C43

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La cena de las familias se llevó a cabo en un salón aparte de donde había sido la reunión.

El gordito, apenas y entró había ido rápidamente a la mesa de aperitivos, a pesar de su notorio encorvamiento y cojera.

Frank disimulaba no verlo mientras saludaba a los demás jefes de otras familias y uno que otro sicario que habían presentado aquel día más temprano.

Se acercó al pelinegro viéndole con una ceja levantada.

- ¿Piensas acabarte toda la mesa?- Gerard mordisqueaba un brownie con lentitud mientras alzaba sus esmeraldas hacia el tatuado, parando de mascar enseguida mientras negaba.

- Lo siento, Frankie.- Tratando de pararse recto mientras se limpiaba las migajas.- Es que tengo hambre.- Agregó en defensa propia, tragando duro lo que quedaba.

El castaño rodó los ojos limpiando con su pulgar el costado de su boca donde una migaja quedaba.

- No quiero que te me vomites encima.

- ¡Eso no pasará!- Sonrió.- Uno que es resistente.- Al tiempo en el que palmeaba su panza y una que otra longita retumbaba.

- ¡Frank!- Fue llamado antes de siquiera responder a Gerard, volteando a ver a un tal McCarty. Uno de los antiguos que había perdido su reputación poco a poco por su falta de habilidad de contratar buenos sangre frías. - Que gusto verte muchacho. ¿Me harías el honor de acompañarme a fumar un puro?

- Que hay viejo. Claro.- Asintió cortamente dejando que el viejo avanzara para así girarse leve ante Gerard que le sonrió con dulzura asintiendo.

- Ve. Estaré bien. Yo mientras me quedaré aquí un rato y luego esperare a que sirvan la cena.- Asintió para sí mismo.

- Si sigues comiendo estas cosas ya no querrás la cena. No abuses.- Le dijo de manera resignada antes de depositar un beso casto en sus labios e irse.

El gordito le vio caminar hasta perderse entre la gente y así ver a todas partes mientras se debatía entre hacerle caso o no a un polvorón que le estaba haciendo ojitos.

Y bueno, él no ignoraba a un polvorón así de bueno como ese se veía.

Se encogió de hombros cayendo a sus encantos y llevándoselo a la boca, saboreándolo lentamente para así llevarse otro.

Se encargaría de llevarse unas casa, aunque para eso tendría que robarlas.

Bueno, nadie más que él las estaba comiendo así que no se desperdiciaran, ¿cierto?

Que va, que era excusa de un gordo.


A unos metros y sin que se dieran cuenta, lleno de celos e irritación, un castaño le observaba.

Receloso mientras tomaba una copa de vino de golpe, sirviéndose más de la botella que estaba a su lado.

Sintió náusea severa cuando vio como el gordo tragaba esas galletas con chispas y ugh ¿¡cómo podía embutirse esos macarrones de vil y puro chocolate!?

¿Sabía acaso cuántas calorías tenía eso?, maldito gordo.

Seguro aplastaba a su Frankie cuando le montaba.

¿Acaso no le daba asco que tremenda cosa se tragara su miembro?

A él si.

Tomó de golpe otra copa sintiéndose más liviano.

Las agallas estaban listas así que sacó su celular mandando un mensaje rápido para así servir más vino en la copa y ponerse de pie caminando hasta la mesa de aperitivos.

Sin querer se tropezó derramando algo de vino en el traje de un invitado más.

- Carajo.- Se quejó. El gordito respingó mirándole algo perdido.

Cuando le reconoció esperó algún insulto de parte del castaño pero no lo recibió, lo que solo le hizo pensar que posiblemente el rencor de Shannon hacia su persona había quedado atrás.

- Oh, ¡está bien!, lo lavaré con un poco de agua y ya está.- Dijo lo más tranquilo posible.

Shannon alzó una ceja más que irritado con solo oír esa voz chillona hablar.

- Es vino.

- Enserio no importa.- Alzó las manos negando con estas y retrocediendo, pisando la galleta que se le cayó cuando ocurrió el incidente.- Iré al baño ahora mismo.- Señaló.- Un gusto saludarte, Shannon.- Despidiéndose así.

Bueno, no le caía mal, a pesar de que al parecer, según recuerda, estaba enamorado de Frank.

Y le odiaba.

Y bueno, le repudió de su cartel cuando intento ser un sicario con los Leto.

En fin, borrón y cuenta nueva era su lema. Bueno, desde hacía dos minutos.

El caso es que prefería llevar las cosas en paz.

Entró al baño empezando a lavarse la mancha de vino cuando vio como Shannon entraba a este también y cerraba la puerta.

El castaño caminó revisando cada cubículo hasta estar seguro de que no había nadie, tomando más vino de la botella que traía en mano y viendo al gordito con superioridad.

- ¿Qué estás haciendo?...- Preguntó algo confuso.

Shannon le señaló tomando otro trago para así acercarse y aclararse la garganta.

- Voy a matarte.- Y antes de que pudiera hacer algo más, el castaño alzó la botella pegándole duro en la cabeza y haciéndole ver estrellas.

***

Alguien hizo algo malo :,c

Atrasare las historias que les había dicho que haría por qué se me ocurrió la "fantástica" idea de subir una nueva Fic que también se  me ocurrió apenas ayer ;v

Y como la desesperada que soy y nunca paro...

En fin. No quiero acumularme de muchas cosas así que iré con calma :c

Perdonen.

Opiniones de esto?

Sicario. {Frerard}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora