Abrí la puerta de la habitación 134 y vi a Jungkook. Ni bien me vio entrar, se levantó de la cama y corrió a abrazarme.-Hola, Jiminie -me dejó un beso en la mejilla.
-Hola, Kookie. ¿Cómo has estado? -le pregunté.
-Bien, creo... -agachó la cabeza. -¿Triste, quizás...?
Levanté su cabeza poniendo dos de mis dedos en su mentón.
-Aquí estoy yo para que hagamos algo divertido. ¿Qué se te ocurre?
Una sonrisa de ansiedad por elegir lo que haríamos pintó su bonito rostro.
-¿Podemos hacer una travesura también?
-Lo que quieras.
-¡Eres el mejor, Jimin! -besó mis labios de manera dulce y se sentó en su cama a pensar en qué podríamos hacer. Me senté a su lado y esperé a que decidiera. En un momento se volvió con una cara pícara y me miró.
-Espera, ¿a qué te referías con travesuras?
-Eso lo dejamos para la noche... Solo si te quedas a dormir.
-¿Puedo quedarme a dormir? -le pregunté sorprendido.
-Sí, porque soy menor y puedo tener a alguien que me acompañe.
-Está bien, solo déjame que le escriba a tu hermana para que le avise a la directora. Ella sabe que estoy aquí porque para salir un martes solicité su permiso. No creo que una falta le haga nada.
-¿Tienes el teléfono de mi hermana?
-Sí, yo se lo pedí para poder hablar por si sucedía algo.
Se recostó en la cama y se tapó con sus sábanas. Maldición, Jimin, siempre metiendo la pata.
-Vamos, Kookie, es solo porque ella quería saber cómo estabas y yo también. No te sientas inseguro. Yo solo tengo ojos para ti.
-Ve y habla con mi hermana. De todos modos, le encantas. De seguro ya te has acostado con ella mientras estaba internado.
- No, Kook, no me he acostado con ella porque yo solo quiero acostarme contigo, sentir tu cuerpo no se compara al de una mujer. Me encantas tú, tu forma de ser, absolutamente todo de ti.
- Pero yo estoy mal de la cabeza y mi hermana no.
- Mira, Kookie, si me gustara tu hermana no estaría aquí, pero tu hermana no me gusta y a mí no me importa que estés mal de la cabeza, porque así, loquito como tú dices, me vuelve más loco de lo que tú estás.
Comencé a ver que empezaba a quitar las sábanas de la cara.
- Quiero confiar en ti, Jimin, pero mi mente no me deja... -dijo mientras una lágrima corría por su mejilla.
- Bueno, cada vez que no lo hagas, haré que vuelvas a confiar, toda la vida si es necesario. -Limpié la lágrima con mi dedo y uní nuestros labios en un cálido beso.
- Gracias... -se volvió a sentar como estaba antes y retomó- ¿Te quedarás a dormir, cierto?
- No creo que durmamos, pero digamos que sí. Ahora dime, ¿qué planeaste?
- Nada aún. ¿Se te ocurre algo?
- Bueno, si hacemos una travesura, no me dejarán entrar. Tiene que ser algo que no dañe nada.
- ¿Por qué dañarían algo? -dijo la enfermera entrando a la habitación.
- No por nada -respondí.
- Ah, claro. Bueno, Jungkook, te traje la merienda.
- No tengo hambre -dijo recostándose de nuevo en la cama mientras la enfermera colocaba la mesa sobre él.
- Tampoco tenías hambre al mediodía.
- Kookie, tienes que comer algo.
- No quiero comer nada.
- Hazle caso a tu amigo, tiene razón.
- Él no es mi amigo, es mi novio -dijo cruzando sus brazos. -Cuidado con acercarte, porque en la escuela todas babean por él.
- Quédate tranquilo, hacen bonita pareja.
- Gracias -le respondió. Yo me reí, me da bastante gracia que sea tan celoso.
- Kookie, ¿comerás?
- No quiero comer, ya se los dije.
- Jungkook, hace cinco días que no comes. Tendré que decirle al médico.
- No le digas al médico, sino tendré que quedarme más tiempo aquí.
- Si yo prometo traerte algo rico, ¿comerás?
- Si me traes algo rico, sí.
- Bueno, pero antes tengo que ver lo que le traes y si él lo come.
- Trato hecho -dijo Jungkook.
Me dirigí a la pastelería más cercana y le compré una torta de chocolate con chispas y un café con crema, y volví al hospital.
- Aquí traje tu merienda, la enfermera ya la aceptó, solo falta que la comas.
- Mm... Chocolate -comenzó a comer la torta y se tomó todo el café bastante rápido. -Ya extrañaba comer.
- Me alegra verte comer -sonrió, y la crema del café en sus labios lo hizo ver tan dulce como siempre. Sonreí ante su gesto.
Estaba recostado en la cama, esperando a que Jungkook saliera del baño. Cuando salió, se recostó a mi lado y dijo:
- Ya están todos durmiendo -susurró en mi oído. -¿Qué se te ocurre que podemos hacer?
- No se me ocurre nada.
- A mí sí -se acercó a mis labios y comenzó a besarme. El beso fue lento y lleno de deseo, luego se tornó más apasionado, lo que hizo que me pusiera sobre él. Al separarnos por la falta de aire, juntamos nuestras frentes.
- ¿Qué quieres, Kookie?
- Deseo que me hagas tuyo.
...
- Eso estuvo increíble -dije en un susurro.
- Lo sé -dijo cansado. -¿Esto se volverá a repetir?
- Las veces que quieras -dejé un beso en su frente. -Te amo.
Apoyó su cabeza en mi pecho y nos quedamos profundamente dormidos.
ESTÁS LEYENDO
Mi molesto compañero ~Jikook~
FanfictionComienza el año escolar y Jungkook solo quiere estar en paz con sus libros, pero eso le es arrebatado cuando se entera que su compañero será Park Jimin quien comienza a sentirse interesado en todo lo que el pelinegro hace. ~Esta historia tiene seg...