Es un extenso manantial, donde fluyen y se distribuyen todos los ríos que delimitan el Olimpo, su color cristalino es opacado por la oscuridad del ambiente. Siempre es de noche, y poca veces la luz de la luna cubre sus paisajes, que se tejen mediante redes entrecruzadas de árboles secos, de largas cuerdas espinosas, que en forma de cruces cubren los cuerpos de todos los que se han revelado a lo Dioses: Humanos, Semidioses, ángeles, Dioses y titanes... Todos están distribuidos circularmente. Todos alimentan al gran arbusto de Olivo, hasta que sus vidas se extingan.
Artemisa, la diosa de la Luna, mira a la doncella que está en el centro del lugar, suspendida, y llena de espinas. Aun percibe su cosmos, aunque es muy débil. El rostro de la diosa describe a alguien pensativo, un poco confundida, aunque lo cubre con el cabello.
"Ella se lo buscó", el corazón de Artemisa se sobresalta al oír la voz, no lo sintió llegar. El Dios se ajusta las sandalias aladas, mientras su cabello dorado le cubre la mitad del rostro. "Hera nunca perdonaría una tradición de esa magnitud. Ahora mismo no quedaría nada de la tierra, si esa osada, no hubiese creado ese sello que no me permitió entrar", Hermes, Dios y mensajero de los Dioses Levanta la mirada, y ve la duda en el rostro de Artemisa. Ella esquiva la mirada, y se fija en Athena, que sigue inconsciente. Hermes se levanta de donde está sentado y después de suponer lo que está pensando Artemisa se expresa: "Hay bastante espacio en donde esta Athena, para algunos Dioses más". Su risa escandalosa Invade la entrada al tártaro, mientras toma uno de los caminos hacia el exterior.
En Lemos, Seiya a lanzado desde el meteoro hasta el cometa, y el resultado ha sido el mismo. Tifón solo esquiva los ataques de Pegaso, esperando que alguno sea digno de responder. Su paciencia se está acabando, a la vez que observa cada movimiento de Touma, quien solo mira la pelea sin hacer movimiento. Lo conoce porque estuvo al servicio de Artemisa como uno de sus ángeles, ahora solo es un traidor, que se apuesto del lado de Athena.
La batalla se inclina del lado de Tifón, quien, en su tamaño normal, esquiva un golpe de Pegaso mortal, que rasga su armadura, pero que es repelido con la explosión de su cosmos. Esta explosión impacta de lleno con Seiya, quien cae sobre las ruinas. Tifón se da cuenta que Touma no hace ningún movimiento. Esto le parece extraño. Seiya se vuelve a levantar, e insiste con los mismos ataques. Tifón se da cuenta que, en esta ocasión, son más intenso, uno de los meteoros lo impactan y lo impulsa hacia atrás. "Esto es imposible", Tifón logra repeler el ataque, dando un salto, es cuando Seiya aparece al frente suyo, falla por primera vez cuando intenta impactarlo con un golpe. El Semidiós no lo puede creer, ahora Seiya esta a su espalda, y lo esta sujetando. Los dos están cayendo. Seiya lo ataca con el "Pegasus rolling crash". Los dos impactan contra la superficie. La explosión es inmensa.
En Hesperia, El puño se ha detenido frente al rostro de Polifemo. El ataque iba a ser desbastador si lo recibía de lleno. El Ciclope lo sabe, porque lo ha visto ejecutarlo con anterioridad. La parte mortal del Semidiós se hace evidente, con el sangrado de la mano. El haberlo tenido en plena ejecución, le a causado daño al brazo. Polifemo cae derrotado, esta sin energías, el enviado por los dioses solo se defendió, hasta que un golpe del ciclope le rozó, y este reaccionó. "Es mejor que te dejes de niñería, sino quieres que te mate", Aquiles baja el puño. Se está retirando del lugar, cuando Polifemo, luego de apoyarse sobre los escombros le grita: "¿Por qué no me matas, que te detiene? ¿Ese no fue tu objetivo cuando invadiste hesperia?". Aquiles sigue su camino mientras se ríe exageradamente: "Te estaría haciendo un favor al matarte. Lo deseas tanto, que decidí arrebatártela al eliminar a tus opresores jajaja relájate tarde o temprano llegará, solo espérala, a veces tarda". Aquiles ya está a orillas del mar. Se inclina para lavarse el rostro, y observar la cicatriz en su rostro. Puja al recordar al responsable. Polifemo ve a la distancia la cueva que estaba buscando para liberar el sello del agua. En el lugar hay bastante liquido, cuatro piedras en cada esquina, y en el centro de esta el movimiento del manantial en forma circular. "Es de lo que hablaba, Hefestos", está cojeando, mientras avanza. "Es el lugar, en donde culmina mi deber", está bastante cerca. Ríe como cuando estaba con sus hermanos. "Es la hora".
ESTÁS LEYENDO
SAINT SEIYA SAGA DEL CIELO Caballeros del Zodiaco Parte: "Batalla en el Olimpo"
LosoweSeiya y sus amigos en la guerra Santa más catastrófica que se haya visto contra Zeus y los Dioses Olímpicos. Nuevas armaduras, nuevos retos. Una lucha de poder a poder. El noveno sentido. Semidioses, ángeles, mitos, oráculo, muertes. Una historia no...