Pov Christian
Llevo años tratando de encontrar la manera de seguir existiendo con mi miserable vida. Tengo miles de errores en mi lista, y los he pagado uno a uno. El primero, fue continuar con una mujer que no amo, Megan, mi esposa, es una persona increíble, pero que no puedo amar, ni siquiera teniendo a mi verdadera razón de existir a miles de kilómetros de distancia.
Los últimos diez años de mi vida son una mentira, que por el único motivo de ser un cobarde que no atinó a decir lo que pensaba y dejó que la mujer equivocada alimentara sus ilusiones sin dejarme escapatoria.
Suspiro frustrado mientras que revuelvo mi cabello, dejo de lado los documentos que me tienen esclavizado en mi oficina de manera permanente al menos por un par de días, se acerca el cierre de un gran contrato y la documentación mas importante es necesaria que la revise personalmente si quiero asegurarme de obtener una ganancia. Pero a pesar de eso no puedo apartar de mi cabeza las dos personas más importantes de mi vida, y que por ser un completo idiota he alejado y hago sufrir.
Ana, constantemente recuerdo la manera en que sus ojos iluminan mi vida cada vez que la veo, aunque ya no brillan como antes, al menos no para mi. Y luego está Ted, mi pequeño campeón, mi motor para terminar con este negocio y finalmente tratar de poner fin a toda esta farsa.
Nadie sabe la farsa que he montado, nadie excepto Taylor, mi jefe de seguridad y confidente. Es la única persona que sabe completamente todo, desde el principio y quien lucha por hacer que tome valor y finalmente tramite mi divorcio.
- Andrea cancela mis citas de hoy, me voy a retirar en una hora.- anuncio a mi asistente por el intercomunicador.
Esta vez, un mal presentimiento y un nudo en mi estómago me impide continuar con lo que estoy haciendo y sospecho de que es porque los extraño demasiado, teniendo en cuenta de que hace varias semanas que no los veo y demasiados días en que no he tenido oportunidad de llamarlos. Dejé que las cosas de mi escritorio quedaran ordenadas y salí mientras me ponía el abrigo. Como siempre, mis asistentes y mi personal de seguridad ya estarían esperando con el auto listo y las cosas en orden para cuando las solicitara. Me di cuenta entonces que lo único que tenía ordenado en mi vida era mi empresa, el resto era un desastre.
- Taylor, llévame al parque más cercano.- indiqué cuando entré al auto que ya me esperaba encendido.
Aquella frase era como un código. Cada vez que quería llamar a Ana pedía lo mismo, aunque no conscientemente las primeras veces, luego se volvió una especie de rutina cada semana, el mismo parque, el mismo lugar en el puente, todo igual. Cuando Taylor estacionó el auto, suspiré y marqué el número que me sabía de memoria a pesar de que lo tenía agendado.
Un tono, dos, tres. Cada vez le costaba más atender mis llamadas y lo entendía completamente, aunque no estaba feliz por eso.
- Hola nena.- Dije cuando descolgó, su respiración se siente a través del auricular y me provoca escalofríos.
- Ted preguntó por ti hoy. Está mal del estómago y acabamos de volver de la guardería.- El solo hecho de escuchar que mi hijo está enfermo hace que deje de lado momentáneamente el tono que emplea conmigo.
Ni siquiera me había fijado si el horario correspondía con el de Ted, pero estaba claro que aquella opresión en mi pecho y la sensación de que algo no iba bien era por él.
- ¿Van a ir al médico? Porque tengo un amigo en la ciudad que...- Quise ofrecer. Claro que me interrumpió, no quería nada mío y yo no tenía como aferrarme a obtener un informe sobre la salud de mi niño si no conseguía pagar a un médico de mi confianza.
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Lo Inevitable #PremiosObsesiónGrey2018
FanficYo había erigido muros. Él, en cambio, había construido puentes para llegar a mi corazón. ***** Hola! les traigo una nueva historia que tiene como protagonistas a nuestros favoritos del momento. Esta vez es diferente, las sombras cambian y simpleme...