15 pasos al cielo

Imagina

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Wilmer

Imagina un lugar adentrado en la oscuridad pero a la vez con millones de destellos que vislumbran a cada segundo que lo vez, ahí imagina un valor de patrones indescifrables con las figuras que tú quieras y la forma que tú quieras, el cambio de persona en el espacio para volver a la vida y empujar unos ojos que luchan por salir , no entender por qué no para y solo retrocede. Pueden cambiar de nombre y de identidad pero el cielo siempre va a ser el cielo y los errores siempre se llamarán errores. Tal vez lo único bueno que hice en la vida fue mirarla a los ojos, a través de las violetas secas del jardín en un tiempo y fecha que no importa. Ni hay orden en los sucesos, no hay que empezar por un inicio y un final, ninguna limitación de delirar con los fines alternos de la existencia de las consecuencias de la vida. Simplemente se para a escribir sumamente lo que importa, que la pluma no pese más que la historia que se cuenta.
Sentados, inundados de una aura mágica, hechizada de los tiempos anónimos. Un diálogo que unas veces se olvida y otras se necesita sacar, algo no se puede guardar a menos que no sea grande, que no importe. Y puede ser en un lugar impreciso, algo totalmente espontáneo sin embargo enorme. 

-¿A dónde crees que se van las personas cuando mueren, Wilmer?

-No se van.-declaré sin dudar de mi argumento.-se guardan en la vida de los demás como testimonio que se fallece. Y pensaba que era yo el único con pensamientos fuera de lugar.

-Los pensamientos nacen en momentos en donde la vida es indescifrable, esto que tenemos no sé qué significa.

-Significa que eres hermosa.-zanjó mi subconsciente, en mi habla todo lo que decía era un riesgo para ella, tal vez no es continua la secuencia, tal vez cada diálogo se escriba tres empanas después del anterior, ya que la fantasía y la ficción es nuestro empeño.

Cerró los ojos, la imaginé pensando en sus catacumbas de neuronas llenas de sabiduría no explicada. Durante todo un tiempo se mantuvo en silencio hasta que abrió los ojos de sobresalto por el toque de mi mano contra la suya.

-Eres hermosa para todo el maldito mundo. La más bella que puedes encontrar.

-No para todo el mundo, Wilmer.

-Todas las personas que están en tu mundo y en el mío lo creen. Samyra, tú escoges quien está en tu mundo, no dejes entrar a cualquiera. Busca respeto, amor, gentileza en cada uno de sus defectos, por que cada partícula de tu ser merece todo eso y mucho más. Espera por la misericordia, y ama, ama las mil faces de la vida como si vivieras una cada día y así, se aprende a vivir.-yo hablo en código, un suspiro metafórico que pocas mentes entienden.

Por suerte era justo su idioma nativo-Al estar aquí, respirando el mismo aire que yo, me estás dando vida, reviviendo algo muerto, contando las estrellas que manchan mi corazón, ya que, sí, Wilmer, desde que naciste has tenido acceso a mi interior. Estaba escrito que yo te iba a pertenecer, pero no lo sabías, y no lo sabes aún.....se ama lo que se conoce, no me importa si lo dejas de hacer, pero voy quitar las capas de mi existencia, para ti, especialmente para que en realidad sepas la dulzura en lo amargo.

A lo largo de todo este epitafio no habíamos estado acercando hasta cuando selló su discurso, quedamos tan cerca que supe que al fin había encontrado el Barranco del amor. Tuve en cuenta de que cuando la besé, esto no era más que una entrada a una historia más que escribir.

¿Algún día se acabarán la capacidad de pensar por las palabras? ¿Acabar o olvidar?