C26

1.8K 248 84
                                    

Gruñó como toda una bestia impulsándose hacia él y estampando sus labios a los suyos.

Brusco y demandante, Frank metió su lengua a la cavidad del gordito mientras esté intentaba llevarle el ritmo apresurado.

Intentaba también agarrarse de él, subiendo sus manos a su nuca, atrayéndolo más.

Había funcionado?

Seguía vivo?

A Frank realmente le importaba él como para no haberle dado un buen golpe y sacado a rastras!?

Bueno, esa violada a su boca se lo confirmaba.

Estrellándolo en el suelo, sus tatuadas manos de amoldaron a su cuello, soltando sus labios para bajar por su mentón a este, donde la piel lechosa permitía crear marcas.

Preciosas marcas.

Frank gruñó aún más antes ese descubrimiento, frotándose entonces sobre él, bajando sus manos a abrirlo a su merced y luego seguir besándolo.

Gerard no se opuso, hasta que ya no era suficiente con solo frotarse, y ambos estabas duros como rocas. Separándose incluso y soltando pequeños hilos de la saliva del otro mezclada.

Se puso de pie atrayéndolo a él enseguida, empujándole a la cama. Enseguida volvió a besarle queriendo quitarle la ropa.

- Te necesito, carajo. Maldito gordo. Que me hiciste...- Maldijo en susurros, dedicándose a quitarle la chaqueta y alzar su camisa, mordiendo pequeñas partes de su cuerpo, dejando marcas.

Gerard miraba al techo y se sentía en el cielo, soltando aire errado.

- F-Frank... Espera...- Ahogó un gemido cuando las manos del tatuado entraron en sus pantalones aún sin desabrocharlo, jugando con su duro miembro, causándole escalofríos.- Aquí tu... Realmente te acostaste con ella?...- Jadeó. Por un momento se sintió ignorado así que con fuerza de voluntad le hizo parar, empujándole leve.- Frank!...

- Maldita sea!, si, carajo. Me la he follado, bien!?- Le miró con furia y Gerard realmente quería creer que no se veía tan patético de estar haciendo un puchero y temblar levemente ante sentirse de ese modo traicionado.- Oh, no!. No llores, Gerard!, yo te lo advertí!, yo!...

- Tu solo querías alejarme de ti.- Dijo por él. Frank trató de negar.- Solo buscas excusas.- Quiso negar de nuevo.- Y si me mientes, te juro que seré yo quien abandone esta familia, Frank!- Le señaló amenazante, y por los demonios que lo atormentaban, sabía que era cierto.

Y joder no, nadie se llevaría a su gordito, y menos dejaría que se fuera.

Gruñó apoyando su frente en su pecho, aspirando su aroma y oyendo su errática respiración.

- Escúchame bien, que no me gusta repetir las cosas.- Sentenció.- Te quiero. Si, bien?, si te quiero. Y si, me he portado como un idiota por qué ya no sé cómo manejar ese tipo de mierdas. Diablos, es difícil!, entiendes?, sobre todo por que me gusta alguien con una pija que parece una vagina.

- Tengo pene grande!

- No, no lo tienes. Pero está bien. Del tamaño que lo tengas, está bien para mí, por qué obviamente cuando hagamos esto, seré yo quien te profane. De ninguna manera tú, lindo.- Gerard se mordió el labio sin siquiera poder protestar, siendo besado de nuevo, esta vez con más profundidad y menos brusquedad. Le sorprendía de hecho que el contacto quemara y el vientre le cosquilleara de una forma peculiar.

Se combatieron en lengua por lengua hasta que se detuvieron para respirar. Gerard ocultó una tímida sonrisa a lo que el castaño solo bufó:- Vamos.- Le jaló hasta enderezarse.- Mandaré a alguien por tu ropa mañana.

- Qué?, a dónde vamos?

- No esperabas dormir aquí, o si?... En tu cama me follé a Lindsey.- El gordito hizo una mueca.- No volverá a pasar, bien!?, en mi defensa solo estaba pagando una cuota. Además, ahora que dejamos las cosas en claras, dormiremos juntos hasta que se te ocurra la manera de prepararte para mí.

- Prepararme?

- Si. Prepararte para tener mi miembro dentro tuyo.- Y aunque hizo una mueca, y después fue exhibido frente a varios de sus hombres, a medio vestir gracias a Frank, Gerard estaba simplemente feliz con su situación actual, lo demás salía sobrando.

Sicario. {Frerard}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora