Capítulo 29:

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Despué de admitir que tenía razón y estar toda la maldita noche o casi sin dormir, el gran día había llegado.
Tenía varias fotos de la ecografía así que, por una sorpresa, las había guardado en una pequeña caja de regalo para dársela a Matt.
A las 8 de la mañana estaban todas en mi casa para que empezara a desayunar, que si uñas, maquillaje, lencería, ahora Gena no existía, esta vez si que iba a salir todo perfecto.
Me pasé toda la mañana viendo como las esteticiens iban de un lado a otro a arreglarnos y pronto dieron las 3 de la tarde.
La primera vez que me vi con el vestido al menos ese día me hizo darme cuenta de que no era ningún sueño, sino que de verdad después de tantas veces y dos anillos de pedida por fin iba a ser la señora Sanders.
Mi amiga Amanda se puso a llorar al verme y yo me uní a ella.
-Perras lloronas, me haréis llorar a mi- se quejó  Valary y nos abrazó.
Nosotras la abrazamos de vuelta y nos retocamos el maquillaje antes de que Synyster llamara a mi amiga para decirle que ya estaban así que alquilamos una limusina para todas.
Iban con el mismo vestido y yo les coloqué una banda con una flor en la muñeca a cada una.
El camino fue corto y silencioso y yo llevaba la cajita a buen recaudo en mis manos.

Me abrieron la puerta de la limusina y fue cuando compredí que esto era de verdad. Que de verdad me iba a casar con el amor de mi vida.

Puse los pies en la puerta de la capilla improvisada mientras miré a todos los presentes, especialmente al novio. Matt lucía guapísimo y me agarré al brazo de mi hermano mientras empezaba a andar hacia el altar.

Al verme la cara de Matt se iluminó y los dos sonreímos nerviosos mientras la canción del titanic sonaba, era una canción que me encantaba y que reflejaba todo lo que habíamos pasado. 

Le di la cajita a Synyster mientras él sonreía y Connor le daba mi brazo a Matt como señal de que daba su bendición y los dos se dieron la mano sonriendo y yo estaba ya medio llorando.

La ceremonia estaba dirigida por un sacerdote así que después de las lecturas correspondientes y después de todo empezamos a hacer los votos nupciales.

-Yo, Matthew- empezó a decir él mientras me miraba tímidamente a los ojos- te quiero a ti, Daisy, como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

-Yo, Daisy- dije mientras le miraba emocionada sonriendo- te quiero a ti, Matthew, como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.  

Después de todo eso le tocó el turno a los anillos

El Señor bendiga estos anillos que vais a entregaros uno al otro en señal de amor y de fidelidad- dijo el sacerdote mientras nos miraba a los dos sonriendo.
Daisy, recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a ti- dijo Matt mientras depositaba el anillo en mi dedo corazón
 Matthew, recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a ti- dije imitándole mientras le miraba al borde de las lágrimas.

Cuando acabó la ceremonia Matt me besó con dulzura y a mi se me saltaron las lágrimas. Synyster me dio la cajita y yo se la di a Matt, cuando vio las imágenes de la ecografía me sonrió y asentí.

- Me enteré ayer- dije y ambos nos besamos mientras lágrimas de felicidad corrían por nuestras mejillas.

Poco después nos fuimos a la fiesta y cenamos junto a todos los presentes para después empezar la fiesta grande.

Mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora