20. Even if i run like crazy, i'm in the same place

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Con otro conjunto de ropa seca y una pequeña toalla sobre los hombros, Jimin entró al salón donde le esperaba Hoseok sentado en un manto de plumas blancas que invadían cada rincón del lugar.  Eran las plumas de su última pelea de almohadas, cuando todo iba bien, cuando no estaban tensos el uno junto al otro. Hobi no había tenido tiempo de recoger y posteriormente, aunque sí tuvo tiempo, no encontró el ánimo para hacerlo. 

Ahora esas miles de plumas blancas adornaban el lugar aguardando la llegada de Jimin, esperando a que se susurraran los secretos el uno al otro y volvieran a reír haciéndolas volar por la estancia. 

Cuando llegó, encontró a Hoseok soplando un puñado de plumas de sus manos en una forma de matar el tiempo pensativo.

Jimin se avergonzó al descubrirse observando la belleza de la escena así que se apresuró a carraspear para anunciar su llegada

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Jimin se avergonzó al descubrirse observando la belleza de la escena así que se apresuró a carraspear para anunciar su llegada. Caminó unos pasos en su dirección mientras frotaba ligeramente sus cabellos húmedos con la toalla.

El moreno entonces bajó su mano con pesadez y le dirigió una mirada seria y molesta como nunca antes había presenciado en él

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El moreno entonces bajó su mano con pesadez y le dirigió una mirada seria y molesta como nunca antes había presenciado en él. Estaba enfadado, lo sabía, y le reprocharía todo de mil maneras. Eso hizo que el peli naranja tomara una posición defensiva desde el primer momento en el que comenzó a sentarse a su lado. 

- Jimin -Inició la conversación el castaño- ¿sabes cuántas veces y en qué te has equivocado? ¿eres al menos consciente de lo que has estado haciendo?

Una media sonrisa socarrona apareció en Jimin que con nervios y defensivo soltó una ridícula broma.

- ¿En haber nacido así de guapo y aún así seguir soltero?

- Hablo muy en serio, Park Jimin. Yo mejor que nadie conoce tus sentimientos y aún así tú....

La tonta sonrisa de Jimin se borró de inmediato. Lo sabía, sabía que su relación con Hoseok era especial, él conocía todo su sufrimiento en casa, él sabía todo lo que pensaba a cada momento. Aún así había tomado la decisión de seguir y seguir sin escuchar a sus advertencias. Ahora se arrepentía un poco, sí... se arrepentía de haber puesto en peligro la vida de un amigo, la vida de alguien que formaba parte de su familia.

StigmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora