Capítulo 5: La huida

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Me acerqué lo suficiente para poder apreciar quiénes eran. Eran cazadores furtivos, ¿cómo habían entrado? ¿Acaso lo sabría la Policía? No creo que les hayan dejado entrar, se habrán colado por alguna entrada escondida, al igual que yo.

¿Qué hacían ahí? Eso era lo que me preguntaba, no hay muchos animales en ese bosque que se puedan cazar o de los cuales se puedan vender sus pieles. Intenté ir por otra dirección diferente para no toparme con ellos, habría sido más peligroso que me hubieran encontrado ellos a que me hubiera encontrado la Policía.

Fui todo lo discreto posible adentrándome en la parte profunda del bosque. Hacía el mínimo ruido posible. Estaba jugándomela, ya que sabía que había policías en el bosque y por lo visto también había cazadores furtivos.

Tenía que tener sumo cuidado con no perderme, menos mal que llevaba el móvil y tenía la ubicación habilitada. En caso de que me perdiera también puse un punto de ubicación en donde estaba mi bici, gracias a eso, ya sabía dónde se encontraba la salida, ya que mi bici estaba cerca del hueco por donde entré.

Andaba y andaba pero no hallaba nada, ninguna pista que me ayudara en mi camino. Iba mirando cada rincón del bosque, no quería perderme ningún detalle. Iba muy atento a todo, usaba mis 5 sentidos.

Hacía calor, era verano, todavía eran las 18:52, tenía el tiempo suficiente como para buscar algo que fuera útil. Seguía andando como si nada, de repente escuché una sirena, estaba asustado, ese sonido se estaba acercando a mi posición. Vi unas luces, era un coche de Policía, intenté esconderme entre los arbustos. Durante unos instantes, el corazón me latía muy rápido, dejé de ver el coche de policía y la sirena paró.

Salí corriendo hacia la salida por donde entré, corría como si la vida me fuera en ello, giraba la cabeza a veces para ver si alguien me perseguía. Cogí la bici y salí super rápido hacia mi casa, llegué, estaba empapado en sudor por el calor que hacía, abrí la puerta y grité: "Ya estoy aquí." Nadie respondió. ¿Dónde estaban mis padres?

Sin rastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora