—Tu...vives aquí solo?
—Sip
—Ah...
—Yo...vivía con mi abuela, aquí, pero ella...falleció hace un par de añosJackson no quería obligar a Mark a decir algo que él no deseaba compartir, pero Mark sentía la necesidad de hacerlo.
—Tu...mmmm...quiero decir...me gustaría quedarme contigo para asegurarme de que estés bien
—Jackson, me encantaría que te quedaras pero ¿no tienes más clases?
—Yo....si pero, preferiría quedarme aquí contigo, si tu quieres
—Bueno, prepararé chocolate caliente porque parece que va a llover
—¿Qué? No, Mark tu estas enfermo, mejor enseñame donde esta la cocina, me dices donde están las cosas y lo haré yo
—Pero yo quiero ayudar, no me gusta sentirme inútil
—Me ayudarás mucho si simplemente te quedas allí sentado para poder observarte —Sonrió¿Por qué me tratas tan bien, Jackson? ¿Acaso sabes que soy el chico que te escribía las cartas?
Ambos chicos se dirigieron a la cocina, y vaya que era grande. Jackson tomó de la cintura a Mark y lo dejó en la mesa mientras él preparaba todo para hacer los chocolates calientes.
Mientras el mayor preparaba todo Mark estaba admirado, Jackson realmente era perfecto. Se levantó en silencio de su asiento y fue rápidamente detrás de Jackson dandole un abrazo por la espalda. Mark amaba hacer eso.
Los músculos de Jackson se tensaron con el repentino contacto pero un rato después sus músculos se relajaron. Mark pudo sentir eso y rápidamente se apartó.
—Yo...lo siento, estoy...quiero decir...me gusta acariciar y abrazar a las personas cercanas a mi...entiendo...si quieres que no lo vuelva a hacer.
Sin decir nada Jackson lo tomo de la mano y lo atrajo a él, abrazándolo con ternura y acariciando su cabeza.
—¿Por qué crees que no me gusta que hagas eso?
—Bueno...mi...ex....mmmmm...él odiaba que yo hiciera eso y...mmmm...pensé...
—Pensaste que soy igual que él— el tono de decepción en Jackson era más que evidente
—Lo siento
—No te culpoOdio el hecho de que te hayan lastimado tanto, Mark
Un incómodo silencio inundó el ambiente, ambos se separaron, Jackson hacía los chocolates y Mark estaba sentado de nuevo. Al terminar los chocolates ambos chicos se dirigieron a la habitación de Mark. Era su lugar favorito.
Era el lugar que se sentía más cálido en toda la casa, a pesar de su fría decoracion. Paredes blancas, ropa de cama blanca, cuadros, que parecían realmente costosos, en una esquina estaba un bello y gran escritorio negro lleno de libros y cuadernos minuciosamente organizados.
—Me gusta mantener las cosas en orden —dijo Mark
Jackson quería animar el ambiente y al ver la casa y como estaba el clima, le recordaba a ese día, después de lo que pasó volvió a Hong Kong y no volvió a ver a el pequeño
—Sabes? Esta casa y el clima me recuerda a un día lluvioso en el que iba de camino a casa y...
Pensó bien en lo que iba a decir...no era el momento adecuado para hablar de ese día y de lo que había pasado...
—Y?
Jackson sonrió.
—Olvidalo es...una tontería.