DOS

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Desperté de manera brusca con la luz del sol en mi rostro.

"¡Esto es increíble! No pasas ni una semana en la escuela y ya llegas ebria a las cuatro de la mañana" Escuché la voz de mi madre que abría las cortinas de la ventana.

Solté un gruñido y sentí un desagradable dolor de cabeza invadirme por completo.

"Ni pienses que saldrás este fin de semana, te lo prohibo. Levántate y ventila tu habitación, huele como si alguien hubiese muerto de cirrosis aquí mismo. Ah, y comienza a beber agua, hoy nos vas a faltar a la escuela por tu alcoholismo" Solté un suspiro y miré el techo por unos segundos.

Mi madre me había dejado unas pastillas para la resaca en la mesilla junto a mi cama. Se lo agradecía mucho.

Después de tomarme las píldoras con un vaso de agua, caminé como un zombi hacia el baño.

Abrí la llave del agua caliente y comencé a desvestirme. Me distraje durante unos segundos con mi reflejo en el espejo.

"Mierda" Murmuré mirando mi rostro. Fruncí mi ceño al ver una marca morada en mi nariz. La toqué con mis dedos y solté un gemido de dolor. "¿Qué demonios pasó anoche?"

Me metí en la ducha y sentí el agua caliente relajar mi cuerpo. Cerré mis ojos y recordé una escena. Un sentimiento.

Una imagen de dos manos sosteniendo mi rostro llegó a mi mente, mis labios chocando contra otros. El deseo.

Un grito de mi madre apurándome, me sobresaltó. La voz de Mila comenzaba a invadir mi mente. Estaba gritándome, enfadadamente.

Abrí los ojos asustada, volviendo a la realidad. Cerré la llave del agua y apoyé mi cuerpo contra las baldosas fría. Mi cuerpo volvió a sobresaltarse.

Me recordaba a mi misma, golpéandome la cabeza contra el piso.

Los recuerdos iban golpeando violentamente mi mente.

"¡Zorra! ¡Zorra! ¡Eso es lo que eres, una perra sin vergüenza!"

"Yo te quería a ti, pero son cosas que pasan"

"Soy Nina, y tu nariz está sangrando"

"¡Te voy a hacer la vida imposible perra!"

Enrollé mi cuerpo en una toalla y angustiada, comencé a vestirme.

Había besado a August.

¿Qué pasa si el se arrepentía de ese beso? ¿Pensará que soy una perra? ¿Me odiará?

¿Cambiará nuestra amistad?

Intenté maquillar las bolsas bajo mis ojos y mi nariz. Me puse un lentes de sol y salí de mi habitación hacia la cocina.

"¿Sarah, desayunaste?" Preguntó mi madre mientras lavaba los platos en la cocina.

"¡Me llevo una manzana! ¡Te quiero!" Grité antes de salir de la casa.

"¡También te quiero! ¡Cuídate!" Respondió.

Me puse mis audífonos y subí a mi bicicleta. Comencé a pedalear cada vez más rápido, me distraje por un segundo y perdí el control de mi bicicleta. Choqué contra un árbol e intenté levantarme, gimiendo del dolor.

"¿Sarah? ¿Estás bien?" Alguien preguntó a mis espaldas.

"Si, no fue nada yo..." Me giré para mirar a la persona. "August" Dije como una estúpida.

Era la última persona que quería ver en ese momento.

"¿Cómo lo pasaste anoche?" Preguntó esbozando una sonrisa.

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