Eran adictos a esa amistad que mantenían los 7, con la única norma invisible de no hablar de sus problemas. Tan adictos que estaba comenzando a llegar a un extremo peligroso de amor y mentiras, quebrando lo que ellos habían querido creer como infini...
¿Cómo poder estar enfadado cuando el maknae hacía mil y una tonterías adorables tan solo para que le perdones y hagas caso?
El enfado de Min Yoongi hacia Jungkook había durado poco, medio día para ser exactos.
Tras su respuesta cortante al skinship de aquel día con el grupo, Suga había evitado todo lo posible al menor y por poco lo consigue, pero Jungkook estaba dispuesto a conseguir hablar a solas con él y, aunque no había logrado hablar de lo que él quería, por lo menos había conseguido que Yoongi no le odiara y todo volviera a la normalidad.
Con un pequeño papelito arrugado en donde llevaba escrita a mala letra una dirección, Suga callejeaba por el centro de Seúl. Le sorprendía que esa zona fuera ligeramente mejor de las que solían frecuentar, se detuvo frente a una puerta en un callejón apartado y sucio. "Bueno, que fuera un buen apartamento o una casa limpia era pedir demasiado..." se dijo a sí mismo antes de comprobar dos veces que no se equivocaba de puerta y entonces, llamó al timbre. Al no recibir respuesta golpeo la puerta de metal con el puño cerrado.
Namjoon, mediante sus contactos, había conseguido un lugar mejor donde instalarse y había invitado al grupo a celebrarlo. Era por eso que, de los primeros, Yoongi había acudido.
Eran las 15:00. Sí, temprano, pero él quería relajarse y asegurarse de que no morirían de hambre si hacían una fiesta en ese nuevo lugar. De hecho, qué carajos, tenía curiosidad y nada mejor que hacer.
Chasqueó la lengua ligeramente molesto, Namjoon le dijo que le recibiría y nadie abría la puerta. Volvió a golpear la puerta con más insistencia acompañando esos golpes con el timbre. Entonces escuchó una voz apurada.
- ¡Ya va!
En cuanto se abrió la puerta sus finos ojos castaños se abrieron sorprendidos recorriendo el cuerpo semidesnudo y húmedo del muchacho que tenía enfrente. Jungkook le había abierto la puerta, y por las pintas que tenía le había interrumpido en su ducha.
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Cual adolescente con impulsos hormonales tartamudeó torpemente nervioso por alguna razón que él no lograba comprender.
- ¿R-rapmon.....no e-está?... -sacudió la cabeza revolviendo sus cabellos con frustración recuperando ligeramente la compostura- ¿qué demonios haces aquí....así?
Señaló el cuerpo medio desnudo del maknae. Jungkook no había podido resistirse a esbozar una media sonrisa con picardía al notar la mirada atenta de su hyung en su cuerpo y sus evidentes nervios.
- Me estaba duchando... Rapmon ha salido a comprar cosas para la fiesta. Pasa
Se apartó un poco de la puerta para que el contrario pudiera entrar, sin embargo Suga dudó mucho sobre si pasar o no al interior para estar a solas con Jungkook. Acababa de descubrir que su inocente y dulce maknae era un hombre igual que el resto o incluso mejor, con ese torso definido y su piel ligeramente broncead..... ¡Reacciona Yoongi! Intentando demostrar seguridad y ocultar cómo lo había sorprendido y alterado ese descubrimiento, sonrió y pasó dentro.
