego a separarme de ella por suerte nadie sabe que la conozco y mucho menos que es la mujer a la que amo.

Varias veces habían salido noticias de que Kennan había golpeado a sus parejas pero después sus ex novias retiraban los cargos o muchas veces las demandaba por difamación, ahora me doy cuenta que todos esos rumores eran ciertos y lo peor es que mi niña lo tuvo que vivir en carne propia, espero que ese imbecil pague por lo que le hizo.

Después de hacerle ciertos estudios y inmovilizar su brazo la llevan a su habitación, me aseguro que este bien antes de salir y encontrarme con mis hermanos, mi hermano Nathan es el primero en abrazarme y me dice que su esposa no pudo venir porque se quedó con su hija, le doy las gracias por estar aquí, la siguiente es mi hermana quién me da un puñetazo en el hombro y me pregunta por el estado de Vielka, le comento que hasta el momento parece que todo está bien dentro de lo que cabe, Edric se acerca y me abraza ambos lloramos, se que él lo hace por las condiciones en las que la vió y yo porque me duele lo que le ha sucedido, Edric me dice una y otra vez que esto no es mi culpa y por primera vez le doy la razón, ese imbecil tarde o temprano terminaría lastimandola.

Después de estar un momento más con mis hermanos me voy a la habitación de Vielka y la escucho quejarse por lo que me acerco rápidamente y sostengo su mano sana, ella abre poco a poco sus ojos pero solo los logra abrir un poco ya que ambos están hinchados por los golpes.

—Hola mi hermosa niña.

Vielka hace una mueca de dolor —estas aquí —dice con dificultad.

—Aquí estoy mi niña y esta vez no pienso irme a ningún lado.

Una lagrima se escapa de uno de sus ojos por lo que me acerco y la limpio con mucho cuidado de no lastimarla —fue ... —ella suspira— fue horrible —mas lágrimas escapan de sus ojos—pensé que me iba a matar.

—Tranquila —intento abrazarla pero ella se sobresalta, me da miedo pensar que tal vez él quiso abusar de ella— no te voy a lastimar.

Ella asiente con su cabeza —lo se, es solo que me duele todo el cuerpo.

Eso lo entiendo perfectamente pero aún así tengo que asegurarme que no intento forzarla —¿Él intento forzarte?

Sus ojos reflejan sorpresa ante mi pregunta pero inmediatamente se relaja y niega con la cabeza —no, solo me golpeó una y otra vez como si fuera un maldito saco de boxeo —ella llora más fuerte y está vez me subo a la cama con sumo cuidado de no lastimarla y la atraigo hacia mi pecho, ella se aferra a mi playera y presiona su rostro en mi pecho— te juro que pensé que iba a morir.

Cierro mis ojos como si eso me ayudara para calmar la furia que siento dentro de mi, Vielka me necesita bien en este momento, ella necesita paz por lo que se me ocurre una idea.

—Aún me quedan dos semanas de vacaciones así que pensé que tal vez te gustaría acompañarme a visitar a mis padres —ella se separa de mi y su ceño está fruncido, puedo notar claramente la confusión en su rostro —lo siento, yo solo pensé que necesitas unos días de paz.

Su boca se estira un poco queriendo convertirse en una sonrisa —¡Auch! —se queja por lo adolorido que tiene su rostro —me encantaría ir a visitar a tus padres.

Beso su frente —en cuánto te den de alta lo haremos.

A la mañana siguiente ya todo mundo se ha de enterado del incidente de la reportera del canal de deportes extremos, muchos esperan que Kennan pague por sus acciones, mientras que otros dicen que posiblemente Vielka solo ha hecho esto para perjudicar la carrera del motociclista.
También el personal del hospital se han enterado que somos más que conocidos por lo que sí me lleve una que otra reprimenda pero eso no me importa mientras pueda estar a su lado.
A pesar del medicamento su rostro se ve aún más hinchado y amoratado, pero a pesar de todo ella no se queja.

Vielka me ha hecho saber que su padre llegará hoy por la tarde por lo que estoy un poco nervioso, no quiero que el señor llegue a pensar que tuve algo que ver con lo que pasó, como sucedió hace años cuando por culpa del ex novio de Vielka nos accidentamos.

Corazón Vertiginoso (Saga #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora