SAINT SEIYA SAGA DEL CIELO Caballeros del Zodiaco Parte: "Batalla en el Olimpo"

CAPITULO N° 03: "El objetivo es el Olimpo"

Artemisa cubre con sus lágrimas a ICARO, a quien sujetaba en sus brazos. La heridas de Icaro se curan, y al ver que el ángel se esta recuperando, la diosa decide retirarse del lugar.

En otro lugar, en la montaña de los siete picos Kiki le comenta a Shiryu sobre lo que le sucedió a los santos de oro y sobre el secreto detrás de la muerte de athena. Le cuenta lo que el caballero de Aries le comento antes de enfrentarse a los dioses. Dijo que la única forma de evitar que los dioses toquen y destruyan la tierra era despertando los cuatro elementos de la tierra, aquellos que solo pueden ser despertados por la diosa athena. La muerte de athena es el logro de aquel objetivo. Pero estos fragmentos fueron encargados a guerreros de la tierra que despertaron con el cosmos de athena, y que ahora van a ser atacados por los semidioses y ángeles, quienes pueden entrar y salir de los dos mundos, debido a que no son dioses ni seres humanos.

Icaro esta buscando a seiya, de quien no se ha sabido nada después de la gran explosión que fue provocada por el cosmos de seiya y Apolo. Unas voces detiene el camino de Icaro. Se tratan de las amazónicas que le piden que no continue si no quiere salir lastimado. Icaro les pregunta si no vieron a un santo de athena por aquellos lugares, a cual pregunta las amazónicas no responde. Una lanza rasguña el hombro de Icaro, quien retrocede, para que elevándose ataque a las amazónicas. Las amazónicas descienden y rodean a Icaro, quien le suplica que no quiera pelear y que su único objetivo es encontrar al santo de bronce. Las amazónicas levantan sus arcos para atacar al mismo tiempo a Icaro quien no encuentra forma de evitar el ataque. Las amazonas retroceden, pero se dan cuenta que se trata de un ángel que los enviste. Relámpago lunar, la técnica sagrada de Icaro golpea a todas las amazónicas de una forma sorprendente. Estas se vuelven a elevar para ocultarse en los arbustos. Cuando Icaro estaba dispuesto a envestirlas una mujer desciende de los arbustos, quien le indica donde esta la persona que esta buscando. Icaro sigue la senda que la amazónica le había indicado y encuentra al santo de bronce intentándole dar a un punto fijo, sin lograr su objetivo. Icaro le dice al santo que lo estaba buscando, y que tiene que recuperarse lo más pronto posible que una guerra entre los dioses y la tierra se iba a desatar muy pronto.

Por otro lado Kiki le explica a shiryu que lo único que hizo athena fue prolongar la guerra entre la tierra y los dioses, y que existe un quinto elemento que permitirá que los santos de bronce encuentren el camino al Olimpo. El olimpo es el lugar sagrado de los dioses, es el lugar en donde los dioses viven y que de ahí descenderán para juzgar a los seres humanos. Ahora el objetivo de los santos de bronce es conseguir los cuatro elementos, pues si estos caen en las manos de los dioses la tierra y los seres humanos estarán en la mano de los dioses. Lo último que comento kiki es que nada se sabe del elemento sagrado, solo dicen que es la esencia primordial de la llama de la vida, y que un ser humano lo tiene en su cuerpo, la reencarnación de prometeo y que no solo Ángeles y semidioses están atacando a la tierra sino también bestias del Olimpo.

Un pequeño, en el oriente, en siberia, se acerca a su casa luego de ir por agua. En su interior de su casa no se escucha a nadie. Al ingresar por la puerta observa que en el interior de la casa yacen sus padres muertos. Intenta hacerlos reaccionar pero no puede. Un sorprendente golpe golpea al pequeño lanzándolo hasta los exteriores de la casa. Se trataba de la bestia de dos cabezas, mitad ave, mitad animal. El pequeño corre desesperadamente pero las garras de la bestia logran sujetarlo en su intento. La bestia le dice que quiere su corazón, y cuando estaba por sacarle su corazón, un golpe lanza a la bestia haciendo que suelte al niño. Se trata del caballero del cisne, quien ha vuelto del santuario. Hyoga no entiende de donde salió esa bestia. La leyenda cuenta que hubo en un tiempo que un hombre llamado prometeo que les robó los fuegos a los dioses para darle a los seres humanos y que cada 300 años, este guerrero se reencarnaba para darles su corazón a los humanos en donde tenía la esencia de la llama de la vida. Hyoga entendió que el pequeño que esa bestia quería era la reencarnación de prometeo.

CONTINUARÁ....Viernes 02 de junio del 2017

CAPITULO N° 04: EL PROTECTOR DEL HIELO