Capítulo 10 - Silencios

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Narra Gohan

Me sobresalto. El sonido del teléfono de la casa hace que me sobresalte. Me levanto tambaleándome de la cama y camino hacia el primer piso, donde se encuentra el teléfono. Me doy prisa, pues el irritante sonido podría despertar a Mika o a Makoto. Y eso no conllevaría nada bueno.

Llego al teléfono y contesto:

—¿Sí? —Se me escapa un bostezo.

No supe en qué momento me había quedado dormido al observar la fotografía de mi boda con ______, pero no había sido hace mucho.

—¿Gohan? —distingo la voz de... ¿Vegeta?... del otro lado.

—¿Vegeta?

—Sí, soy yo. Tu esposa se volvió loca.

Frunzo el entrecejo al instante, pero después me llega un sentimiento de preocupación.

—¿Q-qué su-sucedió? —inquiero.

Se escucha un silencio profundo en la línea y comienzo a preocuparme aún más. De repente, unos murmullos se escuchan. Pareciera que el teléfono se acercase a los murmullos, haciéndolos más audibles.

—Por favor, sal de ahí —escucho la voz de Bulma.

—¡Váyase! —reconozco la voz inconfundible de mi esposa—. ¡Me mintieron con sus verdaderas identidades! ¡¿Con qué otras cosas más me han mentido?!

—¡Yo no te mentí! Yo sí soy humana.

¿De qué hablan?

Y la línea se aleja de ellas.

—______ preguntó sobre los Saiyajin —me suelta Vegeta.

Mi sangre se congela y mi respiración se detiene. Siento cómo un sudor frío recorre mi frente y mi espalda.

—Será mejor que vengas. —Termina con la llamada.

Tardo unos segundos en reaccionar, y cuando lo hago, marco el número de la casa de mis padres. Sé que es tarde, pero se trata de una emergencia. La línea suena tres veces antes de que contesten, ocasionando que me desespere.

—¿Hola? —escucho la adormilada voz de mi madre.

Por primera vez, reviso la hora: poco después de las doce de la madrugada.

—Hola, madre. Necesito que me hagan un favor.

—Gohan, son las doce de la mañana...

—Creo que ______ descubrió algo de su pasado y necesito ir.

Un silencio se presenta en la línea. ¡Maldita sea con los silencios!

—¿Podrían cuidar de Mika y Makoto mientras voy? —inquiero, desesperadamente.

—Llegaremos con la teletransportación de Goku.

Cuelgo la línea e incremento un poco mi ki para que me puedan encontrar con facilidad. De repente y frente a mí, aparece mi madre y mi padre.

—Ya, ve —indica mi madre y me da un rápido abrazo.

Sin esperar más, salgo de mi casa y me elevo al cielo nocturno para dirigirme hacia la Corporación Cápsula. Me movía con mucha velocidad, cosa peligrosa para mí, puesto que debo resguardar mis poderes en secreto. Si un humano se entera, se pondría como loco y... actuaría tal y como lo está haciendo mi esposa.

Finalmente, llego a la casa de Bulma y me apresuro a entrar. Corro por los pasillos siguiendo las instrucciones de los trabajadores de los Brief. Conforme avanzo, los gritos de Bulma se comienzan a escuchar con mayor claridad.

Mi Saiyajin FavoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora