Muy cerca del templo de Artemisa, un hombre con una extensa barba, con un atuendo oscuro y una caja de armadura en la espalda se acerca al volcán de leto, en donde se visualiza a un zarrapastroso hombre, quien disfrutar en engañar a unas ninfas, que disfrutan de sus trucos. "Que te trae a mi persona, Erictonio", le dice Tiresias, quien pide que los dejen a solas, a las doncellas. "Sigues usando tu don para embaucar a la gente, no cambias", Tiresias lo mira incrédulo y se pone de pie.
- Déjate de rodeos y dime a que has venido –Tiresias empieza a guardar sus cosas.
Erictonio le lanza la caja, en un movimiento rápido que Tiresias logra esquivar. Esta destruye parte del asiento en donde estaban sus cosas. Gira para mirarlo, y con los ojos muestra su incomodidad mientras grita: "¿Qué te has creído?, acaso intentas matarme". Erictonio le da la espalda y se echa andar mientras levanta la mano.
- Es momento que la desempolves y le des un uso, como en los viejos tiempos. Los santos de Athena nos necesitan- Tiresias lo mira incrédulo y fastidiado. Mientras siente que su amigo empieza a retirarse
- Ni creas que lo haré. Estoy bien donde estoy. Olvídate que los ayudaré. Athena ya eligió su bando, es que no te has enterado- Se lo grita Tiresias.
- Se nota que no conoces a Saori- Erictonio voltea para mirar al ciego Tiresias, quien gesticula sorprendido.
- Lárgate que yo no me moveré de aquí, por más que sea una orden de Athena, no me importa- Tiresias sigue hablando mientras Erictonio sigue su camino sin hacerle caso- lo que me estas pidiendo es un atentado a mi propia vida. Me escuchaste Eric, me escuchaste. No cuentes conmigo. Me basta que los dioses me hayan privado de la vista, para perder algo más. Lo oíste.
En una habitación donde se visualiza un extenso mar, Esciro esboza una sonrisa al ver a la distancia al abrigado hombre que no deja nada al descubierto. Este cojea de una pierna, en una mano lleva arrastrando un inmenso maso y con la otra jala la carreta en donde traslada los cuerpos que asesinado para arrojarlos al agua. Estos están cubiertos con una inmensa tela que no deja nada sin cubrir.
- Perifetes, mi deforme amigo, como lo ves, no hay espacio para tus muertos en mi mar – Esciro está avanzando hasta el visitante.
Perifetes no le contesta, y al llegar al borde del mar, se para encima de él. Suelta la carreta y con una mano alza el mazo de una forma peculiar y lo lanza contra él suelo.
- Oye Perifetes es inútil lo que estás intentando hacer, ese hielo lo ha creado un santo de Athena que tenía un cosmos sorprendente.
Esciro le extraña que su compañero no le conteste y que sujete de una forma rara el mazo. Han convivido juntos en el laberinto llenando días tras días el mar con todos esos seres que osan entrar al olimpo sin autorización. Junto al Minotauro son los tres guardianes que se deshacen de los que logran sobrevivir más de un día en el lugar.
- Oye que te pasa -Esciro está cerca de su compañero, cuando nota unas cadenas colgando de la carreta. "No siento el cosmos de Periferes", se dice en su mente mientras empieza a mover la mano, para atacar al intruso- ¿Quién eres, dime, porque vistes como Periferes?",
Las manos se llenan de energía para golpear al ser, que no se inmuta ante la amenaza. Esciro va en serio. Su supuesto amigo se le para frente.
- Es que acaso no vas hablar –Esciro está corriendo y salta para embestirlo. Su cuerpo se eleva y junta las manos para gritar- "Mar muerto".
Destruye el traje y ve como un escudo evita su ataque. Shiryu aparece frente a él. El dragón contrataca con el "Dragón naciente", Esciro logra esquivarlo con mucha dificultad, y mueves sus manos para que unas corrientes de remolino de agua, rompieran parte del hielo y juntándose en el cielo y después perseguir a Shiryu, mientras Esciro grita: "¿Por qué traías el mazo de Periferes? Habla caballero". Shiryu sigue esquivando las corrientes de aguas, que separa una tras otra utilizando escalibur. Pero estás se incrementan y rodean al dragón. Antes que lo hundan una corriente de viendo abre un camino por el cual sale Shiryu, volando, rodando por el hielo. "Esto es... Shiryu mira a su alrededor y solo ve a Esciro... Hielo negro". Shiryu se levanta. "Acaso el derrotó a Hyoga", lo piensa luego de observar la superficie.
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SAINT SEIYA SAGA DEL CIELO Caballeros del Zodiaco Parte: "Batalla en el Olimpo"
De TodoSeiya y sus amigos en la guerra Santa más catastrófica que se haya visto contra Zeus y los Dioses Olímpicos. Nuevas armaduras, nuevos retos. Una lucha de poder a poder. El noveno sentido. Semidioses, ángeles, mitos, oráculo, muertes. Una historia no...