10-sucumbiendo al deseo

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SUCUMBIENDO AL DESEO

Me sentia tan placenteramente bien que no quería abrir los ojos, habia dormido maravillosamente durante toda la noche y saber que tenia que abrir los ojos y enfrentarme a un nuevo día solo hacía que me den más ganas de seguir acurrucada en mi cama, y recostada sobre aquel hermoso torso desnudo.

¡esperen!

¿torso desnudo?

Abrí los ojos al darme cuenta que estaba durmiendo con alguien.

Aquel escultural cuerpo pertenecía a Nicolas una sonrisa asomó en mi rostro, el beso que me dio ayer vino como un flash a mi mente, lleve una mano a mi boca y acaricie mis labios mientras cerraba mis ojos, quería sentir nuevamente aquella hermosa sensación pero no podía, había prometido no besar a Nicolas y cumpliría mi promesa, o al menos lo intentaría.

Había sufrido mucho por Nicolas y era justo que sea él quien ahora sufra por mi y yo debía encargarme de eso, debía hacerlo, solo rogaba al cielo para tener la suficiente fuerza de voluntad para hacerlo y no volver a caer en sus redes.

Suspirando lentamente me separé de su lado y me levanté de la cama aun me encontraba con mi ropa interior por lo que decidí buscar algo con lo que cubrir mi cuerpo, abrir el ropero haría el ruido suficiente para despertar a Nicolas y eso era lo ultimo que quería, mire a mi alrededor y lo único que vi fue su camisa y mi vestido que estaban tirados en el suelo, opte por ponerme su camisa pues no me apetecía ponerme nuevamente mi vestido.

Cuando la coloqué sobre mi cuerpo decidí no abotonarla pues hacía calor, salí de mi recamara y baje a la cocina para desayunar algo, tome la caja de cereales y los serví en un bol para luego agregarle un poco de yogurt de durazno, mi favorito, comencé a desayunar mientras pensaba en lo que tenía que hacer hoy.

Mi día iba a ser algo agitado, debía ir a la agencia para la típica reunión semanal, donde se trataban temas como el gran éxito que había tenido el desfile, el lanzamiento de la nueva colección, el próximo desfile, la próxima gala benéfica y demás, luego por la tarde tenía mi sesión obligatoria de gimnasio y por la noche tendría la interminable sesión de fotos, esta ves exponiendo la nueva línea de maquillaje.

Suspiré y me levanté para dejar el bol vacío en la mesada mientras observaba por la ventada hacia el patio de mi casa, por el reflejo del vidrio de la ventana pude divisar una figura parada a mis espaldas, rápidamente me di media vuelta.

-¡por dios! Me asustaste – dije sintiendo mi corazón acelerado.

Llevé una de mis manos a mi pecho y mi corazón se aceleró aún mas al ver su perfecto torso demarcado perfectamente por cada musculo bien definido.

Trague saliva lentamente mientras mi corazón seguía galopando intensamente, sin duda alguna su cuerpo aun tenia poder sobre el mío y mis terminaciones nerviosas se alteraban al tenerlo cerca.

-lo lamento, no fue mi intensión – se disculpó.

-no es nada... ¿quieres desayunar? - pregunte apartando mis ojos de su cuerpo para mirarlo a la cara.

Mala idea, sus ojos recorrían mi cuerpo demostrando un intenso brillo de deseo en ellos.

Estaba acostumbrada a que miles de hombres se exciten al ver mi cuerpo con poca ropa, pues a eso me dedicaba, era modelo y debía exponer mi cuerpo para ello, pero la mirada de Nicolas recorriendo mi piel hizo que me sienta intimidada, sus ojos tenían poder sobre mi y no lograba controlar con normalidad mis pensamientos, hacia que me ponga notablemente nerviosa.

No sabía si le gustaba lo que sus ojos veían y esperaba con todas mis ganas que le guste pues estaba enamorada de el y quería que me acepte como soy, sin que intente volver a cambiarme porque esta vez si que no lo logrará.

me esperarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora