Seiya y sus amigos en la guerra Santa más catastrófica que se haya visto contra Zeus y los Dioses Olímpicos. Nuevas armaduras, nuevos retos. Una lucha de poder a poder. El noveno sentido. Semidioses, ángeles, mitos, oráculo, muertes. Una historia no...
"Ahí la traen", Dice Hermes, quien observa como la arrastran hasta el centro del salón del Temblo de Tebas, en donde están reunido todo los Dioses. Artemisa se quiebra, aunque disimula, al verla en ese estado y como la vara y las cadenas han lastimado su cuerpo humano. "Es poco lo que está pagando, con respecto a lo que le espera en tártaro", Ares, habla, mientras disimula la sonrisa. El rostro cabizbajo de Saori está sangrando. "Sabes porque estamos reunidos todos aquí verdad, Athena", Hera se levanta de su sitio, mientras le dirige la palabra. Ella no responde, los murmullos exigen su exilio a tártaro juntos a los enemigos de los dioses. Hera levanta la mano para calmar los ánimos. "Dame un motivo para no enviarte a tártaro", Hera se acerca y con una vara levanta el rostro ensangrentado de Athena. La postura de la Diosa regente en el Olimpo es formidable, las vestiduras blancas, impecables transmiten poder a toda la multitud que se ha reunido en el Olimpo para el juicio. Las voces en el Olimpo de la plebe exigen que la envíen a tártaro, sin juicio, que lo que hizo es imperdonable, y más si alguien de su divinidad lo hace.
Hera retira la vara y Saori cae sobre la superficie. La diosa está por hacer la señal para su envió a tártaro, cuando una palabra, toda forzada dice: "Esperen", Artemisa se expresa al ver que su hermana se reincorporado, con ayuda de su Báculo, luego que le quitarán la vara que le cruzaba entre los brazos y la espalda. Saori está de pie, y Hera la mira de frente. "Si la ataca, sería muy poco el castigo a tártaro", se expresa la multitud. El rostro desafiante de Athena lo dice todo, Hera no mueve ningún musculo, y su rostro serio refleja un poco su indignación. "Ellos encontrarán la SENDA AL OLIMPO yno habrá Dios, Semidios o Ángel que los detenga".
El rostro de Artemisa lo dice todo, mientras ve como Hermes se ríe de la osadía de Athena. "Nadie en su sano juicio diría eso, y la benevolencia de Hera es grande", con el rostro despreocupado e inconforme Hermes se lo refuta a Artemisa, quien no entiende los motivos de Saori, para desafiar a los dioses y condenarse a tártaro, en donde los titanes y los enemigos de los Dioses descansan.
En el santuario, Shiryu y Shun observan la inmensa capa de luz que cubre los cielos. "Esto es de lo que hablaba mi hermano", se expresa Shun mientras ve el horizonte. "¿A dónde vas Shiryu?", le pregunta el santo de Andrómeda. Shiryu se detiene, mira el cielo y señala el horizonte: "Camino al Olimpo".
Continuará...
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El Hogar de los Dioses es el Olimpo
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Olimpo: Es la montaña más alta de Grecia y segunda de los Balcanes (tras el Musala de Bulgaria, 2925 m), con 2919 m de altitud. Situado entre las regiones griegas de Tesalia y Macedonia, es reserva natural griega desde 1938 y patrimonio natural de la Unión Europea desde 1981, en su categoría de reserva de la biosfera.
