C48

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Cuando tú me besas, el mundo realmente se detiene. El sabor de tus labios saben de una manera única, una manera que me encanta aunque no tenga un sabor específico. Y me encanta cuando te apegas a mi cuerpo, entonces entierro mis dedos en tu piel siendo poseso por qué si no lo hago, creo que podrías irte en medio de nuestra intimidad. Y tu mirada fija que no me deja respirar. El sonrojo que me causa cuando tus ojos ven hacia mis labios, y sueltas entonces pequeños besos en mis mejillas. Y tomas mi mano acariciándola. Y luego la llevas a tus labios y la besas de igual modo de manera tan delicada. Como si fuera de cristal.

Entonces solo me haces amarte más.




Gerard repetía una y otra vez lo que en su libreta de apuntes había anotado. Se supone que debería estar preparando sus votos matrimoniales y lo que tenía hasta ahora, no parecía para nada algo matrimonial.

Rezongo para sí mismo sin saber qué hacer a continuación.

Mikey estaba frente suyo. Se parecía a Mikey. Se veía justo como él. ¿Pero realmente lo era?... Estaba demasiado ido. Demasiado... Perdido.

- Oye, te estoy hablando.- Le dijo en un puchero.- Frank regresa en dos días y aún no tengo nada.- El rubio rodó los ojos ya harto de las quejas de su hermano.

- ¿Y qué se supone que debes de tener?- Le preguntó en un tono amargo. Gerard sonrió emocionado.

- Los votos de nuestra boda. Los míos. Me dijo que quería casarse lo más pronto que se pueda. Que no le importa hacer o no una fiesta. ¡Y le dije que nos casáramos y ya!

- Hmm...

- Pero entonces tuvo que ir a atender un asunto por ahí... Y bueno. Se fue por tres días. Ya lo sabes.

- Hmm...- Volvió a soltar el menor. ¿Acaso su hermano creía que era estúpido?- ¿Y ya escribiste algo?- Gerard asintió repetidamente mostrándoselo. Mikey entornó los ojos poniéndose rojo y entonces soltó la libreta regresándola y desviando la mirada.

- ¿Qué ocurre?.... ¿Tan feo está?- Mikey negó tratando de regular su respiración.

- No es nada. Si eso has escrito supongo que está bien así.- Gerard se desparramó en su asiento.

- Pero Mikey.- Alargó el nombre.- Deberías darme algún consejo... ¿Tal vez no debería casarme aún?... ¿Será que es muy pronto?, digo, apenas cumpliré veintiún años...- Murmuró bajito. El rubio quería decirle al mayor que se callara de una vez cuando su pantalón vibró, entonces sacó su celular y vio en la pantalla un mensaje nuevo.

"Estoy en casa."

Arriba de aquel mensaje aún se hallaba el suyo.

"Avísame cuando llegues. Quiero verte." Acompañado de una carita apenada.

Casi le da un ataque y se atraganta.

-...Mikey- Regresa a la realidad donde su gordo hermano mayor sigue jodiéndole con lo mismo, hartándose.

- Ya cállate, Gerard. ¡Por Dios!; por supuesto que es muy pronto para casarte con él. Apenas tienen meses de estar saliendo. En vez de eso solo cómprate un ligero y báilale de alguna forma en la que creas que te veas sexy o no se... La verdad es que no entiendo cómo puede gustarte ese viejo.- Arruga la nariz enseguida frunciendo el ceño.

- ¡No está viejo!- Mikey alza una ceja.

- Tiene casi treinta. Solo quiere coger contigo. ¿Has pensando siquiera si realmente lo único que quiere es tener sexo contigo cuando quiera?

- ¡Mikey!

- ¿¡Que tal si confunde su fetiche por tus lonjas por amor!?- Hizo un enorme puchero cerrando su libreta y poniéndose de pie. Le vio con decepción y negó.

- No sé qué pase por tu cabecita hormonal en este momento, pero me decepcionas. Frank es la persona de la que me enamoré. El dulce, atento, increíble. Si, tiene casi treinta años. Si, es mucho mayor que yo. Pero sé que me ama, a mí y a mí sobre peso.- Suspiró pesado.- No sé que ocurra contigo y con... Bob.- La boca del menor se abrió enseguida impactado.- Pero arréglalo y deja de amargarte por cosas que no lo son todo. Relájate por qué si no te tomas la vida con calma solo saldrás perjudicado. Te lo digo como tu hermano mayor.- Asintió para sí mismo y solo salió de ahí.

Caminó algo contrariado por los pasillos de las habitaciones e incluso pensó en qué tal vez, solo tal vez, Mikey tenía razón.

Sweet Pea le recibió con sus ladridos a lo que bajó a saludarla y acariciarla con ternura:- Hola Pea... ¿También extrañas a papá?- La cachorra solo ladró aún más y sonrío.

Negó.

Claro que Frank le amaba. Claro que quería casarse.

Y claro que debía conseguirse el ligero.

Después de todo, Mikey le había dado una gran idea.

***
Hola :)
La verdad es que aquí debía de haber destroya pero solo llevo dos días en la uní y ya me las veo negras.

Tal vez ponga un horario específico para actualizar, no lo sé.

Ya no quiero seguir alargando esta historia así que espero pronto terminarla y empezar los proyectos nuevos para ustedes haber si les gustan.

En fin.
En el próximo si habrá destroya.

Aunque aún ando confusa con el final.

Esto es relleno.

Perdón si esta aburrido.

Lo de los votos matrimoniales de Gerard se me ocurrió por experiencia personal :b ya se, algo muy cursi que me salió :/

Si siguen hasta aquí, se los agradezco mucho.

Gracias por leer los amo.

Sicario. {Frerard}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora