DOCE

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Intenté auto convencerme de que August se merecía esto, merecía sufrir.

Aunque luego se me iba rompiendo mi corazón en pedazos, al recordar lo que me había contado Dean. No era la primera vez que el se encontraba así.

Tal vez August tenía razón, era mi culpa.

Pero él fue quien habló mierda de mi, él fue quien me llamó zorra, él fue quien me hirió profundamente y abrió esta herida que se estaba cicatrizando desde hace un tiempo.

Tenía miedo de volver a ser la misma que antes, de pasar por lo mismo. No me lo perdonaría.

Me volví a sentir insegura conmigo misma, tal vez desde el primer día de clases estaba fingiendo ser alguien que no era.

Pero yo misma sabía que yo había cambiado, y que hasta a mi me faltaba conocerme más.

Quiero olvidar a August.

Era miércoles por la noche y me encontraba perdida en mis pensamientos.

Estaba castigada, por lo que después del instituto tenía que estar en mi casa.

Estaba intercambiando mensajes de texto con Nina cuando me llegó uno que atrajo todo mi interés.

De: Nina

Unos amigos me invitaron a una fiesta de los Blackworf esta noche. ¿Te atreverías a ir? 

Sería divertido ;)

-N

Los Blackworf eran una de las familias más ricas de la zona. Sus fiestas eran famosas y decían que duraban hasta la mañana.

Sin pensarlo acepté la propuesta de mi amiga y cerré la puerta de mi habitación con seguro.

Saqué uno de mis outfits atrevidos y me maquillé. Puse delineador en mis ojos, acompañándolo con sombra negra en mis párpados.

Oscurecí más de lo normal mis ojos, por lo que me veía mayor y me gustaba.

Elegí un labial rojo para probar algo nuevo.

Me gustaba la Sarah que veía en el espejo.

Abrí la ventana de mi habitación, de manera cuidadosa y con los tacones en mi mano, intenté bajar por el tejado de mi casa.

La euforia corría por mis venas mientras intentaba bajar con cuidado. Vi el auto de Nina y salté sobre el césped mojado.

"Demonios" Murmuré al caer en un charco de agua.

Corrí hacia el vehículo de mi amiga y me metí rápidamente en el asiento del copiloto.

"¿Lista para la mejor noche de nuestras aburridas vidas?" Me preguntó mientras encendía el motor.

"Más que lista" Dije sonriéndole. Ella me guiñó un ojo y pisó el acelerador.

La fiesta quedaba a las afueras de la ciudad y nos tardamos media hora en llegar.

Llegamos a la famosa mansión de los Blackworf y no fui capaz de ocultar mi impresión por el lugar.

Era una mansión de piedra, acompañada de altos pinos a los lados, con luces de colores que la adornaban.

La música se escuchaba desde fuera.

Nina parecía conocer el lugar y caminó hacia las gigantescas puertas que parecían ser de la entrada principal. Estas estaban abiertas y habían dos guardias gigantes afuera.

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