CAPITULO N 22: "EL DIOS DEL SOL, APOLO"

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En el templo de la Luna, Clorisis forcejea, se resiste. Tiene el cuerpo suspendido y el dolor que siente es terrible. La precisión que están ejerciendo sobre esa parte de su cuerpo la está haciendo perder el sentido. Una lágrima roda por su mejilla. Siente impotencia como esa vez, hace cien años, el calor de su cosmos seguía ardiendo pero no se podía mover, nadie a su alrededor hacía algo al respecto. Muchos de los presentes estaban escandalizados, otros critican su accionar, y ella, sobre el suelo, sin poder mover un solo musculo, no entendía que hizo mal, solo quería servir a Zeus, había dedicado su vida y entrenado su cuerpo para formar parte de su corte. Luego de muchas pruebas, fue seleccionada junto a 19 semidioses, todos contra todos, en una batalla final. Al atardecer solo quedaban cuatro guerreros. Ninguno bajaba la guardia, pero desde la cima, Artemisa le susurraba a Apolo. "Ellos tiene a su campeón", le comenta uno de los semidioses, que aun estaba en la cima del campo de batalla y que le hace frente. "Tengo más oportunidad que tú, de ganarle", el semidios buscaba persuadirla. "Tendrás que demostrarlo", Clorisis, lo anticipa, y le da un golpe certero, que casi lo arroja fuera de la plataforma. "Insensata, que intentaste hacer", el semidios se las arregla para resistir y contratacar y hacerla retroceder. "Los dioses tiene todo el derecho de intervenir en batalla, sin justificación alguna, porque están en la cima, me entiendes", la voz del semidios que botó fuera de la lona le retumba la cabeza, ahora que a sido atacada por Artemisa. Su habilidad por anticipar los golpes, le ha permitido ver de donde vino el golpe a traición, que casi la mata. Solo quedan dos en la lona, y los que presencia el acto, guardan silencio. "Hasta aquí llegaste, Clorosis, así lo han decidido los dioses", le dice Zouda, el semidios, que salió de la corte de Artemisa. Todo el mundo empieza a celebrar el ascenso del semidios, cuando, se dan cuenta que un dolor profundo le afecta a Artemisa. Zouda ha sido derrotado, su cuerpo sin vida cae sobre la arena. La armadura del Aguila empieza a retumbar. Esa armadura maldita que desde el mito sirvió para asesinar a un Dios, exige que Clorisis lo porte. Apolo se anticipa y coge del cuello a Clorisis y la armadura va en su auxilio, pero lo inevitable sucede. La impotencia de Clorisis se ve en su rostro, al ver como el Dios desintegra su cuerpo, que cae junto a la Kamui a las profundidades de tártaro.

En la entrada del Olimpo, Solo queda un miembro de los nueve ángeles que luchaban contra los santos de Athena. "Lo van a destruir todo, si siguen así -Logra ponerse de pie con mucho esfuerzo, las heridas en su cuerpo tarde o temprano le va a matar- No puede existir un ser capaz de hacer frente a Pan, y mantenerse a ese nivel, ¿Quién eres?". Pan esta furioso, Saga a enviando a todas su vestías a otra dimensión. "Es todo lo que puedes ofrecer uno de los miembros de la corte de Apolo", Saga busca intimidarlo. Pan es pura rabia. Se abalanza sobre el santo de oro, y con mucha facilidad le corta la cabeza. El casco cae, y el sonido que produce sobre el suelo, lo deja aturdido. Contra quien está peleando, no está físicamente, eso no es posible. Saga se ríe de pan, y le indica que es todo lo que puede hacer. El semidios abre otro portal, e inmensos rinocerontes los arrasan todo. La armadura dorada es razada por la manada. Sus partes caen por todos los lados y solo se oye la risa de Saga. "Esto no es posible, maldita seas Saga". En los exteriores del truco de géminis, que no tardará en disiparse, Saga le indica a Aioria que no intente detenerlo. Sujeta a Shun, destruye sus cadenas y lo ataca con otra dimensión. Los mismo hace con Shiryu y Hyoga. "¿Qué hiciste Saga?", Aioria le reclama al ver que los cuerpos de los santos de Athena han desaparecido. "Sabes muy bien que en sus condiciones no nos sirven -Saga sigue su camino, si mirar atrás- Déjate de sentimentalismo, que sabes muy bien porque estamos aquí". Tiene sus pasos y mira la inmensa nubosidad que se observa encima de ellos. "El anillo de creta", los dos santos de oro hablan a la vez, al ver las nubes negras que separan el templo de la Luna, de donde están.

"Saga tiene razón, regresamos con solo un objetivo -Dohko aparece en escena junto a Mu -Y es momento de acabar con que esta barrera, como lo hicimos en el inframundo, con el muro de los lamentos",

SAINT SEIYA SAGA DEL CIELO Caballeros del Zodiaco Parte: "Batalla en el Olimpo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora