Capítulo 28 - Dolor y felicidad

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Por su parte, ______ casi no se podía mover, así que se dedicaba a observar la batalla de sus amigos. Podía ver cómo ellos peleaban y la protegían de posibles ataques. Apenas podía comprender por qué lo hacían, puesto que, aunque ya confiaba en que los conocía desde antes de perder la memoria, no sabía qué había hecho ella para merecer su protección.

Se sentía agradecida y desesperada. Tenía personas que no estaban dudando en protegerla con su vida, pero ella no podía hacer nada para devolverles el favor. Se sorprendía por la fuerza que esas personas utilizaban y lo hacía aún más cuando se daba cuenta que ella era igual de poderosa que ellos; pero se entristecía y sentía la desesperación dominar su cuerpo cuando recordaba su situación. No podía moverse; apenas y podía girar su cabeza para ver la batalla de sus amigos.

De repente, una luz cegadora aparece en su campo de visión, para después sentir cómo algo se estrella contra ella, haciendo que los dos rueden por el suelo...: es Gohan.

Hacía unos segundos, Gohan había mantenido una corta batalla contra Gashi, pero éste había lanzado una onda de energía hacia su contrincante y lo había sacado volando con dirección hacia ______, a propósito. En cuanto chocaron sus cuerpos, él intentó frenarse, pues no quería lastimar más a su esposa; sin embargo, ya no le quedaban fuerzas y tenía una herida demasiado grave cerca del corazón. Gashi le había perforado el pecho con una pequeña bola de energía que inicialmente era para destruir su corazón, pero afortunadamente el azabache había logrado esquivar el mortal ataque y convertirlo en un ataque grave.

Cuando ______ se recupera del repentino ataque, logra ver a Gohan frente a ella, con el pecho sangrante e intentando ponerse de pie, en vano.

—¡Gohan! —chilla y se arrastra hacia él.

Llega hasta su lado, al mismo tiempo que Gashi divisa ambos cuerpos juntos. ______ logra sentarse y recostar la cabeza de su esposo en su regazo, intentando contener las lágrimas. Al verle con esa herida, ella sabía que no podría hacer casi nada por ayudarle, pero se negaba a creer en eso. Sabía que podía usar aquella luz rosada que se usaba para revivir a los muertos, pero ya no le quedaban energías.

—¿Qué has hecho? —solloza, incapaz de contener las lágrimas.

—Te protegí lo mejor... que pude.

—No puedes hacerme esto, Gohan... ¡Dijiste que volverías a mí, que harías lo que sea para volver a mí!

Uno de los Saiyajin puros se detiene para ver la razón de los sollozos de su nuera: su hijo está muriendo, causando que la ira llene su cuerpo. Y así, él comienza a atacar a todos, a diestra y siniestra, terminando con el enemigo, poco a poco.

—Gohan... —Se le quiebra la voz.

—¿Sabes...? Tu raza siempre me ha causado problemas...

—No gastes energía, Gohan. Detente...

—No me gustan los Bomos..., pero por ti haría una excepción... De todos modos..., agradezco que no solo seas Bomo... También eres humana y... Saiyajin...

—Detente —repite, sollozando.

Apenas puede ver la figura de Gohan, pues sus lágrimas le nublan la vista.

—Me alegra que..., el día que te conocí..., solo me dijiste que... eras... una Saiyajin... Amor..., tú siempre fuiste... y serás... mi Saiyajin favorita.

______ seca bruscamente sus lágrimas con el dorso de su mano. Ya no le duele el cuerpo. Todo aquel punzante dolor se le fue al pecho.

—Gohan..., tú has logrado enamorarme por segunda vez. Te amo...

Mi Saiyajin FavoritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora