Mi Saiyajin Favorita

Capítulo 16 - Joven empresario

—Será mejor que volvamos —comenta Gohan—. Se hace tarde.

Nos levantamos de la arena, sin dejar de ver el atardecer. Luego, yo me giro hacia Gohan.

—¿Tengo que volar, cierto? —inquiero, con media sonrisa.

—¿Acaso quieres que te lleve en mi espalda?

—¿Puedes? —le pregunto como niña pequeña.

—De acuerdo, sube.

Hago lo que me pide y veo por última vez el atardecer, antes de que Gohan empiece a elevarse y volar de regreso a casa de Bulma, sin darse mucha prisa. El viento golpea nuestros rostros de manera suave, sin ser brusco. Entonces, sujeto con fuerza la camisa de Gohan.

—¿Gohan?

—¿Sí?

—¿Puedo volar por mi cuenta? —Él se detiene en el aire. Por suerte, estamos en medio de un bosque, sino alguien podría enloquecer si nos ve volando.

—Estamos en medio del aire, deja bajo.

—No, desde aquí está bien —le sonrío.

—Podrías caer, y no quiero que te lastimes.

—Estaré bien —le aseguro riendo.

Poco a poco, él me suelta y yo dejo de aferrarme a su espalda. Levito por unos segundos e intento concentrar aquel sentimiento que me invadió la primera vez que volé.

—Lo haces bien —me halaga el joven de cabello azabache que vuela a mi lado—. Dame tu mano, así podré guiarte.

—En serio que puedo hacerlo por mi cuenta, Gohan.

Avanzo unos metros, pero entonces aparece una parvada que choca conmigo. Intento no distraerme como la última vez, pero mi energía se desestabiliza y comienzo a caer. Esta vez, no hay agua debajo de mí; esta vez, hay tierra y árboles.

Cierro los ojos, esperando el impacto; sin embargo, unos brazos me rodean y me cargan. Cuando abro mis ojos, veo a Gohan, con un semblante serio.

—Te dije que era mejor tomarme de la mano —me regaña.

Suelto una pequeña risa a la vez que noto cómo él desciende hasta entrar en el bosque. Me baja de sus brazos al tocar el suelo y decido acomodar mi ropa y cabello. Él se dedica a mirar hacia otro lado a la vez que rasca su nuca, ruborizado.

—¿Pasa algo? —inquiero.

—Es solo que... Nada —niega con la cabeza y se gira completamente.

—Oye, Gohan. ¿Estás bien?

—Sí, no pasa nada.

Achico los ojos y lo miro fijamente, me acerco a él y lo tomo de un hombro, para después girarlo hacia mí.

—Escucha, si realmente dices ser mi esposo, entonces creo que deberíamos de tenernos más confianza.

Él se me queda mirando fijamente y noto cómo traga un poco de saliva. Luego, comienza a acercarse a mí lentamente. Cuando me percato de las intenciones de sus acciones, giro mi rostro hacia otro lado, evitando que me bese.

El momento se vuelve completamente incómodo.

—Regresemos con Bulma, por favor —le pido.

Él se retira y asiente con su cabeza.

—De acuerdo. —Se gira, dándome la espalda—. Sube, sino te caerás de nuevo.

Hago lo que me pide, sin decir otra palabra más. El hecho de que Gohan haya querido besarme es...