El incesante goteo de algún líquido fue lo que lo despertó. Su cabeza daba vueltas y tenía frío, un frío tan grande que no sentía su cuerpo. Se incorporó con dificultad frotándose los ojos.
Ese lugar no era su cuarto en el motel, ni tampoco era la furgoneta en la que había viajado. Parecía un baño público de cualquier parque o estación, había pintadas y suciedad por todos los recovecos.
Empezó a levantarse torpemente intentando entender qué hacía ahí. Una cisterna estaba rota y el agua sucia estaba inundando medio baño de forma constante, de ahí provenía ese goteo tan irritante.
Miró a su alrededor extrañado, por unas pequeñas ventanas altas entraba luz del sol. Ya había amanecido. Giró observando las paredes pintadas y unas palabras en especial que destacaban sobre las demás, captó su atención.
"La juventud nunca volverá"
Continuó con unas pintadas en rojo que también destacaron.
"Asesino"
"El infierno está cerca"
Se le erizaron los bellos, se sintió petrificado. Sabía que eso lo había escrito él pero no recordaba haberlo hecho, y lo que más le asustaba es que eran mensajes dirigidos a él mismo. ¿Mensajes de su subconsciente? No encontraba explicación a todo eso, no había bebido, ni tomado nada extraño, entonces ¿por qué? ¿Cómo es que hacía cosas que no recordaba haber hecho?
Automáticamente se miró las muñecas recordando la última vez que le ocurrió algo así y se despertó con marcas y heridas de haber intentado hacerse daño. Sin embargo, cuando alzó sus manos para inspeccionarse, encontró que estaba bien pero...sus manos se encontraban empapadas en sangre, en sangre que no era suya. Tembló.
- DIOS NOS VA A CASTIGAR
Resonó con eco en la estancia, alzó su mirada inmediatamente con pánico. Frente a él su padre mirándole con unas pupilas sin vida y una gran mancha rojiza en el centro de su abdomen. La impresión fue tal que retrocedió unos pasos sacudido por el miedo, mientras pasaba su brazo por los ojos.
"Tiene que ser un sueño, esto es un sueño..." se repitió una y otra vez. Cuando volvió a alzar su vista revisando los alrededores, no había nadie. Sólo estaba él. Examinó sus manos. Limpias.
Retrocedió unos pasos más antes de echar a correr en dirección a la puerta. Quería huir, huir de allí cuanto antes. Huir de él mismo y de sus extrañas acciones. Corrió y corrió, corrió sin mirar atrás, sin detenerse ni un instante. Corrió hasta que sus músculos ardieron, y aún así siguió corriendo. Cuando se detuvo jadeante y sudoroso, seguía sin saber en dónde se encontraba. Se pasó la mano por la frente y caminó en círculos con ansiedad.
"¿Qué me está pasando?.."
Se le ocurrió buscar su móvil para contactar con el resto, y palpó sus bolsillos rápidamente pero no encontró nada salvo un chicle algo mojado. Oh, maldición, estaba empapado, a saber cuántas horas llevaba mojado.
Al menos entendía por qué tenía tanto frío.
-------------------------------------------------------------------------
Yoongi salía del motel malhumorado, manos en los bolsillos. Nada más amanecer se dirigió al encuentro de Jungkook y su sorpresa fue ver que ni él ni Jimin estaban en su cuarto, el señor mayor encargado de la recepción le contó que tres chicos salieron la noche de ayer y aún no habían vuelto. 3 chicos...No estaba seguro de quién sería el tercero pero poco le importaba, le enfadaba enterarse de que su conejo se había escapado de aquella forma.
ESTÁS LEYENDO
Stigma
FanficEran adictos a esa amistad que mantenían los 7, con la única norma invisible de no hablar de sus problemas. Tan adictos que estaba comenzando a llegar a un extremo peligroso de amor y mentiras, quebrando lo que ellos habían querido creer como infini...