Me observó en el espejo y me encanta como se me ve el vestido, no puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido, hace dos años que volví a reencontrarme con Dorek y hace un año que me fuí a vivir con el a la ciudad de México, me cansé de llevar nuestra relación a distancia, así que un día pedí mi cambio a la televisora que está en México, mi jefe conociendo ya mi historia acepto mi cambio sin ningún problema.No voy a mentir que hay días que quiero matar a Dorek y es que es sumamente protector sobre todo cuando sabe que ando en la moto, y hay veces que no lo puedo culpar ser asi, sigo siendo algo torpe y eso le pone los pelos de punta pero de algo estamos seguros los dos, que nos amamos y que sólo queremos compartir nuestras vidas lo que resten de ellas.
La puerta se abre y veo por el reflejo del espejo a la mamá de Dorek, ella se ve hermosa con su vestido azul que resalta el tono de sus ojos.
—Te ves preciosa —se acerca y besa mi mejilla —solo vine a ver que ya estén listos tu y Dorek.
Y para responder su pregunta la puerta de la habitación se vuelve abrir y ahí está el amor de mi vida —mamá, ¿Qué haces aquí? —él niega con la cabeza —mi padre anda como loco buscándote, es hora de irnos a la playa.
La madre de Dorek suspira profundamente —otro de mis bebés se va casar.
—No te preocupes mamá aún te quedan dos bebés más.
Ella se ríe y niega con la cabeza —algo me dice que ustedes dos son los próximos.
Dorek se acerca a mí y me abraza —no le des ideas mamá.
—Dorek aún no quiere sacar el anillo que tiene guardado en el cajón de la ropa interior —digo en tono de broma pero Dorek se separa de mí y me observa preocupado.
—¿Cuándo lo encontraste?
—Espera, ¿si tienes uno escondido?
Él frunce el ceño y su rostro se ve claramente confundido, la mamá de Dorek comienza a reírse —ustedes dos son todo un caso.
La puerta se abre y el padre de Dorek nos indica que es tarde para la boda, así que todos salimos corriendo rumbo a la playa donde será el gran evento.
La boda estuvo hermosa y los novios se veían estupendos además de felices, no puedo creer que dos de los hermanos Smythe ya estén casados pero me da felicidad de por lo menos haber presenciado la boda de uno de ellos.
Me abrazo tratando de calentar un poco mi cuerpo y es que el viento nocturno se siente un poco frío, pero es que no puedo evitar estar frente a la playa, no se ve nada en realidad pero me encanta escuchar las olas del mar tronando en la playa.—Sabía que te encontraría aquí —la voz de Dorek me sorprende un poco, me doy la vuelta y ahí está él tan guapo como siempre, aunque desde la tarde está un poco nervioso por haber sido descubierto acerca del anillo. Se acerca lentamente y me hace girarme nuevamente y me abraza colocando sus manos en mi vientre y apoya su barbilla en mi hombro, mientras que yo apoyo mis manos en sus brazos— mi amor por ti es es como las olas del mar —giro mi rostro hacia él pero su mirada está fija en el mar— intente huir de mis sentimientos, me aleje de ti pensando que era lo mejor para los dos pero al final fue más fuerte este amor que siento por ti el que me hizo luchar por ti —lo siento mover sus manos algo nervioso, es la primera vez que lo escucho hablar así y me asusta de alguna manera— prometo luchar por ti todos los días de mi vida y siempre regresar a ti como las olas regresan al mar —siento que desliza algo en uno de mis dedos, para ser específica en mi dedo anular de mi mano izquierda —¿Te casarías conmigo?
Él se separa de nuestro abrazo y se coloca frente a mi esperando una respuesta, en cambio yo observo el fino anillo en mi mano con la pequeña piedra que a pesar de la obscuridad brilla con la poca luz que nos brinda la luna, levanto mi rostro y comienzo asentir como loca —¡Si!, ¡Si! Y ¡Si!.
Dorek me estrecha entre sus brazos y busca mi boca donde sus labios se funden con los míos sellando este momento que jamás imaginé que podría llegar a suceder, mi corazón late vertiginosamente como siempre lo ha hecho cuando se trata de él.
Fin.
ESTÁS LEYENDO
Corazón Vertiginoso (Saga #1)
RomanceDorek Smythe creció en un mundo donde la velocidad y la adrenalina eran algo común en su día a día, pero qué ocurre ¿Cuándo la velocidad te arrebata lo que más amas?, ¿Cuándo la pasión por la adrenalina ya no es más tu amiga?, ¿Cuándo la persona que...