SAINT SEIYA SAGA DEL CIELO Caballeros del Zodiaco Parte: "Batalla en el Olimpo"

CAPITULO N 10: "La reencarnación de Cronos. El Oráculo y su predicción"

La mirada es penetrante. Hay una luz extraña y persistente en los parpados del niño que lo observa, mientras se aferra al borde del rio, con las únicas fuerzas que aún le quedan. Como si lo conociera de toda la vida, el niño no mueve ningún musculo, esta sentado, muy cerca de él, lo ve sufrir, ve como las fuerzas lo abandona. El Semidiós también ve a una ninfa, porque es eso, esa hermosa mujer de cabellos ondeados, bien negros, y de rostro delicado. Los ojos se le cierran, y cae al río.

"Eres un titán, no lo olvides", las voces se oyen en su mente. "Te has convertido en un perro de los Dioses, seres que desterraron a tu raza, has olvidado tu verdadera misión, Tifón", el sueño lo esta perturbando, pero las palabras no provienen de ahí, Tifón lo sabe, porque al abrir los ojos, el niño que está sentado frente a él mueve los labios mientras ajusta las cuerdas de una lira. "Acaso eres", la idea le ronda la cabeza. La ninfa interrumpe el momento de tensión sonriéndole al Semidiós: "He golpeado tus puntos vitales" Tifón se sorprende al escucharla hablar, Ella lo mira fijamente. La vio demasiado lejos, como para que lo pueda rescatarlo del río ¿Quiénes son?... "Vivirás", la ninfa alista las cosas como para retirarse de la habitación. Se lleva al niño consigo, y los dos salen hacia el exterior. Los ojos penetrantes de niño remueven sus recuerdos: "Eres tú, la reencarnación de Cronos, el titán, padre de Zeus, y anterior Ser Supremo del Olimpo", Mira el cielo mientras esboza una forzada sonrisa. "Eso explica que aun viva jajaja".

En las profundidades de la tierra, entre un calor infernal, Jacobino forja en la lava una armadura, mientras vigila el cuerpo que está en un rincón de la cueva. "Eres el ave Fénix, eso explica muchas cosas", Jacobino habla con Ikki, con un poco de fastidio- "Sabías que solo los Dioses están permitidos entrar ¿Quieres saber por qué?", Ikki no responde... "Porque el calor derretiría el alma de un semidiós, incluso el más cercano a Dios", Los ojos del jorobado Jacobino se agranda, para dar una mejor impresión de lo que está contando. Ikki usa la pared de la cueva, en donde se está apoyando para incorporarse. Mientras lo hace esboza una sonrisa. Jacobino percibe que se está burlando, su paciencia está por acabarse, cuando Cedalión aparece en el lugar. "Al parecer estás mejor, Fenix", Ikki lo mira de frente, se da cuenta que, a diferencia del jorobado, el ser que acaba de entrar a la cueva sabe porque está ahí, lo percibe en los gestos de su rostro. "Aun tienes alas como para que vueles a la superficie, o esperas que esté calor te haga cenizas, así como lo hizo con tu armadura", Ikki termina de ponerse de pie, al escuchar al Cedalión. "No eres a quien estoy buscando, y no me iré sin hablar con él", Jacobino se indigna, ante la osadía del intruso. Cedalión levanta la mano: "Voy a corregir mi error, y te enviaré de regreso al infierno", Cedalión se impulsa para adelante y ejecuta "La lava Infernal", una inmensa lava envuelve a Ikki y lo expulsa hacia la superficie, por donde comienza el volcán. Jacobino ríe jocosamente, mientras percibe el grito de impotencia del fénix. "Es mejor que continúes con lo que estas haciendo, porque la visita terminó", Para sorpresa de los presentes, Ikki renace de las cenizas del lugar, con su armadura renovada, Cedalión se da cuenta que no funcionó su ataque, y lo quiere anticipar, pero es Ikki quien lo sorprende con el "Puño Fantasma". La Lava que envió a Ikki a la superficie empieza a caer y de la nada a derretir el cuerpo de Cedalión, quien recibe todo. Pero estalla de cólera al darse cuenta de que todo fue una ilusión. "He venido por el cuarto elemento, y no me iré sin activarlo, no espero que lo entienda, pero no esperen que no les ataque, si me atacan. Eso solo fue una advertencia", Lo dice Ikki, mientras se prepara para pelear. Cedalión lo mira todo serio. Jacobino quiere matar a Ikki por tanta osadía, pero no suelta la armadura que esta forjado, solo observa la pelea.

En el Santuario, "La Garra del Trueno" de Shaina, fue tan inofensivo ante la invasora, que solo tuvo que mover la cabeza para poder esquivarlo. Shaina esta por contratacar, pero gracias a la malherida Marín logra esquivar las ramas espinosas que le lanzó el Ángel por sorpresa. "No hagan esto más difícil" les dice Leitra, una mensajera de Hermes, quien les indica que solo ha venido por la portadora de la armadura del Aguila. "Acaso no me recuerdas Marín, entrenamos juntas", Leitra esta dispuesta a todo por acabar con la vida del santo del Águila. Indica que el Oráculo le arbitrio a Zeus, que uno de su corte ocasionaría un atentado contra la vida de uno de sus hijos, al entrar a tártaro. Es por eso por lo que ella está ahí, para que eso no suceda, Shaina que se interpone entre Marín y Leitra no entiende que tiene que ver su amiga con los designios de oráculo y la corte que cuida a Zeus. El ángel se ríe ante la ingenuidad del santo de Athena, las mira y se expresa: "La corte de Zeus está representado por cuatro símbolos: rayo, el águila, el toro y el roble. Cada símbolo tiene un portador, y tu Marín eres la portadora del Águila. Tú ocasionarías el caos que predijo el Oráculo", Tiene sujetado del cuello a Shaina, quien, en la tercera ocasión, no logró esquivar las ramas espinosas que han invadido todo el santuario. Aunque intenta zafarse para ayudar a Marín no lo consigue, las ramas empiezan a cubrirla, mientras estira la mano y grita desesperadamente: "Marín ¡Levántate!... ¡Vamos, no permitas que se salga con la suya!", Marín se arrastra para atrás, pero la pierna herida no le ayuda. Las ramas la acorralan, mientras Leitra levanta la mano para direccionar quince puntiagudas extensiones del arbusto para ejecutar su técnica: "Adiós, Marín". Shaina grita el nombre de Marín ante la impotencia de su accionar, hasta que las hojas la cubren por completo. La sonrisa de satisfacción en el rostro Leitra lo dice todo, baja la mano y el ataque empieza a ejecutarse contra Marin.