Mi Saiyajin Favorita

Capítulo 14 - Día de diversión

Ya han pasado unos días desde que me enteré sobre la realidad de esta familia..., mi realidad. Fue difícil adaptarme los primeros días, y aún continúo sintiéndome un poco incómoda a su lado, pero ahora ellos actúan con más confianza al igual que yo.

Por un lado, está la familia Brief, con quienes continúo viviendo. Trunks y Vegeta ya no se molestan en disimular que son de la raza Saiyajin, puesto que ahora comen como si jamás hubieran comido. Esto me hace entenderme un poco más, ya que me encantaba la comida, pero siempre me daba pena comer más de lo debido. Ellos también entrenan más seguido, demostrando su increíble fuerza. ¿Acaso yo puedo ser igual de fuerte?

Por otro lado, está la familia Son, cuyos integrantes son Goku, Milk, Goten, Gohan, Makoto, Mika y, al parecer, yo. Goku, Milk y Goten viven juntos y son bastante divertidos, aunque Milk da mucho miedo al estar enojada. Gohan y los dos bebés viven en otra casa, la que supuestamente también es mía.

En cuanto a Gohan... Él ha sido muy amable conmigo y me da mi espacio. Lamentablemente, no sé si pueda llegar a sentir algo por él. Si alguna vez estuve enamorada de Gohan, no lo recuerdo. Y aquel par de bebés..., son muy tiernos y me gusta su compañía, pero al pensar que son mis hijos me aterro. No creo poder ser su madre.

No creeré nada hasta que mis recuerdos vuelvan a mí..., si alguna vez lo hacen.

—¿Bulma? —inquiero al asomarme por la puerta de su laboratorio.

Dentro de éste, hay una gran cantidad de personas que trabajan en la máquina que llevará a Goku y a Kilian al espacio, para que encuentren las Esferas del Dragón que me ayudarán a recuperar mis recuerdos.

—¿Ocurre algo, ______? —me pregunta, desde una máquina que te eleva.

—¿Sabes dónde está Milos? No lo he visto por ninguna parte.

—Creo que está con Trunks y Bra en el patio.

—¡Gracias! —Ella me sonríe.

Observo por última vez la máquina, preguntándome cómo servirá. Después salgo corriendo hacia el patio. Al llegar, me encuentro con Trunks siendo molestado por el par de niños pequeños.

—Tienes una cara de total diversión —comento sarcásticamente. Trunks se sobresalta.

—Llevo así una hora entera, ______.

Suelto una pequeña risa y me siento en frente de él.

—Señorita ______, ¿ahora ya no debemos de temerle a la familia Brief? —me pregunta Milos, que tira con rudeza la mejilla de Trunks.

El joven sacude su cabeza y hace que Milos caiga hacia atrás. Después, me mira indignado.

—¿Nos temían?

—E-eh..., pues... —Gira su cabeza dramáticamente, haciendo que su cabello se agite—. ¡Por favor, que era algo antinatural para mí!

—Tú y tus hijos son los únicos con tres razas y dices que nosotros somos los antinaturales.

Siento una gota de sudor caer por mi frente.

—Bien jugado —comento.

Bra se levanta del regazo de Trunks y camina tambaleándose por el césped varios metros. Lo común de una niña que recién aprendió a caminar. Mientras ella se divierte, observo cómo Milos intenta tirar nuevamente de los doloridos cachetes de Trunks mientras él se defiende como puede, sin lastimarlo.

—¡Ya basta, Milos!

—¡Quiero tus cachetes!

—¡Milos!