Eran adictos a esa amistad que mantenían los 7, con la única norma invisible de no hablar de sus problemas. Tan adictos que estaba comenzando a llegar a un extremo peligroso de amor y mentiras, quebrando lo que ellos habían querido creer como infini...
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El cuerpo de Taehyung se agitaba con violencia, luchando instintivamente contra el agua que empezaba a inundar sus pulmones. Su corazón se aceleraba y su cuerpo se convulsionaba batallando para sobrevivir.
Hasta que su cuerpo se quedó quieto, recibiendo con brazos abiertos su destino y permitiendo que las profundidades le arrastraran a la oscuridad. Las burbujas que había generado a su alrededor con su lucha por la vida, fueron desapareciendo.
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No viniste a por mi, Hyung...
..No respondiste a mi llamada
Ladolida voz de Taehyung resonó cargada con un sentimiento de abandono, y se giró clavando su mirada en el silencioso espectador que temblaba de impotencia al no poder hacer nada.
- ¡TAE, NO..!
- ¿Namjoon?.. ¡Chicos, ha despertado!
Anunció Hoseok en un grito. Sobresaltado, Rapmon relajaba su corazón acelerado y miraba a su alrededor intentando situarse. ¿Un hospital? En cuanto fue uniendo piezas en su cabeza, agarró de la manga con fuerza a Hobi el cual era el único que tenía cerca de él en ese momento.
- ¿Y Tae? ¿Está también ingresado?
El castaño se giró a mirarle sin saber muy bien qué decir. Esos momentos titubeantes le pusieron aún más nervioso, su corazón parecía que iba a explotar.
- ¡¿Por qué no dices nada?! ¿Dónde está Tae?
Volvió a preguntar esta vez a gritos, conocía de sobra que algo malo sucedía si no le decían las cosas claras. Hoseok intentó mantener la calma y apartó suavemente la mano de su amigo que ahora se aferraba dolorosamente a su brazo.
- Creo que no es un buen momento para hablarlo...Luego te lo diremos todos, lo prometo.
Con una risa cargada de sarcasmo, Namjoon se relamió desviando la mirada. Eso no podía estar pasando...el día anterior todos estuvieron más unidos que nunca, confesaron sus intimidades al resto, desvelaron sus problemas, confiaron entre ellos para contarse cosas tan importantes. Y ahora de un soplido, toda esa felicidad parecía desvanecerse.
