Electricity

VEINTICINCO

Abrí mis ojos lentamente.

Parpadié repetidas veces para ajustarme a luz que había en la habitación.

Me encontraba sola, en una habitación blanca. Mi cuerpo estaba tendido sobre una pequeña camilla y cubierto por unas sábanas delgadas. Escuché un ruido agudo junto a mi. Comprendí que me encontraba en un hospital.

La puerta se abrió y apareció una enfermera joven con una sonrisa de oreja a oreja.

"¡Buenos días bella durmiente! Tu madre ha ido por un café" Comenzó a revisar la máquina que se encontraba conectada a mi cuerpo.

"¿Qué ha pasado?" Pregunté confundida, mirando las flores que habían por toda la habitación, haciéndola ver menos deprimente.

"Un vehículo te golpeó, provocando varias fracturas en distintos huesos. Sufriste de una pequeña contusión cerebral pero ahora estás mucho mejor. Me alegra de que hayas despertado" Intenté procesar todo lo que había dicho. "Hay un chico que ha estado esperándote durante semanas, el pobre lo ha pasado muy mal"

Mi estómago se revolvió al escuchar esto.

Tenía muchas ganas de ver a August.

"¿Semanas? ¿Hace cúanto que estoy aquí?" Pregunté nerviosa.

"Casi un mes, pero no te preocupes. Tu cuerpo se ha recuperado bastante bien"

Yo no dije nada y seguí observando las fotos, tarjetas, globos y peluches que habían en una esquina de la habitación.

"Tu familia y amigos te quieren mucho, están ansiosos por verte" La enfermera miró hacia la puerta y me sonrió. "Hay alguien que quiere verte"

Sentí como mis latidos aumentaban por segundo.

"Hola hermosa" La cara de Thomas se asomó por la puerta y sentí mucha decepción.

"Hola" Respondí tímidamente.

Thomas entró con un ramo de rosas y me decepcioné nuevamente al ver que el envoltorio se parecía al de las otras flores que habían en la habitación.

Me sentí estúpida al pensar que las pudo haber traído August.

¿Y August? ¿Me habrá venido a visitar?

"¿Dónde está August?" No podía aguantarlo y lo pregunté directamente.

"Sarah...él no está aquí" Sabía que mi pregunta le molestó pero no me importaba.

"¿Y? ¿Dónde está él?" Insistí.

"Lejos de aquí" Respondió mi padre, entrando por la puerta.

"¿Qué?" Fruncí mi ceño.

"August está en rehabilitación, y ya no te puede hacer daño" Thomas se acercó a mi y acarició mi mano. Yo la aparté bruscamente.

"¿Hacerme daño?" No podía creer lo que estaba escuchando.

"Sarah, el casi te quita la vida, de nuevo. No lo voy a permitir y con mis abogados estamos intentando obtener una orden de alejamiento para que no te siga acosando" Mis ojos se llenaron de lágrimas por el enfado que estaba sintiendo en ese momento. No comprendía nada, ¿August en rehabilitación? ¿Orden de alejamiento?

"¿Crées que me quería suicidar, papá? ¿Un puto vehículo me atropella y tú crées que yo quería eso?" Mi voz se eleva y la máquina comienza a sonar.

"Sarah, cálmate por favor. Estabas hablando con él cuando esto sucedió y Thomas me dijo que se había aparecido en la casa antes de que salieras" Miré a Thomas con odio.