Descubrió en Ethan una mirada nueva, una que nunca le había dedicado. Instintivamente puso la mano sobre la marca, a la altura de su corazón.
— ¿No vas a unirte a Aishla verdad? —le preguntó, necesitaba que le dijera que no, que le asegurase que todo seguiría como antes.
—Posiblemente, no lo he decidido, pero es algo que no comprendes.
— ¡Claro que lo comprendo! —le gritó—. Lo vi, vi lo que pasará. Ethan no puedes hacerlo, no puedes hacer lo que ellos quieren que hagas.
— ¡Tú eres quien se deja manipular! ¡Estás haciendo lo que la Legión quiere! —habló apretando los dientes, le molestaba que Charleen insinuara que él obedecía sin voluntad propia; peor, que siquiera considerara obedecer a la Legión—. Son un grupo de ingenuos, tal vez hemos vivido en paz con los humanos demasiado tiempo. Creí que lo habías aprendido durante al viaje. Los humanos son codiciosos e inconformistas. Acabaron con sus propios recursos y fuimos nosotros quienes se los devolvimos y decidimos darles una oportunidad. Pero eso no es suficiente ¿Crees que viven tranquilos en las colonias? ¡Tienen todo Charleen! Nosotros nos aseguramos de que tengan agua y alimento, incluso les pagamos con oro y gemas que valoran más que sus propias vidas. Y aún así no están conformes. ¿Crees que Kennan es el único que piensa de esa forma? ¿Qué los unuas robamos a sus mujeres y las obligamos a prostituirse? ¿O que los tenemos en calidad de esclavos? Siempre quieren más, y no sería de extrañase que nuestros propios aliados se vuelquen en nuestra contra. Los humanos debieron extinguirse hace mucho, cometimos el error de dejarlos con vida y eso va a causar nuestra destrucción. No importa que tan fuertes seamos, ellos son más. Con una sola nación libre de posibles enemigos seremos fuertes ante cualquier amenaza externa.
— ¿Enemigos? ¡Ethan, yo soy humana! Hablas como si no lo fuera. Si piensas así de los humanos, piensas así de mí. ¿Crees que soy avariciosa y debería morir? ¡Porque si es así mátame! ¡Mata a todos y que tu raza se extinga! —Sacó lo que pensaba y aún así no sentía que se hubiera desahogado. Pensaba que Ethan ya no la menospreciaba por ser humana, pero estaba equivocada, seguía siendo el mismo guerrero con quien se había cruzado la primera vez.
—No es lo mismo. —La tomó del rostro, nervioso, evitando por todos los medios cerrar su mano con furia y lastimarla—. Tú eres mi seyu, estás destinada a ello, a ser una de los míos.
—Hay una parte de mi a la que no puedo renunciar, Freya cree que podemos convivir, también Sahori, ¿por qué no puedes pensar como ellas?
—El problema no es lo que yo piense, es que te hayas dejado influenciar y pienses traicionarme.
Charleen cerró los ojos. Estaba confundida. ¿Por qué había dejado que Freya le metiera locas ideas en la cabeza? Realmente habría preferido vivir en la ignorancia. ¿Qué debía hacer? ¿Aceptar la decisión de Ethan? ¿Sabiendo que eso traería muerte y sufrimiento?, ¿O evitar todo el problema haciendo lo que Freya y la Legión le habían ordenado?: Seguir posponiendo el triunfo de Lark.
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El tesoro de Charleen (Foris #1)
FantasíaComo es tradición en su pueblo, Charleen debe contraer matrimonio al cumplir los dieciocho años, sin embargo, no piensa aceptar esta obligación sin antes haber vivido una gran aventura y escrito en libros sobre ella. Es así que convence a un guerrer...