Eran adictos a esa amistad que mantenían los 7, con la única norma invisible de no hablar de sus problemas. Tan adictos que estaba comenzando a llegar a un extremo peligroso de amor y mentiras, quebrando lo que ellos habían querido creer como infini...
Con pasos confiados y arrogantes de aproximaron al muchacho castaño que conversaba con Jin desde hacía un rato. Con tan solo oír aquella voz, Jungkook supo quienes eran y lo que venían a hacer.
- Hacía meses que no te atrevías a pisar la zona, ¿vienes a que te partamos la cara de una vez?¿Echabas de menos ser pisoteado?
Unas risas burlonas respondieron a las palabras del jefecillo de aquel grupo. El rostro de Jungkook se volvió serio valorando como evitar esa situación aunque estaba seguro de que no le quedaba opción ninguna.
- ¿Y esta princesa? ¿Estabas entretenido jugando con ella y por eso no nos has visitado?
Añadió uno de ellos aproximándose demasiado a Jin, el cuál retrocedió levemente un tanto incómodo y preocupado.
- ¡Ey, ey, ey! ¿Has visto ese reloj? Su putita tiene dinero
Exclamó otro al darse cuenta del reloj de marca con incrustaciones en oro que estaba llevando Jin.
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Una casi imperceptible media sonrisa se esbozó levemente en los labios de Jungkook una vez tomó una decisión. No se quedaría quieto, estaban amenazando a su amigo.
- Heh...¿qué es lo que queréis? La última vez que os vi creo que no fui yo precisamente el que estaba escupiendo sangre...
Les provocó alzando ligeramente el mentón al tiempo que echaba a andar abriéndose paso entre ellos con un seco golpe de hombros.
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Jungkook no estaba orgulloso ni contento por lo que estaba apunto de pasar, de echo le deprimía esa situación pues aquello era algo que en su antigua vida vivía día a día solo.
"Lo siento, hyung"
No hizo falta nada más, con esa simple provocación el grupo de hombres vestidos de negro le siguió "escoltándolo" a una zona más tranquila y discreta donde no fueran interrumpidos. Jin quiso llamarle pero estaba bastante sorprendido y su voz no salió de entre sus gruesos labios entreabiertos de la impresión. Era la primera vez que había visto una actitud así en el menor, y la agresión verbal de los desconocidos le había impactado también, su mente estaba hecha un lío. Mirando a los lados intentó ver por donde se habían ido, buscaba como podía en la marea de cabezas una en especial, una cabeza con forma de coco, la cabeza de Jungkook. Pero no encontró nada y para cuando se dio cuenta ya tenía junto a él a Namjoon y Suga, el cual se veía más inquieto que él.
