Capítulo 26

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Y sonó el silbato.

La loca que tengo al lado comenzó a saltar como... bueno como una loca. Si uno se pone a pensar, era divertido, ella emocionada y yo preocupado, al pobre Jason le iban a partir el trasero.

El combate comenzó con Annabeth arrojándose sobre Jason haciéndole perder el equilibrio y lo tirándolo al suelo. Cuando se levantó para volver a golpearlo en el estómago, juro por el río estigio que tenía una mirada de odio puro en sus ojos, ahora totalmente negros. Le temí por un momento y me pregunté como puede expresar tanto odio.

-Soy yo, ¿o Annabeth esta verdaderamente enojada?- Piper me leyó la mente.

-Estoy casi seguro se que no eres tu.-

-En ese caso es un problema.-

-Secundo la moción.-

-¿Qué?-

-Olvidalo.-

Bueno, luego del golpe en el estómago, pasó que fue el turno a Jason de defenderse. Creo que notó ya que la mayor virtud de Annabeth en combate es su rapidez, y la esta usando en su contra, igual como hice yo.

Lamentablemente, yo tuve más suerte, y conmigo no se dio cuenta de la estatregia, ahora. Así que confundió a Jason usando otra de sus muchas tácticas de confusión, otra de sus virtudes, que a mi me molestan bastante. En fin, luego de la confusión llegó un golpe en el mentón, luego otro en la mejilla y otro más en el estómago, de nuevo.

-Tenías razón, ella es letal.- Piper tenía una mirada confundida.

-No tienes idea de lo que esta pasando, ¿verdad?-

-Sólo se que Annabeth está dándole una paliza a ese chico.- Sonreí un poco, no me resisti, y la abracé. No me malentiendan, después de Rachel ella es mi mejor amiga, y ahora claramente esta incómoda, puede ser el peor dolor de muelas que exista, pero no dejaré que se sienta incómoda ahora, eso no es lo que hacen los amigos.

Además traté de explicarle un poco lo que estaba pasando.

-Definitivamente no entiendo.-

-No importa.-

Pasaron unos 10 minutos, en los que Jason no dejó de dar gemidos de dolor, pero no se daba por vencido, y Annabeth no terminaba la pelea aún cuando lo tenía casi completamente inmovilizado, que no fueron pocas veces, lo soltaba como si nada.

¡Oh, dioses!

¡Ella quiere humillarlo, y dejarlo mil veces peor de que el la haya llamado rubia!

¿Cómo no me di cuenta antes? Miré a mi alrededor, y la gran mayoría tenía caras de horror, Annabeth se excedió esta vez, y todos lo podemos ver.

Decidí intervenir, no podía dejarlo ahí sólo.

Me acerqué por detrás y tomé a Annabeth de la cintura, Jason salió corriendo en ese mismo momento, dejándome a mi con este demonio escondido dentro de una bella chica.

No pregunten como, porque no tengo idea, pero aún con su espalda pegada a lo pecho y muy bien sujeta, ella me dio un golpe en la entrepierna, ahí donde a los hombres nos duele más que nada en todo el cuerpo.

La solté sólo del dolor que sentía, con la esperanza de que lo dejara hasta ahí. Pero no. Empujó mi cuerpo hacia atrás, dejándolo de espalda en el piso, y con una mano puso mi brazo en una posición extraña, con la otra inmovilizo la otra, con una de sus piernas se sostenía en alto sobre mi pecho, y con la otra, un nuevo golpe en donde no debe.

Me dolía todo el cuerpo y no podía respirar con normalidad.

-¡Alto Chase!- Gritó el entrenador, ella aflojo un poco la fuerza que tenía sobre mi, pero no me soltó. -¡No dije nada con Grace porque no rompiste ninguna regla, ahora si! ¡Sueltalo por las buenas, o tú estarás así después!-

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