Parte 16

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Pov Jimin

Estaba acostado con la cabeza de Jungkook apoyada en mi pecho, nuestras respiraciones ya estaban normalizadas, y Jungkook estaba dormido, tan tierno como siempre. No sé qué será lo que pasa por su mente, pero quiero que pueda confiar en mí.

- Ji-Jimin... -lo oí susurrar mientras movía su cabeza.

- ¿Qué pasa Kookie? -le pregunté.

- ¿Cuánto dormimos?

- Solo un rato, yo acabo de despertar.

- Me duele todo...

- Ya estarás bien, fue tu primera vez.
Intentó levantarse, pero fue en vano. Tomé su muñeca y lo atraje de nuevo hacia mi pecho.

- Quedémonos un rato más así, ¿quieres?

- Me agrada la idea...

- ¿Te he dicho que te amo?

- Sí, infinidad de veces... Yo también te amo -se acercó más a mí y comenzó a repartir besos por todo mi rostro, luego se acercó a mi oreja y comenzó a susurrar.

- Ya basta, me haces cosquillas -dije mientras reía, volvió a repartir besos por mi cara y luego por mi cuello.

- Aún tienes la oreja colorada.

- Y tú aún tienes lastimada la clavícula. -sonrió de manera dulce y le robé un beso.

- Todavía tengo sueño, ¿podemos dormir? -preguntó de manera inocente.

- Sí, claro, duerme, y yo te observo. Después de todo, no va a ser la primera vez que lo veo dormir. Pasó uno de sus brazos por mi cintura y escondió su cabeza entre mi hombro y mi cuello. -Dulces sueños -dejé un beso en su mejilla, y quedó dormido.

Dos horas más tarde, me desperté, las piernas de Jungkook estaban a cada lado de mi cuerpo, y él estaba de cintura para arriba sobre mí, abrazándome, y yo a él.

- Kookie... -susurré a su oído- Despierta.

- Bueno -dijo mientras despertaba y se corrió a un costado.

- Vamos a darnos una ducha, ¿quieres?

Me levanté primero y sentí un agudo dolor.

Jungkook se levantó también, tomó mi cintura por detrás y apoyó su cabeza sobre mi espalda mientras caminábamos al compás.

Abrí la llave de agua y regulé la temperatura para que quedara tibia. Entré a la ducha, y él hizo lo mismo. Comenzó a acariciar mi abdomen de manera suave y a dejar tiernos besos en mis labios, los cuales correspondí.

Nos duchamos y luego nos fuimos a cambiar al vestidor, y decidí preguntarle cómo se sentía.

- Jungkook, ¿cómo te sientes?

- Bien -dijo un poco tímido.

- ¿No te gustó lo de anoche?

- Sí, me encantó -dijo acercándose a mí- Quiero que me hagas tuyo infinidad de veces más, así como me dices "te amo". -envolvió mi cuello con sus manos.

- No me negaré a esa tentadora propuesta. -uní nuestros labios en un tierno beso. -Pero la próxima, no me hagas doler tanto, ¿sí?

- No eres el único al que le duele todo -sonrió y le devolví el gesto.

- Te amo.

- Yo más, Mochi -besó mi mejilla izquierda.

Una semana después...

Estoy en mi aburrida clase de historia, supongo que la profesora no está hablando de operaciones por el simple hecho de descarte, pero de qué está hablando concretamente ni me pregunten. Esta materia es demasiado aburrida, la profesora no para de hablar, una cosa la lleva a la otra y así, su voz me irrita. Miro a Hoseok, que está a mi lado y parece estar más perdido que yo.

- ¿Qué haces con el libro de biología? -susurré para que la profesora no escuchara.

- ¿En qué momento cambió la hora? -me preguntó confundido.

- Hace dos horas, estamos en historia, Hoseok.

- Uhhh, yo creí que seguíamos en matemáticas. -cerró el libro de biología y sacó el de inglés. Igual sigo sin entender por qué creía que estábamos en matemáticas si tenía el libro de biología. Pensarlo me da gracia.

- ¿Sabes que el libro de historia no es ese?

- ¿Y este de cuál es?

- De inglés, Hoseok.

- Ya entiendo por qué reprobé inglés.

- Mejor preguntemos a Hoseok y a Jimin, que parecen tener claro el tema -dijo la profesora que nos había descubierto. -¿Cuál es la respuesta a la pregunta de su compañera?

- Lo lamentamos, profesora, es que estaba pidiéndole un lápiz a Jimin. -nos defendió Hoseok.

- Jimin, préstale el lápiz a tu compañero, así no tengo que seguir interrumpiendo la clase.

- Sí, señorita profesora. -agarré un lápiz de mi cartuchera y se lo di a Hoseok.

Cuando la profesora siguió hablando, nos miramos y comenzamos a reír mientras tratábamos de disimular.

Quince minutos más tarde ya había sonado la campana, me dirigí a mi habitación a pasar el tiempo con mi Kookie. Cuando estaba llegando a la misma, vi a un montón de personas alrededor de la puerta. Comencé a desesperarme. ¿Qué carajo sucedía? Traté de alejar a la gente y forcejeé con algunos enfermeros para que me dejaran entrar. Cuando lo hice, vi a Jungkook en la esquina de la habitación, sentado en el piso, con la cabeza gacha y temblando. Mi mundo se paralizó por un momento, y sin darme cuenta, me habían llevado afuera de la habitación de nuevo.

- ¡Jimin! -sentí que unos brazos me abrazaron, y la persona comenzó a sollozar frente a mis ojos. No entendía nada de lo que estaba sucediendo.

- ¿Qué sucede, Ming-Hee?

- Ji-Jimin, es mi hermano...

- Dime qué sucede con él porque voy a romper cualquier cosa que tenga por delante.

- Espera, acaso él... ¿No te ha dicho?

- ¿¡Decirme qué!? -me solté de sus brazos y me tiré al piso- ¿De-decirme q-qué, de-decirme -q-que? -dije y luego comencé a llorar.

Ming-Hee se sentó a mi lado y me abrazó.

- Ju-Jungkook sufre de trastorno de personalidad límite, Jimin... -dijo y comenzó a llorar a mi lado de nuevo.

Mi molesto compañero ~Jikook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora