Mi mejor amigo

Capítulo 21: (Ya narra Daisy)

¿Sabeis eso de ir hacia la luz lo que significa? Que te mueres, pero yo tenía demasiado por lo que vivir.
Justo cuando me iba a casar con el jodido amor de mi vida va y me pasa eso. Aunque la cara de la persona que me chocó, no se por qué motivo, me resultaba bastante familiar. Escuché una voz lejana en mi cabeza, parte de mi se moría por gritar que estaba bien pero otra vez me sentí en el limbo, vi un bebe y supe que era el mío, tenía los ojos iguales que los de Matt y acarició con suavidad mi mejilla, y vi a dos personas con él.
-Hija mía, aun no es tu momento-dijo la mujer, era mi madre- sentíamos que estar con Matt perjudicaría todo lo que habíamos trabajado por ti.

-No entendéis nada- dije mirándoles.

- Ahora lo entendemos todo- dijo mi padre mientras me miraba- hemos visto la cara que se le queda cuando te ve, como hacía cosas para animarte cuando estabas mal, como empezaba a acariciarte la barriga y su cara de felicidad cuando iba a la casa que compartíais y te veía. Podríais haber estado juntos toda la vida pero el karma nos lo devolvió con creces- dijo lloroso.

- Os perdono- dije mientras los abrazaba y cogía en brazos al pequeño.

- No pudo sobrevivir al accidente- dijo mi madre mientras me miraba- era demasiado pequeño.

- Llevaba como mes y medio de embarazo- dije mientras lo acunaba.

- Es el momento de despertar- dijo mi padre y se llevaron al bebe mientras yo les miraba.

Me sentía destrozada y me dolía todo y por fin desperté, me dolía mucho el pecho y las costillas y sentía una quemazón especial en esas zonas, vi que no tenía apenas sensibilidad en una pierna y me dolía incluso hablar.

-Matt- atiné a decir ante la mirada estupefacta de un médico.

-Ahora mismo pasa- dijo mientras salía.

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- Ya estoy aquí nena- dijo una voz y yo sonreí al ver quien venía.

- Lo siento tanto- dije lloriqueando mientras lo miraba.

Se le notaba cansado, sin chaqueta y sin corbata pero sonreía con esa sonrisa suya que me encantaba y que lo hacía parecer tan dulce. Intenté moverme para poder verlo mejor pero no me dejó.

- Estoy aquí nena- me dijo mientras se tumbaba levemente de lado y yo me pegué a él con las pocas fuerzas que tenía.

- Menudo susto me has metido, pensé que te perdía de nuevo- dijo y dio un pequeño beso a mis labios.

- He visto a nuestro bebe y a mis padres- dije con la voz rasposa mientras le contaba parando cada poco el sueño que había tenido.

- Tenía que haberte cuidado- dijo mirándome con un deje de culpabilidad- me moriría si no puedo estar nunca más contigo.

- Necesitas descansar-  dije mirándole- estaré bien.

- No me quiero mover de tu lado- dijo- no cuando tu asesino está en el mismo hospital.

- Estoy bien- dije mirándole.

-Estuviste en parada- dijo mientras me miraba- por suerte eres demasiado fuerte.

-Ve, dile a alguno de los chicos que esté si quieres- dije mientras le miraba.

- Está bien- dijo mientras llamaba a Jimmy y a Leana.

-Hola puticiosa- dijo Leana.

- Hablando de puticiosas, cacho guarra- dije mientras reía levemente aunque no podía mucho por el dolor.

Leana y yo nos hablábamos así, en el poco tiempo que llevaba con Jimmy demostró ser la clase de persona con la que perfectamente podía contar para todo.

- Jimmy se ha ido un momentín a traer algo de comer- dijo mientras me miraba.

- Le odio- dije- ojalá tuviera su jodido estómago.

- Venga duermete- dijo ella con una sonrisa.

Me sumí de nuevo en la inconsciencia pero de repente noté unas manos tapando mis fosas nasales quitando el respirador y mi boca.

Abrí los ojos y la persona a la que ví me dejo alucinada, sabía que era mala pero no para tanto.

-Gena- dijo la voz de Jimmy mientras escuché como se le caían las cosas que llevaba.