Pov Ana
Si había algo que era malditamente más duro que tomarme fotos con el recién comprometido Christian Grey con Megan Parker, fingir entusiasmo por la boda e incluso ser informada que seré la madrina de Meg, eso era el tiempo que venía después, no la boda en si, sino todo el proceso de verles ser una pareja feliz en las reuniones y después tener que aguantar ser el diario personal de Megan y el ligue de Christian.
Lo primero podía soportarlo, Meg estaba perdiendo los nervios con cada discusión con proveedores, con sus padres e incluso con Christian. Si no coincidían sus horarios para las pruebas, era porque no coordinaban los colores, el hombre se ponía en plan gilipollas y mi amiga lloraba en mi hombro y me arrastraba en cada punto de la organización de su boda.
En el caso de Christian, era un ser que se había vuelto asfixiante y estaba usando lo que quedaba de nuestra amistad como excusa para acosarme. Prometo que me trataba de alejar, pero simplemente usaba el poder que tenía para encontrarme siempre que estaba sola o lograba de alguna forma que lo estuviera. Cada vez era lo mismo, besos que terminaba correspondiendo, caricias demasiado dulces y muchos te amo de su parte. No dejaba que pensara, no me permitía alejarme y a su vez, yo tampoco quería hacerlo del todo porque le quería mucho, porque me gustaba que me dijera que me amaba, porque extrañaba aquello que vivimos en su barco.
La boda fue apenas un momento en el que simplemente firmaron papeles, peo estaba segura de que ellos no eran lo que aparentaban. Ambos ser querían, después de muchos años de amistad todos lo hacíamos, pero evidentemente, tanto Sean como yo nos percatábamos de que Megan tenía una especie de obsesión por Christian que éste no correspondía en lo más mínimo. Y aquello me dejaba en un limbo, porque sabía de los sentimientos de ambos y no tenía permitido intervenir.
- Vamos banana, es momento que salgamos a conquistar al mundo.- dijo Sean pasando un brazo por mis hombros y haciéndome el favor de alejarme de la fiesta de la boda.
Esa noche me ayudó siendo un gran acompañante, me escuchó soltar todo y me prometió hacer lo posible por mantener a Grey alejado. Aunque no fue precisamente eficiente, pero al menos contaba con alguien para que no fuera tan difícil de sobrellevar. Pude, aunque mis esfuerzos fueron frustrados, salir a divertirme, intentar avanzar, conocer alguien que me moviera el suelo o al menos con quien si pudiera estar de la mano sin que todo el mundo saltara encima mío.
No lo logré . Y con el tiempo caí en la fatídica rutina que me había resignado a vivir.
El tema que más me molestaba era el de contarle a Meg, porque no era idiota, todo empeoraría, pero tampoco me agradaba la perspectiva de andar mintiendo cada vez que me encontraba algo agitada o con una rabia incontrolable.
Dolía estar viviendo de esta manera, lo sentí cuando ellos pasaron dos semanas de luna de miel en Australia, lo sentía cuando Meg comentaba detalles de la intimidad de ambos, o cuando inevitablemente comparaba aquello con lo que yo había obtenido. Culpable. Sentenciaba mi mente.
Casi seis meses después, justo cuando pensaba que lo había pasado todo, sucedió lo que era inevitable. Llegamos a un punto de no retorno en el que me había empujado hasta casi la locura. Recuerdo que fue cuando rechacé hacer un viaje que en realidad debería hacer Meg en la editorial, yo estaba hasta el tope con manuscritos atrasados que tenía que terminar después de una semana inusualmente fuera del acoso cotidiano de Christian.
- Ana por favor, no quiero tener que ver a Charles en Portland.- insistía Meg en mi escritorio y dando vueltas en el mismo tema lo suficiente como para que quisiera meter mi lapicero en su boca.
- Que haya sido tu ligue de turno en la universidad no va a hacer que cambie mi opinión. Negocios son negocios, soy una simple editora por elección, también tengo trabajos que hacer y este no es uno de ellos.- Súmale mi periodo en pleno apogeo y obtienes una bomba de tiempo que no puedes presionar mucho.
ESTÁS LEYENDO
Lo Inevitable #PremiosObsesiónGrey2018
FanfictionYo había erigido muros. Él, en cambio, había construido puentes para llegar a mi corazón. ***** Hola! les traigo una nueva historia que tiene como protagonistas a nuestros favoritos del momento. Esta vez es diferente, las sombras cambian y simpleme...