Parte 14

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El despertador sonó con su ruido aturdidor que tanto detesto. Eso significa un día más de estudio. No es que me cueste, solo que detesto levantarme temprano. Pero hoy, justamente hoy, 13 de octubre es el cumpleaños de Jimin. Ahora no está en el cuarto porque fue a dormir a lo de Namjoon, lo que me da tiempo para cambiarme y correr hasta el salón para que no me vea. Con Hoseok y Tae pensamos en evitarlo por hoy y luego esta noche escaparnos. El salón lo fuimos a decorar el lunes ya que los martes no podemos salir, y ya está todo listo para cuando llegue. Namjoon lo distraerá durante el día y luego lo llevará a donde lo estaremos esperando: Tae, Hoseok, Jin y, obviamente, yo.

Asistí a clases y traté de no cruzarme con Jimin. He tenido que esconderme varias veces para que no me vea, pero más difícil es resistirme a la tentación de ir y abrazarlo. Se ve triste porque piensa que nadie recuerda que es su cumpleaños, y me parte el corazón, pero tengo que resistirme.

Ya son las cinco, lo que significa que podemos salir, pero no vamos a volver. Me encontré con Tae y Hoseok en la entrada y nos dirigimos al salón que habíamos alquilado. Llevamos la comida y los detalles que faltaban.

Estaba muy ansioso, ya quería que llegue y besarlo y darle el regalo, no sé si le va a gustar. Nos hicimos hacer unas pulseras de oro blanco con medio corazón cada una.

- Tranquilízate Jungkook, todo está perfecto, solo falta esperar -trataba de calmarme Taehyung.

- Tiene razón Tae, a Jimin le gustará -dijo Hoseok.

- Está bien -me senté en unas de las sillas que estaban frente a Hoseok y Tae, que casualmente estaban sentados uno al lado del otro- ¿Qué cuentan?

- Nada interesante -dijo Hoseok mirando a Tae.

- El otro día fuimos al cine y nos divertimos -dijo Tae para que resulte menos sospechoso.

- Hola chicos... -dijo Yoongi entrando junto a Jin.

- Les quedó todo muy bonito -dijo Jin- le falta un toque de rosa.

- El blanco y el negro son mejores que el rosa Jin -le respondió Yoongi.

- A veces olvido que tú solo distingues dos gamas de colores Yoongi.

Nosotros tres que estábamos sentados comenzamos a reír de cómo peleaban.

- Bueno chicos, la próxima la decoramos de rosa -dijo Tae.

- No, mejor de verde.

- Mejor la decoro yo y así no pelean, ¿les parece? -propuse.

- Sí, tu combinación de naranja quedó bien, a pesar de que le falta rosa -dijo Jin.

- Namjoon está en la puerta -dijo Yoongi.

- Todos a nuestros lugares -gritó Hoseok.
Todos nos escondimos esperando que Namjoon entre con Jimin.

- Vamos Nam, quítame la banda negra. ¿A dónde me llevas? -le preguntó Jimin.

- Uno, dos, tres. -Namjoon le quitó la banda de los ojos.

- ¡Sorpresa! -gritamos todos al unísono.
Corrí hasta donde estaba Jimin y lo abracé fuertemente y de un salto rodeé su cintura con mis piernas.

- Feliz cumpleaños, amor.

- Gracias, creí que te habías olvidado.

- Imposible, te amo, Jiminie.

- Yo también, Kookie -besó mis labios en un corto pero tierno beso.

Bajé de sus brazos y le dejé espacio para que los chicos pudieran saludarlo.

- Feliz cumpleaños, Jimin -dijeron Tae y Yoongi abrazándolo al mismo tiempo.

- Gracias chicos -Hoseok se acercó a Jimin y lo abrazó.

- Feliz cumpleaños -le dijo.

- Venga con mama -dijo Jin abriendo los brazos, Jimin se dirigió hacia él y lo abrazó.

- Gracias, Jin.

- Te quiero, Jimin.

- Decoraron todo muy bien -dijo Namjoon y se dirigió adonde estaba Jin y le rodeó la cintura con un brazo.

- Sí chicos, me encanta.

Claro, aquí está el texto corregido:

- Jimin, ven aquí -lo llamé para que se acercara a mí, lo cual hizo- este es mi regalo, no es gran cosa, pero espero que te guste.

Abrió la cajita y una sonrisa apareció en sus labios.

- Me encanta, Kookie, muchas gracias -me abrazó fuertemente.

- De nada, creía que no te iba a gustar.

- Me encanta -dejó un beso en mis labios- Igual no hacía falta, me basta con tu presencia.

- Lo dice quien me trae regalos todos los días.

Me abrazó más fuerte y nos quedamos así durante un rato.

Luego de pasar las doce, ya era hora de que volviéramos al instituto para que no se dieran cuenta. La fiesta fue muy divertida y a Jimin le encantó.

Nos escabullimos y cada uno fue a su habitación. Cuando llegamos a la nuestra, Jimin y yo nos pusimos el pijama. Cuando me acosté en mi cama, sentí que unos brazos me rodearon por la espalda. Me volteé y me apoyé en el pecho de Jimin, quedándome dormido con el sonido de sus latidos y sus labios junto a los míos.

Mi molesto compañero ~Jikook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora