Charlee sacó a Nathe de su bolsa y esperó que su tali corriera y lograse escabullirse gracias a su diminuto tamaño. Cuando estuvo por ponerla en el suelo. Un líquido espeso cayó sobre ella.
Algo había cortado la cabeza de un draga y varios más explotaron a su alrededor. Esperó ilusionada que fuese Ethan o un grupo de unuas, pero no veía por ningún lado a los guerreros.
El suelo tembló de nuevo y salió de la tierra un inmenso vehículo de metal. Otros tres le siguieron, levantando tierra y rocas a tiempo que disparaban.
— ¡Son alquimistas! —dijo Kennan.
La luz de una de las maquina los alumbró y un hombre salió a su encuentro.
— ¿Se encuentran bien?, ¿qué hacen aquí? —les preguntó a los muchachos.
—Apagamos la muralla y atrajimos a los dragas, para que acaben con los salvajes que invaden Ithia.
El hombre sonrió, habían tendió la misma idea que ellos. Los hermanos subieron al extraño vehículo que además de poseer armas a los costados, tenía una inmensa perforadora en la punta.
Las tres máquinas destruyeron parte del muro y el ruido atrajo a más dragas. Charleen y Kennan vieron todo desde el interior de la cabina de metal, ahí estaban seguros ante cualquier ataque y regresarían por debajo de la tierra hacia Selo.
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El tesoro de Charleen (Foris #1)
FantastikComo es tradición en su pueblo, Charleen debe contraer matrimonio al cumplir los dieciocho años, sin embargo, no piensa aceptar esta obligación sin antes haber vivido una gran aventura y escrito en libros sobre ella. Es así que convence a un guerrer...