Señor y señora

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Pov Anastasia 

Llevo horas sin parar, primero me he fijado en que mis niños comieran bien su desayuno, despertar en casa de los Grey ha sido lo suficientemente interesante como para evitar hacerlo en un futuro si es que hay una fiesta y Mía está a cargo. Por suerte mis hijos lo han tomado bien, por supuesto que todos están atentos a ellos y no paran de recibir mimos de sus tíos y abuelos. 

Me siento en la silla que han puesto en la habitación que usaremos las mujeres para alistarnos, cierro los ojos y me permito descansar mientras un estilista contratado por mi cuñada da vueltas a mi alrededor tratando de hacer que luzca decente y a la altura de mi futuro marido. Se que Christian no es de los que se fija en la apariencia, pero no puedo evitar penar en que muchas otras personas si lo hacen y la prensa es un buen resumen de ellos. 

Mi mente vaga entre todo lo que ha sucedido para llegar a este punto, el momento en que finalmente voy a unir mi vida con el hombre que he amado todo este tiempo. Una pequeña parte de mi me dice que he sido una perra con mi mejor amiga, pero otra me dice que el amor no se elije, y simplemente a pesar de que lo he tratado de evitar no hemos podido hacerlo. 

- Ana ya estás lista.- dice Mía tocando mi hombro suavemente. - Te has quedado dormida y el estilista ya se ha ido.- Explica mientras me incorporo en la silla y termino de despertarme. 

Sonrío y tomo fuerzas interiormente para enfrentar a la mujer que se refleja en el espejo. Han resaltad mis ojos de una manera indescriptible y muy vistosa, me acerco y no puedo creer que hayan ocultado hasta la última sombra de mis ojeras o la manera en que mis labios parecen haber sidos hecho a mano en lugar de lo que habitualmente observo y he formado a base de morderlo constantemente. 

- Wow...- es todo lo que puedo decir. 

Noto el cabello recogido y la manera en que un par de bucles se cuelan fuera del peinado dándole ese aire de naturalidad. Parezco otra persona, pero es en mis ojos que me doy cuenta de que soy yo, pero una versión mejorada a base de maquillaje. 

- Estás hermosa Ana, mi hermano va a flipar cuando te vea en tu hermoso vestido.- dice una cantarina Mía mientras salta en sus costosos y altos zapatos Louboutin color coral. 

Ajusto mi bata para poder pararme y me encuentro con que ahora viene la parte vergonzosa en que quienes son familia de mi futuro esposo y mi tía me quieren ayudar a poner y prenderme el vestido mientras miran mi ropa interior demasiado reveladora cortesía de mi prometido. 

"Espero que uses esto la noche de bodas mi amor." había dicho, por supuesto que en ese momento fue divertido y sexy, pero no me había puesto a pensar en que tendría que enfrentarme a su madre mientras abrochaba los demasiados botones que había en mi espalda. 

- Vaya que se pondrá contento esta noche.- comentó mi tía mientras me daba una mano para colocarme los zapatos. 

Sentí mis mejillas arder como si no hubiera un mañana, y un par de risitas sofocadas a mis espaldas. Joder, ya era madre por partida doble, llevaba casi diez años con el hombre y aún así me sonrojaba por las insinuaciones sobre lo que pasaría en la noche de bodas. 

Después de unos minutos que parecieron demasiados largos para mi, finalmente me pidieron que de unos pasos y todas se alejaron para verme, lucían complacidas y emocionadas, haciendo que fuera inevitable para mi que mis ojos se llenaran de lágrimas ¿De verdad lucía bien? Eso esperaba, no quería darle motivos a Christian para salir huyendo. 

- Y bueno... ¿Cómo me veo?- pregunté bajando la mirada hasta mis manos temblorosas. 

- Te ves... estás preciosa hija, realmente luces muy hermosa. - dijo mi tía mientras las otras estallaban en risas y asentían sin parar. 

Lo Inevitable #PremiosObsesiónGrey2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora