Parte 9

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Fuimos en taxi a la casa de Jin. Sus padres no iban a estar y le prestaron la casa ya que él no vivía muy lejos del instituto. Cuando llegamos había aproximadamente diez personas. La fiesta recién comenzaba, pero igual estaba todo oscuro con luces de colores y varios de los chicos bailando. Ni bien llegamos, Hoseok se fue a bailar con Jimin, creo, y yo me quedé con Taehyung para no levantar sospechas. Moría de ganas de ir a bailar con Jimin, pero eso iba a ser imposible esta noche, ya que Tae está pegado a mí. Creo que él también no quiere levantar sospechas, o quizás solo estoy alucinando y él no tiene ninguna relación con Hoseok.

Mientras bailábamos, Tae dijo que iría por unos refrescos, a lo que yo asentí con la cabeza. Me quedé parado al lado de una puerta mientras esperaba que Tae llegase. Cuando sentí que la puerta se abrió y unas manos tomaron mi brazo, dejándome encerrado en la habitación. Cuando pude voltearme, Jimin estaba al lado de la puerta, trabándola para que nadie entre.

-¿Qué haces, Jiminie? -dije mientras rodeaba su cintura por detrás con mis brazos.

-Cuéntame qué te dijo Tae -dijo mientras se soltaba de mi agarre para quedar cara a cara y con una de sus manos acariciar mi mejilla.

-Nada relevante, solo que cree que a ti te gusta Hoseok ¿no estás molesto, cierto?

-¿Por qué lo estaría?

-Bueno, porque yo le conté a Tae sobre lo que hablamos.

-Bueno, yo te tenía cansado, así que entiendo que le hayas contado. Igual las indirectas, Kook, eran demasiado directas. Ya no sabía qué hacer para que entiendas lo que yo sentía por ti.

-Creo que comencé a darme cuenta cuando Hoseok me dijo que te ibas de clases antes para hacer cosas importantes y lo único que hacías era estar detrás mío. Pero igual seguí pensando en que estabas enamorado de otro chico, y cuando comencé a darme cuenta de lo que sentía, te declaraste.

-Ups, ahora levantaremos más sospechas si sabía que iba contigo.

-No, porque yo le dije que me iba de la habitación y no sabía lo que hacías después.

-Enserio no querías relacionarte conmigo, ahora entiendo.

-Jamás soporté a los populares.

-¿Sigues pensando que soy un idiota, no? -dijo agachando la cabeza.

-Hey, no -levanté su mentón con dos dedos de mi mano para que me mire- ya no eres un idiota para mí, ahora eres todo lo que tengo, Jiminie -besé sus labios de forma tierna y pude ver cómo una sonrisa comenzaba a pintar su bonito rostro- no tienes una idea de cuánto me dolía disimular con Tae. Tenía ganas de abrazarte y no soltarte.

-Abrázame -rodé su cintura con mis brazos y él rodeó mi cuello. Coloqué mi cabeza en su hombro y me embriagué de su adictivo olor. -Te amo, Kookie.

-Yo también, Jiminie -besé su cuello y él corrió mi rostro para besar mis labios. En estos momentos es cuando enfermo de diabetes. Jimin no puede ser más perfecto, ¿qué más puedo pedir? Él hace que mi corazón dé vuelcos de alegría y que lata mucho más rápido de lo normal. Él es el culpable de que mi estómago sienta mariposas cada vez que lo tengo cerca y el que invade mis pensamientos sin dejarme concentrar en lo que hago. Él es el culpable de que esté perdidamente enamorado.

-Mejor salgamos que Tae debe estar buscándote, no te soltaba y yo no sabía en qué momento poder hablar contigo.

-Y por eso decidiste secuestrarme cuando él se fue, ya entiendo -dije en tono burlón.

-Claro. Sal tú primero y luego salgo yo, ¿te parece? -propuso.

-Sí, le diré a Tae que fui al baño.

-Yo veré qué me invento. -dijo guiñando un ojo. Lo besé en forma de despedida ya que no podemos darnos cariño al frente de los chicos y ya no nos podemos resistir. Me fui de la habitación a buscar a Tae, que debía estar buscándome, y no me equivoqué porque ni bien salí, lo vi con dos vasos gritando mi nombre. Al parecer, el lugar ya había comenzado a llenarse.

-Lo siento, Tae, estaba en el baño.

-Está bien. ¿Bailemos que esta es mi canción favorita?

-De acuerdo -diciendo esto comenzamos a bailar y pasamos toda la noche así, bailando y después también fuimos con los chicos, pero solo fue un pequeño momento. Luego, Tae pidió que nos fuéramos, y Jimin y Hoseok vinieron con nosotros ya que dijeron que estaban cansados.

Cuando llegué a la habitación, fui a cambiar mi ropa al cambiador de la habitación. Cuando salí del baño, Jimin ya estaba durmiendo sin remera, dejando ver su marcado abdomen, haciendo que me derrita. Me acosté a su lado, y al parecer me escuchó y me abrazó con fuerza, dejando mi cabeza sobre su pecho, haciendo que escuche los latidos de su corazón. Latía fuerte, como el mío.

Mi molesto compañero ~Jikook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora