Wilmer.
-¿A quien se le ocurre cultivar té de limón en el armario de un loft?
Pregunté a mi madre que me miró como si ya hubiera tenido suficiente. Se estaba accionando el modo de hablando con miradas.
Plagas. ¿Cuál en especial? Moscas negras.
Samyra estaba por ahí recargada en el marco de la puerta con los brazos cruzados observando a detalle mi casa.
Habíamos conducido en su moto-que hasta ahora me doy cuenta de que es una Kawasaki- desde el campus hasta mi loft. Ella se había ofrecido a llevarme ya que mi cara dijo 1,000 palabras.Cuando llegamos tres camiones pintados de verde con insectos negros estaban aparcados en el estacionamiento y personas estaban saliendo de ellas como si fueran a apagar el incendio.
Ahora solo podíamos quedarnos en un rango de 30 metros de la puerta porque los exterminadores expertos (los había llamado mi familia) habían puesto cintas amarillas de precaución en toda la casa y en este momento estaban juntados en torno a mi padre diciéndole algo.Yo no entendía por qué tanto lío, son solo algunos bichitos que habían estado ahí por 2 días y no habían causado alguna molestia al menos para mí. Leila estaba sentada de espaldas a la pared con su celular y mi madre viendo lo que hacían los demás.
Oí que ella me llamaba y me acerqué quitando la vista de Samyra que por lo visto estaba un tanto aburrida.
-¿Quien es ella?.-curioso señalando a la chica con el pelo plateado.
-Va conmigo en la escuela, se llama Samyra.-aclare no sintiéndome mejor.
Noté como la veía de arriba hacia abajo, se paralizó un poco cuando sonrío para nosotros y se vieron los piercings.
Caminó hacia nosotros y le ofreció su mano.-Un gusto conocerla.
-Igualmente.-respondió mi madre y su voz se oía tensa pero Samyra estaba como siempre.
-Que lastima lo de la plaga, es muy estresante todo esto.
-¿Habéis tenido alguna?
Me miró y con una sonrisa completa, y espetó.-Seguramente.
Quedé fijado en lo azul cristalino y puro de sus ojos, juro de verdad juro que nunca en mi vida se me olvidaran esos ojos independientemente lo que pase después. ¿A quien se le podría simplemente pasar unos iris que si se ponía a La Luz del sol quedarán totalmente transparente, unánimes sin duda?
La situación se puso un tanto incomoda así que desvíe la mirada hacia mi padre que había acabado de hablar con los exterminadores y venía hacia nosotros en zancadas firmes, además su cara lucía desesperada.
Llegó al pequeño grupo y se quedó mirando a Samyra como una intrusa y luego nos miró a todos como queriendo una explicación, se paró en mi y le tembló un poco el párpado. Yo solo me encogí de hombros.-¿Que tal Samyra?
Su sonrisa no se había borrado y parecía divertida con la situación.-Hola.
-Eeeemmm, vale.-carraspeó juntando sus manos y frotándoselas, desvió la mirada a su familia que lo miraba sin parpadear.-El pequeño accidente de los insectitos les llevarán a esos desgraciados una semana exterminarlos por que al parecer son una plaga muy común en Barbados, ahora.
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15 pasos al cielo
Teen FictionMuchas veces tú mismo cielo es el infierno sobre la tierra. Alguien que OBSERVA los gigantescos demonios de las personas, observa pequeños UNIVERSOS. El CLICHÉ NO CLICHÉ. Está estrictamente prohibida la COPIA o ADAPTACIÓN de cualquiera de LOS CAP...