Eran adictos a esa amistad que mantenían los 7, con la única norma invisible de no hablar de sus problemas. Tan adictos que estaba comenzando a llegar a un extremo peligroso de amor y mentiras, quebrando lo que ellos habían querido creer como infini...
Hoseok no había podido aguantar en silencio más tiempo. Estaba destrozado y no conseguía aceptar la situación, no había una razón coherente por la que había sido dejado, él pensaba que lo mejor sería lamerse las heridas mutuamente y no alejarse de aquella forma.
Llenó de mensajes y llamadas el móvil de Jimin insistiendo sin descanso a pesar de que no recibía respuesta. Hasta que mil ideas cruzaron su mente ¿y si no le estaba ignorando y algo había pasado? ¿y si le habían echado de su casa? ¿lo tendrían encerrado? ¿se habría hecho daño volviendo solo?
Frenético, nervioso, se mordió las uñas y lanzó una mirada hacia el baño. "No...aguanta, aguanta por él" Bajó la cabeza sacudiéndola ligeramente. Se moría por tomar algunas pastillas y aliviar todas esas emociones desagradables que estaba experimentando.
Sin aguantarlo más cogió las llaves y vestido tal cual salió hacia la casa de Jimin. Necesitaba verle al menos.
Suga llevaba horas esperando en el pasillo blanco del hospital, mirando su reflejo en los ventanales frente a él. Pensaba que moriría allí mismo de la angustia, había pasado demasiado tiempo y no le habían dado noticias de Jungkook.
"Kookie tiene que estar bien...por favor...por favor...maldita sea.. por favor"
Rogó mil veces mientras golpeaba el suelo con la punta del pie nervioso, descansando su espalda contra la blanca pared detrás de él.
Se llevó la mano a los bolsillos y entonces sacó sorprendido una de las tantas fotos que Jin les había sacado. En esa salían en el centro ellos dos pasando sus brazos por los hombros del otro.
Gracias a la foto se sintió aún más torturado presenciando la dulce sonrisa del maknae. "Estúpido conejo...por qué tuviste que venir a por mí..Habría sido mejor que me insultaras en su casa" Respiró hondo tragándose las lágrimas que amenazaban con salir.
Entonces escuchó las puertas del quirófano abrirse, su corazón brincó de expectación y bajó la mano con la foto al tiempo que se asomaba, ojos bien abiertos, a buscar al doctor.
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Las ropas de quirófano del especialista estaban salpicadas con sangre. Suga tragó saliva con miedo de oír lo que tenía que decir.
- ¿Es usted el familiar de Jungkook?- Yoongi asintió lentamente sin apartar su mirada de él- Hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos, lo siento de verdad...
Esas palabras fueron suficientes para entender la situación. La cabeza de Yoongi cayó sobre la pared y la foto de entre sus dedos se deslizó hasta dar con el suelo. No podría creer lo que estaba escuchando, no quería creerlo.
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