Sicario. {Frerard}

C3

Familias importantes:
Los Leto.
Los Urie.
Los Stump.
Los McCracken.
Los Pelissier.
Los (?)
(Hay cosas que Robert no me quiere decir.)

Nota importante:
Llamar a Bob, Robert.
No ir a la casa de la señora Thompson por un tiempo. (Maté a su gato.)
Comprar un lápiz nuevo.

Nota importante dos:
Se robaron mi cochinito.
(Lo cual no importa por qué solo tenía diez dólares en él.)
Decirle a Mikey que su gato nuevo escapó.

Palabras claves:
Calcetín.
(Creo que Robert me está viendo la cara)

Los Leto.
Jared Leto, líder.
Cuenta con dos manos derecha.
Shannon Leto y su amante, Quil.
Quería mi culo, no se lo di, me sacaron a la primera semana.
Sin oportunidad de regresar después de que quise demostrar mi habilidad para matar como si revivieras el asesinato del John F Kennedy.
Rechazado, naturalmente.

Los Urie.
Brendon, el frentón, Urie.
Ryan Ross, mano derecha.
Quería mi culo para su bola de idiotas. (Clientes)
Por supuesto me negué.
Duré media semana.

Los Stump.
Patrick Stump, líder.
Peter Wentz, y su hermana Megan Stump, sus manos derechas.
No quería mi culo para él pero sí para su hermana.
Bueno, me considero homosexual hasta cierto punto.
(Eso, y Megan entró desnuda a media noche a mi habitación. Por supuesto me negué.)
Dure tres semanas. (Donde más he durado.)

Los Pelissier.
Matt Pelissier, líder.
No tiene mano derecha.
Su familia es muy chica, apenas notoria, pero hacen buenos trabajos sin dejar rastro.
Naturalmente, y como todos, quería mi culo.
Se lo negué.
Lo intento, se lo seguí negando.
Me corrió a la segunda semana.

Los McCracken.
Bert McCracken, líder.
Jeph Howard, mano derecha.
La historia de mi vida. Quería mi culo. No se lo di.
(Osea, por que todos quieren mi culo?)
Se mantuvo dos semanas esperando por mi, se cansó, me corrió.

Nota importante:
Llamar a Robert en caso de que todo falle.

888- 567-499

- Gerard?- Levantó la vista de su libreta de apuntes mirando hacia el rubio mastodonte que casualmente siempre solía ser su salvador cuando le echaban de las familias.

- Bob!- Incorporándose enseguida para así abrazarle. Bob levantó su mano impidiéndoselo mientras hacía una mueca de desagrado. - Robert?-

- Mucho mejor. Siéntate gordito.- Expresó en burla. Gerard resopló sentándose mientras jugueteaba con su lápiz del tamaño de una hormiga, figuradamente.

Ya casi no tenía dinero, y si gastaba en su lápiz, no comía en los próximos tres días.

- Bert McCracken me echó.- Canturreó en un tono depresivo. El rubio rodó los ojos llamando a un mesero del lugar que enseguida se acercó a la mesa.

- Un moka con leche de soya, por favor.- el mesero asintió mirando entonces al pelinegro que parpadeó haciendo sus mejores ojitos al rubio. Este chasqueó la lengua. - Y un americano para el gordo.- El chico se tensó apuntando entonces la segunda orden, huyendo de ahí.

- Podrías ser más amable con el apodo que me pones?...

- No.

- Esta bien. Al menos lo intente.- Murmuró bajito. Bob negó apoyando su rostro en su mano derecha que se había apoyado a la mesa y miró al pelinegro con lastima.

- Solo tienes que dar el culo, Gerard. Qué hay de difícil en eso?, te ahorrarías el vivir... Así!- Expresó abiertamente.- Ellos buscan dominarte, y como no?, pareces un oso gigante!- Su nariz respingada se arrugó mientras bajaba la mirada a su libreta de apuntes.

- No quiero ser violado solo para poder trabajar como asesino, Robert... Y nadie me quiere aceptar sin tomar mi culo. Necesito tu ayuda, por favor!- Dijo juntando ambas manos en modo de plegaria mientras cerraba sus ojos.

- Y que se supone que haga!?- Gruñó el mastodonte. Gerard balbuceó por un momento bajando las manos y pellizcándose estas nervioso.

- Hablar con ellos?...- Rió casi inaudible.

El rubio apretó los dientes a punto de gritarle que se fuera a la mierda y volviera de una vez al pueblo de donde vino, cuando el mesero llegó con sus ordenes, y vio al gordito agradecer con una gran sonrisa mientras tomaba el café con alegría.

Como si tomar el americano fuera lo mejor que le hubiera pasado en días.

Suspiró y entonces, decidido de que ayudaría al gordito aunque sea un poco.

- Los Iero.- Pronuncia Robert con las manos creando una ovación de grandeza en el nombre. - Esos si son sicarios de los buenos, Gerard.- Enseguida dejó de tomar su café abriendo la boca asombrado.

- Dónde los encuentro!?- Dijo el lindo gordito con los ojos brillándole de la felicidad.

- En todos lados. Pero tienes que hacer que se fijen en ti. Ellos no son como con los que has trabajado hasta ahora, Gerard. Si entras a su familia, si realmente entras, jamás podrás salir.-